Default largo: Ahora manda la calle
Tomas Bulat
Economista.


Con el último anuncio de la Presidente de enviar un proyecto de ley para modificar el cambio de domicilio para el pago de los bonos de la deuda, se termina de confirmar que el default va para largo y que la expectativa de una resolución favorable se aleja en el tiempo. 

Enviar un proyecto de ley a un Congreso que solo levanta manos, es como aprobarlo por DNU, solo que le va a generar un antecedente más complicado aún a la Argentina. Ya que de confirmarse y esto considerarse un desacato, no fue el poder ejecutivo el que lo hizo, sino el poder legislativo y compromete ya no a una gestión en particular, sino a un país. 

Es decir que el resultado de llevarlo al congreso sin el ánimo que se discuta, sino con la farsa de hacerlo aprobar, solo genera malos antecedentes de la Argentina para el futuro.

Las consecuencias de esta decisión que puede derivar en un desacato del país a un fallo judicial no son claras. No hay antecedentes de lo que está sucediendo y por lo tanto las derivaciones las estaremos viendo y sintiendo con el correr del tiempo. 

Desde ya no son buenas noticias las que sigan. Pero cuan malas es un misterio a descubrir en los próximos días.

La economía, el default y la calle

Es evidente que la política seguirá incrementando el nivel de enfrentamiento que tiene este con casi todos los sectores económicos y sociales. Esto a su vez profundizará los problemas económicos se está haciendo algo muy difícil de sostener. 

Hay más inflación, más recesión, menos trabajo, mas inestabilidad y a eso se le suma ahora un default de largo plazo. Todo tiende a ser más problemas que soluciones, pero no hay dato económico que haga reconsiderar ninguna medida. Todas están bien. El problema es la gente o los grupos concentrados que no los entienden.

Pero la realidad va a necesariamente ir volcándose a la calle. Es que la política no sirve para canalizar ningún reclamo concreto de la gente. Hasta las cosas más comunes ya no funcionan bien. 

Esta lejanía de la política a los problemas más concretos está haciendo que el escenario donde se manifieste sea la calle. Y el nivel de conflictos ira necesariamente subiendo a medida que la economía se siga deteriorando.

Mientras la política y los medios vamos a estar debatiendo el cambio de jurisdicción, las implicancias que tiene un desacato, seguramente muchos argentinos seguirán preocupados con la inflación y el desempleo y comenzaran a llamar la atención. 

Es que la calle es la que manda ahora. Ninguna política económica tendrá una corrección si no lo reclama la calle. Y no es con corte de alguna ruta solamente, sino con el boca a boca de que ya todos tenemos un conocido que perdió el trabajo y no encuentra. 

En Argentina los gobiernos suelen persistir en sus errores hasta que es tarde y una manifestación los corrige. Este gobierno no es la excepción. 

La calle será ahora la que maneje el tiempo de la política económica. Mientras esté tranquila, tendremos más de lo mismo. 

Pero todos sabemos que los meses pasan y si no hay señales positivas mejores, el fin de año suele ser esa fecha donde la calle toma vida propia y muchas veces sin dirección.

​Espero que la política reacciones antes. Esa es su función.
 

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