El pais inesperado
Malú Kikuchi
Periodista. Conductora de "Cuento Chino" y "La Dama y el Bárbaro", radio El Mundo. Premio a la Libertad 2013, Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


Me fui unos días. Volví. Un shock cultural. Y eso que vivo acá. Pero basta salir unos días del país, para que el reencuentro sea doloroso, sucio, decadente, inseguro, pintarrajeado, el tránsito desordenado, las personas decepcionadas, desesperanzadas, desoladas, descontentas y depresivas.

Igual al país que había dejado una semana atrás. Y sin embargo, Argentina sigue siendo inesperada. A pesar de estar acostumbrada, como todos los argentinos, a sucesos inexplicables y por regla general, malos, esta semana ha sido para el Guinness.

Máximo ¡habló! Lo hizo sin papeles y razonablemente bien. Considerando que no sabíamos que sabía expresarse. Con un mensaje claro para evitar que su mamá sea considerada como lo que ya es: “un pato rengo”, es decir, una presidente a la que le quedan 15 meses de presidencia, 446 días.

Para los argentinos no camporistas, ni cristinistas  (el resto del FVP mutará veloz hacia el nuevo faro que aparezca en el PJ), 446 días es muchísimo; para Cristina es un suspiro. Salvo que tenga conciencia de la situación real del país que gobierna,  que está en picada. Pero no creo que se dé cuenta. Ella vive en Disneylandia y nadie le cuenta la verdad.

Máximo intentó asustar con Cristina candidata, algo que hasta ella sabe que no es posible. Pero permitió que los medios tuvieran tema por unos días.  Y en esta inesperada Argentina, antes de la reunión anual de la ONU, partió hacia Roma para almorzar con Francisco. Un Papa preocupadísimo por los argentinos. Tiene miedo que corra sangre y pretende que la transición sea pacífica y en la fecha correcta. O sea el 10 de diciembre 2015.

La preocupación de Francisco con respecto a un posible estallido social, como a finales del 2001, esta vez sin fogoneros políticos, sólo gente harta de la terrible situación hacia la que nos llevan, Barrionuevo la puso en palabras, diciendo: “en diciembre hay un estallido”

No se necesita ser clarividente para pensarlo. En diciembre todos enloquecemos un poco, balance del año que se va, vacaciones, regalos, la plata que no alcanza y de seguir así, muchos privilegiados que todavía tienen trabajo en blanco, no cobrarán el aguinaldo.  De ahí al estallido….

La presidente va a la ONU a buscar apoyo, pero el apoyo que  va a conseguir, va a ser moral. Algo así como: “tiene razón, pero pague primero, porque no le vamos a prestar hasta que pague”. Y tendremos que pagar. En US$. Duele.

El US$ rompió la barrera de los $15 y no parece que algo vaya a detenerlo en su ascendente carrera para igualar el 40% de inflación. En nuestra insólita e inesperada Argentina la presidente y su escudero Kicillof, acusan de la suba del dólar a “los medios” (un clásico K), a los “buitres” (otro clásico más reciente) y a “ex funcionarios de Bush”. Ahora entramos en el delirio. Psiquiatras se necesitan.

Además de echarle la culpa a los maoríes, los osos panda del zoológico de San Diego y a los desfiles de moda en Milán, ¿el ministro de economía y la presidente nunca se preguntan qué tienen que ver con el US$ a más de $15, el desempleo creciente, el 30% de pobres, el 33% de trabajadores en negro, la pérdida de mercados cedidos a Uruguay y Paraguay, la inseguridad y el narcotráfico, la corrupción y, y, y? Ellos no conocen la responsabilidad.

Hemos sufrido malos gobiernos electos, ninguno como este. Venimos de una década soñada en la economía internacional, que aprovecharon todos nuestros vecinos, década que empezó con un default y parece que terminará con otro. Perdón por nombrar la palabra prohibida: default. Lo hizo Kevin Sullivan, encargado de negocios de los EEUU en Argentina, osó decir: “Argentina debe salir del default”. Entendemos que un diplomático no debe meterse en la política interna de otro país. Salvo que reciba ordenes de hacerlo desde su país de origen.

La reacción de cancillería fue exagerada, como no podía esperarse de otra manera. Creo que están pensando en declararle la guerra a EEUU. Algo que le quita el sueño a Obama, aunque tiene otros problemas más serios que Timerman.

Inesperadamente, por lo imbécil, el ejecutivo mandó el proyecto de ley de abastecimiento, que imbécilmente las dos cámaras aprobaron y ya está regulada. La antecesora de la ley viene de 1973. Creación de José Ber Gelbard,  fue un desastre que terminó en el rodrigazo, que nos empobreció de golpe un 160%. Tampoco hay que ser clarividente para augurar que esta ley de “desabastecimiento” terminará igual que las anteriores: muy mal.

A este disparate hay que sumarle la idea de poner a cualquiera, que sin ser maestro, se haga cargo de una clase de guardería o preescolar. Una delicada manera de decir que los chicos no importan, que no son el futuro, porque para este gobierno, después de Cris, no hay futuro.

Enfrente de todo este desvarío  que arruina la vida de 40 millones de personas, hay una nebulosa opositora, desde donde los que pretenden ser candidatos, todavía no han presentado planes, proyectos, objetivos, solo palabras y promesas “light”. Esperemos que en esta inesperada Argentina nuestra, el respeto por la CN, la libertad en todas sus formas, el sentido común, la seriedad, la justicia, la transparencia, la honestidad y la idoneidad de los funcionarios, se hagan cargo del gobierno.

No va a ser fácil corregir tantos horrores. Para empezar hay que cambiar conceptos y paradigmas populistas, después de 12 años.  Esperemos que el inesperado gran país que alguna vez ayudamos a construir y que desde hace años toleramos que lo destruyan, vuelva al buen camino, el camino del crecimiento genuino, el de la libertad con responsabilidad.
 

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