Informalidad: ¿Perseguirla, permitirla o capitalizarla?
Martín Simonetta
Es Director Ejecutivo de Fundación Atlas para una Sociedad
Libre. Profesor titular de Economía Política I en UCES) y de Economía en Cámara Argentina de Comercio. Autor
de diversas obras. Fue elegido "Joven Sobresaliente de la Argentina
2004" (The Outstanding Young Person of Argentina-TOYP) por Junior Chamber
International y la Cámara Argentina de Comercio (CAC), habiendo obtenido la
mención "Animarse a Más" por parte de PepsiCo. Recibió diversos
reconocimientos tales como la beca British Chevening Scholarship para
desarrollar investigaciones en Gran Bretaña (British Council, la Embajada
Británica y la Fundación Antorchas,1999). Miembro del Instituto de Política Económica de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Académicamente es Licenciado en Relaciones Internacionales (Universidad del
Salvador, Buenos Aires), Magister en Política Económica Internacional
(Universidad de Belgrano), MBA (U. Isabel I, España), habiendo realizado un Posgrado en Psicología
Positiva (Fundación Foro para la Salud Mental). Ha desarrollado el programa
"Think Tank MBA" en el marco de Atlas Economic Research Foundation
(Fairfax, Virginia, y New York, NY, 2013).
Contacto: mcjsimonetta@gmail.com / Twitter: @martinsimonetta
Un vendedor
callejero comercializa sus productos en la calle, exactamente frente a la
puerta de un negocio que hace lo propio pero cumpliendo con las diversas normas
e impuestos que la formalidad exige. Esta escena, tan común en ciudades como
Buenos Aires, La Paz, Lima, México u otras ciudades latinoamericanas, refleja
la naturaleza que el fenómeno de la informalidad tiene en los países de nuestra
región. El Banco Mundial señala que prácticamente la mitad de la fuerza laboral
se desempeña bajo esta modalidad.[1]
¿Competencia
desleal? ¿Es la informalidad positiva o negativa para las economías? Por un
lado vemos que, estas actividades posibilitan la supervivencia de relevantes
grupos de personas. Pero el endeble marco institucional sobre el que se
desarrollan hacen casi imposible el desarrollo de las mismas más allá del nivel
de supervivencia, poniéndoles un techo al crecimiento de esa pasión
emprendedora que se encuentra en movimiento.
Quienes
ejercen estas actividades han tomado riesgo, descubierto un mercado de clientes
así como productos o servicios para satisfacer sus necesidades. Asimismo, han
invertido y no han sido atrapados por seductores programas de ayuda social,
pero muchas veces se han visto limitados en ingresar al sistema formal por una
inmensa cantidad de requisitos a cumplir así como por los altos costos
impositivos y regulatorios. Por el otro lado, los empresarios que cumplen con
sus obligaciones legales e impositivas señalan que los informales compiten de
forma deseal contra ellos, y que –como un maestro que premia a los alumnos que
se copian y castiga a los que estudian- los Estados son flexibles respecto de
los informales y más estrictos respecto de los que pagan sus impuestos y operan
en el marco de la ley.
Hernando de
Soto en su obra “El otro sendero” -y en el trabajo en su organización Instituto
Libertad y Democracia-estudia en profundidad el fenómeno de la informalidad y
promueve la formalización en diversos países en desarrolloa lo largo del mundo,
para que –en el marco de un contexto institucional sólido- puedan escapar de
ese pantano de inestabilidad legal, falta de acceso a financiamiento, así como
de marginalidad económica.
Incluso
propone la “titulización”, es decir el reconocimiento de derechos de propiedad
sobre quienes se han asentado informalmente en terrenos dando origen a las
llamadas “favelas”, “villas miseria”, “shantytowns”, o como se denomina en cada
sociedad. De esta forma, el mercado decidirá si los titulares de la propiedad
desearán vender o no la misma.
En síntesis,
la reducción de las regulaciones para operar en el mercado formal así como el
peso de los impuestos sobre la actividad económica constituyen instancias
fundamentales para quitar el pie de encima al sector informal y permitirle
iniciar una era de crecimiento con menores restricciones. Asimismo, un camino
para equiparar un contexto competitivo que favorece a los que no cumplen la ley
respecto de los que la cumplen. Ambas medidas sinergizarán positivamente
despertando riquezas dormidas en áreas a veces subvaloradas, potenciando el
crecimiento económico en América Latina.
[1]Banco
Mundial, “La mitad de los trabajadores de América Latina tienen un empleo
informal”, Abril 1, 2014.
Publicado en Diario26: http://www.diario26.com/informalidad-perseguirla-permitirla-o-capitalizarla-202393.html
Publicado en Cato Institute, Washington DC: http://www.elcato.org/informalidad-perseguirla-permitirla-o-capitalizarla
Últimos 5 Artículos del Autor
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!