Mayor flexibilidad laboral: más empleo y mejores salarios
Ernesto Selman
Vicepresidente del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), República Dominicana.


En la economía de mercado los consumidores guían las decisiones de los emprendedores, quienes coordinan los procesos productivos.  Con sus interpretaciones sobre lo que demandan los consumidores y las cantidades estimadas a producir, los emprendedores deben contratar y adquirir los distintos factores de la producción que requieren en esos procesos.  Entre los factores de la producción se incluye 1. Factor trabajo o mano de obra; 2. Factores de la naturaleza o tierra;  y, 3. Bienes de capital, como herramientas, equipos y maquinarias.  El factor trabajo o mano de obra no es más que las facultades físicas y mentales que posee el ser humano para desarrollar una labor determinada en ciertos procesos de producción. 

 

Adaptación del factor trabajo

El factor trabajo es el más flexible para adaptarse de los factores de la producción, por lo que podría pasar de una industria a otra y en las distintas etapas de la producción.  Obviamente, los cambios de puesto laboral entre empresas no se hacen de manera automática y sin costos asociados; trasladarse de una industria a otra y/o de una etapa de la producción a otra conlleva adiestramiento para adquirir conocimiento adicional.  El mercado laboral está presente en las distintas industrias y en las diferentes etapas de la producción hasta que se entrega el bien o servicio al consumidor final.  Prácticamente, la totalidad de los procesos productivos requieren del factor trabajo. 

 

Remuneración del factor trabajo

Como otros factores de la producción, el factor trabajo tiende a emplearse donde se ofrece mayor remuneración.  En la interacción económica voluntaria, la remuneración de los trabajadores está asociada a la capacidad de agregar valor en procesos productivos.  En este sentido, las necesidades de mano de obra son suplidas por individuos capacitados o con competencias mínimas para desempeñar ciertas funciones.  Debido a la flexibilidad del ser humano para desempeñar distintas funciones, la remuneración de los trabajadores no está determinada por una sola empresa ni por una sola industria ni por una etapa de la producción en una industria específica.  Las personas buscan distintas oportunidades en las diferentes empresas, industrias y etapas de la producción.

Los emprendedores compiten a través de la remuneración a trabajadores para atraerlos a sus procesos productivos y retenerlos, siempre que cumplan con sus expectativas del valor que agregarían.  Al ofrecer sus servicios laborales, los trabajadores potenciales participan en una especie de subasta entre emprendedores que quieren atraerlos a sus distintas empresas.  En una economía de mercado, el trabajador elige a la empresa que mayor oferta realice para remunerarlo.  A pesar de ello, está claro que estos procesos conllevan negociaciones entre las partes involucradas para llegar a acuerdos sobre los paquetes de remuneración.  En resumen, los demandantes de servicios laborales (empresas) ofrecen remuneraciones en base al valor que esperan recibir del trabajador.  Por otro lado, los ofertantes del factor trabajo (individuos) esperan una remuneración de acuerdo al valor que éste percibe puede agregar en el proceso productivo en cuestión. En el momento que una empresa ofrezca mayor remuneración a un trabajador, éste tiende a emplearse con esa empresa.

 

Importancia de la educación y el conocimiento

Ahora bien, el valor agregado que pueda ofrecer una persona en un proceso productivo está asociado a sus capacidades físicas y mentales.  En este sentido, la educación, adiestramiento, formación y experiencia son críticos para agregar mayor valor en cualquier proceso productivo.  En la medida que una persona tiene un mayor nivel de formación y adiestramiento podrá ser más productivo y, en consecuencia, puede demandar una remuneración mayor.  Igualmente, las empresas estarían dispuestas a pagar mayor nivel de remuneración porque un mayor grado educativo tiende a garantizar ciertas destrezas y conocimientos que una persona sin formación no puede ofrecer.  De esta manera, la preparación académica y experiencia laboral, que provee conocimiento adicional, se constituyen en los factores más valiosos para los empleadores.  Para mejorar esas capacidades, las empresas formales tienden a ofrecer capacitación y entrenamiento a sus trabajadores para garantizar mayor productividad en la empresa.

 

Factor trabajo es diferente a otros

El trabajo no es un factor de producción común porque se trata de seres humanos, cuya naturaleza es muy diferente al factor tierra (naturaleza) y bienes de capital (herramientas, equipos y maquinarias).  Para empezar, las personas tienen sentimientos y emociones que no poseen otros factores de la producción; la motivación, el respeto y el ambiente laboral, en general, son muy importantes para alcanzar los niveles de productividad potenciales de los trabajadores.  Por otro lado, los seres humanos cometen errores que pueden representar costos adicionales, no esperados, en una empresa.  Pero, a la vez, las personas pueden aprender de los errores y mejorar su desempeño en el futuro, adaptándose mejor a las distintas circunstancias que se presenten. En la economía de mercado, una de las áreas o departamentos principales en cualquier empresa es la de recursos humanos.

 

Conclusión

La interacción natural entre personas que quieren emprender nuevos proyectos o empresas y personas dispuestas a ofrecer sus capacidades físicas y mentales para ciertas labores determinadas son parte integral del intercambio económico voluntario que se presenta en una sociedad libre.  Las restricciones a esa interacción natural en nombre de protección a trabajadores generan costos laborales no salariales que imponen trabas a la generación de empleos formales que terminan penalizando a las personas dispuestas a trabajar y que no tienen empleo.  Esas restricciones y altos costos laborales no salariales han demostrado que generan mayor desempleo,  promueven la informalidad y, como consecuencia, mantienen salarios bajos.  Lo idóneo sería implantar reglas de juego transparentes, consistentes y poco onerosas para que haya mayor oportunidades de emprendimiento, más empleo formal y mayores salarios para los trabajadores.
 

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