Más máquinas ¿más desempleo?
Maximiliano Bauk
Es Analista de
Políticas Económicas en el Centro de Estudios Libertad y Responsabilidad.
Actualmente cursa una Maestría en Políticas Económicas en la SMC University.
Participó del “Programa de Jóvenes Investigadores y Comunicadores Sociales” de
Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
Seguramente muchos han visto la
película Charlie y la Fábrica de
Chocolate dirigida por Tim Burton y basada en el homónimo libro del autor
británico,RoaldDahl. Si bien la historia gira en torno a CharlieBucket, el
único hijo de una familia muy carenciada y de inconmensurables valores morales,
yo me centraré en lo acontecido con su padre, el Señor Bucket, quien trabajaba
en una fábrica de dentífrico enroscándole la tapa al producto hasta que un día
–bueno o malo, cada uno lo juzgará luego- pierde su empleo como causa del
avance tecnológico en su industria, el cual logró reemplazar sus funciones por
una máquina mucho más eficiente que podía enroscar cientos de tapas por hora a
diferencia de las pocas decenas que lograba el papá de Charlie.
Una vez ocurrido esto,la familia
pelea día a día para cubrir sus necesidades básicas, con un voluntarioso Señor
Bucket realizando cada labor que se le ofrecía para poner un plato de sopa en
la mesa, y nadie mejor que la Señora Bucket para hacerla rendir agregándole
cada vez un poco más de agua pero aun así seguía siendo deliciosa, según su
esposo.
Visto lo sucedido en la popular
historia, uno no puede evitar juzgar la avaricia del dueño de la fábrica, quien
no se detuvo a pensar en sus empleados ni en sus familias a la hora de
desplazarlos de sus tareas con tal de reducir sus costos de producción. Por lo
visto esta actitud no trajo más que desempleo y desgracia, parece difícil de
explicar, entonces, cómo fue que mientras la tecnología no paró de avanzar en
los últimos siglos, se crearan a la vez millones de trabajos que no solo
redujeron el desempleo sino que además mejoraron las condiciones laborales y su
paga de manera increíble. El problema aquí radica en mirar la imagen muy de
cerca, logrando que el árbol nos tape lo que sucede en el bosque.
Sí, lo primero que vamos a ver si
miramos un caso como este es la destrucción de un empleo, pero es conveniente
alejarnos un poco y mirar con mayor atención: en primer lugar, sin ir más
lejos, algunos empleos se crearon para la construcción de la nueva máquina, la
cual a su vez requirió de materiales para ser elaborada y, en este sentido,
podríamos retroceder de manera tal que veremos cómo se ve beneficiado hasta el
minero encargado de la extracción del hierro necesario para la elaboración de
aquella. Luego, hay que tener en cuenta que debido al ahorro que el dueño de la
fábrica obtiene gracias a la máquina, ahora este se encuentra con nuevo capital
disponible para incursionar en nuevas industrias, y, evidentemente, un nuevo
emprendimiento se traduce en nuevos empleos.
Además no hay que olvidar que la disminución de los costos de
fabricación del dentífrico abarata el producto final también, por lo cual ahora
los consumidorestienen un mayor capital disponible para nuevos gastos de
consumo, como por ejemplo, el hilo dental, lo cual elevará la demanda de este haciendo
que esta rama de la industria se expanda, y para ello necesitará nuevos
empleados; sin contar además que esta reducción de costos hace crecer el
salario de los trabajadores en términos reales puesto que con el mismo sueldo
obtienen ahora más productos.
Como vemos, si bien en un comienzo
se desplaza un empleo, por otro lado se crean muchos nuevos, de hecho la
historia muestra que la mayor eficiencia gracias a las nuevas tecnologías en
determinados productos no solo crea empleo en otros sectores, sino que además
la mayor productividad, como se dijo, baja el precio del artículo, lo que
incrementará la demanda del mismo puesto que es ahora accesible para personas
que antes no podían disfrutarlo, por lo cual, esta misma industria crece de
manera tal que incrementará su número de empleados en comparación al momento en
el que las máquinas no estaban presentes en la elaboración del producto. Como
ejemplo de esto Henry Hazlitt utilizaba el caso de la industria automotriz en
lo Estados Unidos, en donde a pesar de usar cada vez más avanzadas tecnologías
para mayor número de tareas, debido a lo antes señalado, en 1910 el sector ocupaba
a 140.000 personas, número que se triplicó llegado el año 1940.
Una vez entendido todo esto, lo único que resta es saber qué fue del Señor Bucket. Felizmente, el papá de Charlie fue recontratado por la fábrica de dentífrico, esta vez a cargo del mantenimiento de las máquinas.
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