Peras y Manzanas argentinas: del mundo al tacho de basura
Gerardo Gallo Candolo
 ‎Ing. Agrónomo y periodista agropecuario.


El cierre del mercado brasilero a las peras y manzanas argentinas son la estocada final a una producción que ya venía muy golpeada. Argentina, primera exportadora mundial de peras y un jugador importante en el mercado global de manzanas, hoy parece debatirse por la subsistencia. Que hace el gobierno. Como impacta en las provincias esta inédita situación que lleva al sector a pedir fondos para cosechar y tirar a la basura esa fruta.
 
Brasil cerró las importaciones desde Argentina de peras y manzanas. De acuerdo a sus argumentos por la presencia de Carpocapsa, una plaga también conocida como el taladrillo de la manzana, que afecta a estas especies y también al membrillo que se suma al cierre, pero de menor importancia económica.
 
Brasil es nuestro principal cliente en esas frutas frescas ya que compra un tercio de lo que vende Argentina al mundo. En 2014, de acuerdo al SENASA, exportamos a nuestro vecino cerca de 138.000 toneladas de peras y unas 50.000 de manzanas, que a valores internacionales de hoy sumarían más de 180 millones de dólares. Las devaluaciones de nuestro socio del Mercosur y de Rusia, nuestro segundo cliente en estas frutas, aportan más inconvenientes a la ya complicada cadena productiva.
 
Para Argentina, la primer exportadora de peras es una noticia alarmente que suma más problemas a la economía del Alto Valle, donde se produce el 75% de la pera y el 85% de la manzana nacional. Alli están localizados unos 4.000 productores, la mayoría de menos de 10 hectáreas.
 
Para medir el impacto de esta decisión de nuestros vecinos, consultamos al directorEjecutivo de la Cámara Argentina de Agricultores Integrados (CAFI), Marcelo Loyarte, quien explicó que Argentina y Brasil tenen acordado desde 2003 un “Sistema de Mitigación de Riesgos de Carpocapsa” administrado por los dos países; eso implica la visita periódica de técnicos brasileros que inspeccionan nuestra producción y centros de empaque, sistema que funciona bien desde hace 12 años.
 
Detecciones de la plaga hay todos los años en distintas proporciones, pero esta medida unilateral no se justifica, no solo por la baja presencia de la plaga sino también que estaba prevista en pocos días la visita al país de inspectores brasileros. Esa visita es el 8 de Abril y Loyanarte explica que deberiamos tener una decisión política para reabrirse las importaciones en forma inmediata, y no tener demasiadas expectativas con esa visita programada, ya que después de esa fecha hay una bilateral en Brasil y luego por la agenda planteada se perdería todo Abril por esa vía técnica.
 
Algunas versiones  indicarían que el lobby de los productores brasileños de manzanas tiene mucho que ver con este cierre de los productos argentinos. Esta versión sorprendió a la Cámara que nuclea a los exportadores argentinos, “si hay un país que no ejerce influencia en la producción local es Argentina que está exportando un 70% menos que año pasado” detalló Loyanarte, quién agregó que “la manzana argentina se vende a mejor precio que otros orígenes, por lo tanto no somos nosotros los que tiramos abajo el precio de la manzana en el vecino país”. En Brasil entran también manzanas de otros productores, principalmente desde Chile y Europa, envíos que se sabe que se detectó Carpocapsa, sin embargo no se tomaron medidas de esta naturaleza.
 
 
ACCIONES OFICIALES
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, junto al Senasa, la Cancillería y la Jefatura de Gabinetehan pedido a las autoridades brasileras que de manera urgente revea y levante la suspensión a las importaciones de frutos frescos de manzana, pera y membrillo producidos en la Argentina tomada por su Ministerio deAgricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), hasta tanto se realice la auditoria correspondiente.
 
En sus fundamentos, nuestro gobierno argumentó que “la actual situación de la plaga Cydia pomonella es exactamente igual a la de años anteriores por lo que las autoridades argentinas no comparten la decisión del Ministerio de Agricultura del vecino país, señalando que la decisión brasileña de suspender la importación de peras, manzanas y membrillos sorprendió a las autoridades nacionales dado que no hubo una comunicación previa, como es usual en estos casos.Las autoridades argentinas también expresaron que el término "tolerancia cero" publicado en la página web delMAPA brasileño es incompatible con el comercio internacional y el marco regulatorio de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y Mercosur, que ambos países integran.
 
En el mismo sentido, la Argentina confirmó para el 8 de abril la visita de inspección de auditores brasileños en lasplantas de empaque y en los frutales, en el marco del Sistema de Mitigación de Riesgos de la plaga, acordado por ambos países.
 
 
REPERCUSIONES EN LA ECONOMÍAS PROVINCIALES
Esta medida arbitraria de Brasil, posiblemente más relacionada a otras cuestiones económicas que sanitarias, (como la contratación directa a empresas chinas, que pueden relegar a las de nuestro socio del Mercosur, entre otras decisiones tomadas por nuestro gobierno); impactan directamente en la ya alícaidas economías regionales.
 
En este caso Río Negro y Neuquén son las provincias más afectadas, y en menor medida Mendoza.
 
Desde hace unas campañas, a los productores le aumentan sus costos a una tasa que no se traslada al precio del producto. Esta situación se profundizó hacia Enero, mes en que se inicia la cosecha. En ese momento el Ministerio de Agricultura se hizo presente (recordemos el ministro Carlos Casamiquela, desde su funciones en el INTA, ejerció gran parte de sus labores en esa región), prometió la creación de un fondo de hasta 300 millones de pesos en concepto de aportes no reintegrables para ayudar a las tareas de cosecha.
 
En un primer tramo se destinaron 110, con un desembolso inicial por parte del gobierno nacional de 50 y las provincias de Río Negro y Neuquén aportaron 50 y 10 millones de pesos respectivamente. Esos fondos llegaron pero los 190 restantes aún no.
 
También se anunció a fines de Enero un “fondo compensador para la fruta que se exporta a mercados de ultramar” de unos 120 millones dirigidos a todos los que produzcan fruta y se exporte a esos mercados, pero nunca hubo avances con este tema. Otra medida solicitada fue el diferimiento del pago de derechos de exportación por 180 días y sólo se logró que se difiera de 15 a 60 días que no sirve de mucho dada la situación actual.
 
En su momento se prometió también una una línea de crédito a tasa subsidiada para capital de trabajo, inversiones y prefinanciación de exportaciones con un subsidio de tasa del 6% en el Banco Nación Argentina y los bancos provinciales que recién a fines de marzo estuvo disponible en las sucursales; tarde, y no parece alcanzar a paliar la situación.
 
Otra promesa incumplida por el gobierno nacional fue el de promocionar el consumo en el mercado Interno, se había comprometido poner a disposición minutos en “Futbol para Todos” en la TV pública pero aún no se avanzó.
 
Toda esta situación, agravada muchísimo con no poder exportar a Brasil, hace que en estas últimas semanas de cosecha, a los productores le resulta más caro pagar esa recolección que lo recibido por esa fruta, por lo que muchos ya decidieron dejar de hacerlo. Esa fruta que queda en el árbol da lugar a la proliferación de plagas y enfermedades que atentan contra la calidad y las producciones futuras, por lo que se está pidiendo al gobierno nacional fondos urgentes para cosechar y eliminar esa fruta de las plantaciones.
 
Es que esa fruta, por la situación señalada, las granizadas sufridas en algunos casos, y el destino industria, sobre todo para jugos, el precio no alcanza. La paradoja de pedir subsidios para cosechar y tirar a la basura esa producción por cuestiones sanitarias explica que los argentinos no estamos haciendo las cosas bien; las peras y las manzanas son ejemplo de ello.
 
 

 

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