¿Quo vadis Argentina?
Richard Leslie Ramsay
Director de "Desafío Exportar".


En un editorial anterior, sostuve que el tiempo que falta para el cambio de gobierno es muchísimo  para seguir profundizando el descalabro que va a dejar al futuro gobierno. Descalabro que fueron armando en la seguridad que FpV no sería el partido de preferencia de la mayoría del electorado argentino.

El problema para ellos (y mucho más para nosotros) es que con electorado volátil, en poco tiempo entre saltos de canguro de intendentes y gobernadores  se estaría recomponiendo la figura de Daniel Scioli, frente a la meseta en la que entraron Mauricio Macri y Sergio Massa. La unión de estos dos últimos sería con seguridad el jaque mate para FpV, pero vanidades, orgullo, antiguos resentimientos mantienen distanciado al binomio,  que alejaría definitivamente el fantasma de una reelección presidencial: Scioli al gobierno y Cristina al poder.

Si para la oposición transitar por caminos sinuosos plagados de bombas, cazabobos y minas terrestres sería muy difícil, mucho más para el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien tendría sobre sus espaldas a una Cristina Kirchner, que para resolver el desaguisado del populismo practicado durante sus años de gobierno, no nos caben dudas que intentaría hacerlo con más populismo, rodeada como siempre por carilindos golden boys, incapaces de entender hacia donde va el mundo.

Por lo tanto, un oscuro panorama tenemos por delante, y quienes creían ver una luz en el fondo del túnel, tardíamente se darían cuenta que esa luz es de una locomotora que se acerca a enorme velocidad.

Desde el gobierno siguen desgobernando como si  recién comenzara su período de gestión.

Una década perdida, con crecimiento a tasas chinas que se fueron por el sumidero.

Ahora, producto de su forma de ser o mal aconsejada, avanza contra las obras sociales de los sindicatos, ya que al par de anunciar el ministro Kicilloff una elevación del mínimo no imponible, que no resuelve el problema, pone el ojo sobre el porcentaje que pagan los trabajadores para mantener su obra social, aumentando el malestar existente, y poniendo en la vereda de enfrente a los gremios oficialistas. Caló entendió el mensaje de las bases: con usted a la cabeza o con la cabeza de usted, y tuvo que salirle al toro para conservar su puesto de poder en la CGT oficialista.

El ministro de Economía  al referirse a la adecuación (que no acompaña la inflación de los dos últimos años) dijo muy orgulloso y suelto de cuerpo que los asalariados que pagan el impuesto al trabajo son mínimos porque la mayoría de los trabajadores ganan mucho menos que la base imponible. Admitir el ministro que los trabajadores ganan un sueldo que no alcanza, debiera avergonzarlo no enorgullecerlo.

En el entorno de Cristina Kirchner la preocupación es cada vez más manifiesta por obtener fueros que los proteja a partir del 10 de diciembre próximo, ya que dos de los tres candidatos a la presidencia de la Nación,  han prometido exigir a la Justicia investigar a fondo los actos de corrupción que han signado ambos gobiernos a lo largo de sus mandatos.

A menos que espúreos arreglos borren las promesas pre electorales, los próximos años serían de gran actividad en los tribunales de todo el país, por donde deberían transitar más del 50% de los funcionarios que acompañaron primero a Néstor Kirchner y seguidamente a su viuda Cristina Fernández.
 

Últimos 5 Artículos del Autor
[Ver mas artículos del autor]