Dólares, distorsiones e incertidumbre en Venezuela
César Yegres Guarache
Economista. MSc en Finanzas. Profesor universitario. Director Ejecutivo
de la Cámara de Comercio de Cumaná. Mención especial, Concurso Internacional de
Ensayos: Juan Bautista Alberdi: Ideas en Acción. A 200 Años de su Nacimiento
(1810-2010), organizado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
@YegresGuarache / cyegres@udo.edu.ve
Uno
de los mejores síntomas de las graves distorsiones que actualmente padece la
economía venezolana lo representa el tema cambiario. Por
más que se trate de apelar a los fundamentos teóricos y al rigor académico, es
prácticamente imposible realizar un cálculo preciso y confiable del valor real
de la divisa estadounidense, o de cualquier otra moneda extranjera, expresada
en bolívares.
En
medio de un terrible escenario de controles, trabas y excesivas regulaciones
que sitúan a la economía venezolana como la 7ma.u 8va.economía con el peor
clima de negocios en todo el mundo y la peor en América Latina y el Caribe
según estimaciones del Banco Mundial, el Gobierno mantiene 3 tipos de cambio
oficiales (6,30; 12 y 200 bolívares por dólar, con distintos fines y
disponibilidad) ante lo cual no extraña
que exista un mercado paralelo –ilegal y de oscuro funcionamiento- donde el
precio supera varias veces a cualquiera de esas tasas (465 bolívares por dólar
al momento de escribir estas líneas).
El
aparato productivo venezolano está atravesando una situación de semi-parálisis
ante la brutal insuficiencia de divisas para la importación de productos
manufacturados, insumos o bienes de capital, derivada de la caída de 50 % en el precio de la cesta
petrolera venezolana, industria que aporta el 96 % de las monedas extranjeras
que ingresan al país. Ante este difícil cuadro, el Gobierno apela a un
desgastado y absurdo argumento de denunciar una “guerra económica” por parte de
empresarios privados y grupos políticos opositores, obviando su inmensa
responsabilidad en conducir al país hacia este este estado de cosas por una
política económica que se soporta en un modelo estatista y controlador que ha
fracasado en todas partes del mundo donde se ha puesto en práctica.
Un
control de cambios como el que se ha aplicado en Venezuela desde hace ya poco
más de 12 años, no es recomendado por la teoría económica moderna como política
pública dado que, en general, genera más costos y beneficios, sobre todo cuando
se aplica a largo plazo y en economías con una marcada dependencia de un casi
único rubro de exportación. Los resultados de tal fracaso están a la vista: las
reservas internacionales se encuentran en su nivel más bajo en una década, las
divisas desviadas por la corrupción equivalen a toda la deuda pública soberana,
el país no ha podido diversificar sus exportaciones y los precios de los bienes
que se expenden en territorio nacional se han multiplicado por 29 desde que en
febrero de 2003 se inició tal control. Esto ocurre cuando privan los dogmas de
fe sobre la racionalidad económica o el sentido común.
Últimos 5 Artículos del Autor
16/05 |
Reason Weekend 2024
10/07 |
Freedom Fest - Las Vegas
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!