Hace 12 años nacía un sueño casi utópico llamado Notiar
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



Cada año que me toca describir el nacimiento de esta lucha cívica digital, en la inmensa profundidad de la minoría que nos resistíamos a admitir que 71 días antes, el 25 de mayo de 2003, un “amo de un feudo” sureño, usurero por herencia, se calzaba la banda presidencial en manos de su “padrino” Eduardo Duhalde.
 
Pensar que la tozudez del hoy senador nacional kirchnerista, Carlos Menem, que se cobija bajo la impunidad de su banca para incumplir la condena firme por el tráfico ilegal de armas a Croacia, vía Ecuador, evitó por sólo 6% que Ricardo López Murphy hubiera competido en un ballotage con Néstor Kirchner y dado un aire de libertad y reapertura al concierto civilizado de naciones que hoy, como dice Daniel Scioli en una de sus publicidades, nos contempla en el mapa al fin del mundo.
 
Sería injusto no recordar a los verdaderos padrinos de esta idea.
 
Malú Kikuchi, “Tata” Yofre y el “Beto” Valdez me aconsejaron que en lugar de enviar cantidades de mails a mis contactos tratara de hacer “algo” digital. Vicente Massot me aconsejó que citando la fuente no tendría problema alguno de plagio.
 
Todos ellos me brindaron fuerzas que no tenía.
 
La costumbre de enviar correos la tenía desde que mi “padrino político” Fernando de la Rúa era Presidente de la Nación, legítimamente electo por más de nueve millones de ciudadanos.
 
Todas las madrugadas remitía a rpo@presidencia.gov.ar las notas más importantes de los diarios del interior de nuestro país, que a veces los matutinos porteños no publicaban. Gracias a los edecanes militares de turno, entre ellos mi amigo Carlos Castro Madero – hoy Alte. retirado y héroe de Malvinas y de la masacre thatcherista contra el Crucero ARA Gral. Belgrano- mi presidente recibía una gacetilla de prensa todas las mañanas que marcaban una realidad muy diferente a lo que su Secretaría de Medios le hacía ver.
 
Luego del golpe cívico-empresarial de Eduardo Duhalde y, por sugerencias de los padrinos de Notiar, comenzamos humildemente junto con Marcela Caratti –madre de mis dos hijas- a zanjar un difícil camino sólo mantenido por “cuero político” ante la oscuridad que comenzaba a reinar.
 
En 2005 el ambiente comenzó a enturbiarse. Me amenazaron telefónicamente que si no dejaba de hacer “ese diario gorila” mi hija menor de entonces cinco años sería interceptada en el trayecto de mi hogar hacia el jardín de infantes.
 
Como si poco faltara, el 20 de mayo de 2005, una segunda amenaza casi me quiebra. Faltaban cinco días para que mi madre cumpliera 85 años y el mensaje fue directo: “Si hoy no es la última noche que seguís jodiendo, la puta de tu madre Angélica no llegará a cumplir años el 25 de mayo”. (sic).
 
En la mañana siguiente descansaba forzosamente por dos días en Unidad Coronaria del Instituto del Diagnóstico producto de un fuerte ángor coronario…
 
Estuvimos en la lista negra del diputado Edgardo De Petri – junto con otros nueve medios digitales-  quien en un proyecto de resolución nos denunciaba como desestabilizadores del régimen oprobioso que recién comenzaba  afianzar su poder.
 
Desde que Alberto Fernández se consolidó como “Rasputín” en su cargo de Jefe de Gabinete las amenazas comenzaron a hacerse sentir.
 
El entonces gerente de Netizen, nuestro servidor de esa época, me llamó telefónicamente para concertar una entrevista.  Allí fui y el miedo de ese caballero logró transmitírmelo: “le pido Doctor que aloje su diario digital en otro servidor porque nos llamaron de la Jefatura de Gabinete de Ministros y nos sugirieron que no siguiéramos alojando Notiar ya que podrían mandarnos una inspección general de la A.F.I.P.” (sic).
 
En 2010, durante la gestión Sergio Massa como Jefe de Gabinete nos volvieron a hackear la página. Claro que me enteré después de mi operación de triple by-pass, el 6 de octubre, que en lugar de la portada diaria aparecía el torso anatómico de un hombre con el pecho abierto explicativo de cómo era una operación de esas características.
 
Conservo la fotocopia de la página…cuesta volver a verla y pensar que “massita” pretende “cambiar” al kirchnerismo. ¡Cuánta hipocresía!!!
 
Pero Notiar nos trajo más alegrías que tristezas. Valió la pena y sigue valiéndola.
 
Haber conocido gente como Omar López  Mato; Enrique Guillermo Avogadro; Carlos Berro Madero; Jorge Asís; Juan Curutchet; Mariano Obarrio, Emilio Nani; Julio Bárbaro; Agustín Monteverde; Federico Pinedo; Nicolás Kasanzew; Ceferino Reato; Nicolás Márquez; Kanji Kikuchi; Martín Simonetta; Christian Sanz; Gustavo Lázzari; Carlos Mira; Guillermo Lascano Quintana; Fernando Laborda; Andrés Cisneros; Roberto Cachanosky; Gabriela Pousa; Jorge Raventos; José Luís Zorzi; Silvia Mercado; Marcela y José María Campagnoli; Willy Kohan; Fernando González; Guido Valeri; Alejandro Olmedo Zumarán; Fanny Mandelbaum; Alejandra Gallo y tantos otros -hoy amigos- justifican esta lucha diaria.
 
Lucha por la libertad como forma de vida; por la plena independencia de los poderes republicanos; por los valores que nos enseñaron cuando niños y por la rebelión tomista ante cualquier dictadura envuelta de populismo.
 
Solo me resta decirles GRACIAS!!!!!!!! y que todos juntos "Cambiemos".... para recuperar la República ultrajada.
 

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