Dos hitos que podrían ser históricos
Richard Leslie Ramsay
Director de "Desafío Exportar".


Días pasados, en el marco del Ciclo Almirante Storni que organiza la Liga Naval Argentina, el diputado nacional Gustavo Martinez Campos, presentó oficialmente los proyecto de ley de Marina Mercante y de la Industria Naval.
 
Ambos proyectos se contraponen con el promocionado proyecto de ley de Marina Mercante e industria naval, presentado por el diputado nacional Gastón Harispe, con letras y espíritu del subsecretario de Puertos y Vías Navegables, ingeniero naval Horacio Tettamanti, que pese a la declamatoria de un consenso amplio, fue rechazado de plano por los sindicatos y empresarios del sector.
 
Cerca de 2000 personas no pudieron acceder al salón auditorium del anexo de la Cámara de Diputados, dado que se encontraba colmado de personalidades de los sectores mencionados más arriba, además de la Armada y la Prefectura Naval.
 
Juan Carlos Schmid titular del SDYB y vocero de la CGT Azopardo, se refirió al proyecto Harispe- Tettamanti con singular rechazo, ya que el mismo está considerado como hecho a medida de los intereses industriales del subsecretario.
 
Lo más destacable de los proyectos presentados por Martinez Campos, de llegar a ser sancionados favorablemente, serían las bases de sustentación de refundación de la Marina Mercante, hoy prácticamente postrada por políticas contrarias a su desarrollo, y con nulo interés por parte de este gobierno de fijar políticas de fomento para recuperar las cargas y fortalecer las economías regionales, dado que el flete terrestre puede ser hasta ser mayor,que el costo de la mercadería.
 
En la década del ·70, las cargas por la hidrovía eran transportadas casi en forma monopólica por buques de bandera argentina. Entre Flota Fluvial del Estado Argentino y las empresas navieras privadas (que crecieron y se desarrollaron en su entorno) transportaban casi el 100% de la producción regional. Ni Paraguay ni Bolivia accedían a dichas cargas porque carecían de flotas. Hoy Argentina participa sólo del al 3% de la producción nacional de granos y aceites destinados a la exportación, el 97% restante lo transporta la flota paraguaya y en menor medida convoyes de empuje bajo bandera boliviana. Es decir, Argentina draga y baliza la hidrovía a su costo pero es utilizada por los países hermanos. Dichos fletes generan unos 3.000 millones de dólares anuales, que van a enriquecer las arcas de las empresas paraguayas y bolivianas.
 
El flete es una exportación de servicios que muchas veces formó parte de los discursos presidenciales, pero que en la práctica nunca pasó de eso. De hecho, ni la marina mercante ni la industria naval, formaron o forman parte de la agenda presidencial. Por ello, destacamos la labor parlamentaria del diputado Martínez Campos, que con su proyecto de ley podría significar la refundación de ambas actividades.
 
Tucumán
Lo sucedido en los comicios tucumanos para la elección de gobernador, debiera pasar a la historia como el intento de fraude más grande llevado a cabo en nuestro país en gobiernos democráticos. Al cierre de esta edición, la Junta Electoral estaba evaluando la posibilidad de llamar nuevamente a elecciones, dado la cantidad de anomalías rayanas en lo grosero y ridículo. A mi entender sería lo más saludable, ya que asumir en medio de sombras de fraude no garantizaría gobernabilidad.
 
Destacable la actitud honrosa del pueblo tucumano que todas las noches salen a manifestarse en paz contra el régimen feudal y el fraude, respondidas desde el poder con una represión casi desconocida. Lamentable la labor de los medios periodísticos que olvidan su función de informar y con un sospechoso silencio dejan de ser periodistas para pasar a ser cómplices del gobierno de Alperovich, feudal y prebendista. Es evidente que este gobierno sabe como compensar el silencio periodístico ante tanta agresión.
 
Dice un antiguo refrán “No hay bien que por mal no venga”. Este fraude provincial alertó a lo que podría suceder en las elecciones nacionales, y ya existen fuertes reclamos para cambiar la forma actual, que permite la alteración de la voluntad popular. El pueblo tucumano nos dio una lección de dignidad. En Tucumán nació nuestra primera independencia, quizás haya sido éste el primer paso para la segunda. Que al baño de dignidad llegue a los dirigentes opositores y entiendan que vanidad, personalismos y vedetismos, sólo favorecen al gobierno. Que sea un “basta” de gobiernos populistas retardatarios, que han sumido al país en una división social que llevará años su recuperación.
 
Volvamos a ser república.
 
 

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