Fundación Atlas 1853

En las elecciones de octubre, nos puede pasar lo de Brasil

Eloy Soneyra

Doctor en Psicología de la Universidad de Belgrano especializado en Calidad y Factor Humano. Es autor y editor de libros como: “Gerencia y Excelencia, Calidad de la A a la Z” (el primer diccionario enciclopédico de la calidad y la gerencia en el Mundo), “Autodiagnóstico de la Gestión empresaria” (primer sistema cuantificado con las Bases del Premio Nacional a la Calidad). Director Ejecutivo del Estudio Soneyra, organismo destinado a la Psicología Aplicada a la Clínica y a asesorar a personas de empresas sobre Calidad y Factor Humano. Mención especial, Concurso Internacional de Ensayos: Juan Bautista Alberdi: Ideas en Acción. A 200 Años de su Nacimiento (1810-2010).

Los resultados de las elecciones en Brasil del 26 de octubre del pasado año, muestran que el Partido de los Trabajadores de Dilma Rousseff se impuso en las regiones más carenciadas de Brasil, mientras que el Partido de la Social Democracia Brasileña que llevaba como candidato a la presidencia de la nación a Aecio Neveslo logró en las ciudades donde los carenciados son minoría.

Resultado que se explica por el denominado Teorema de Pareto, que observó que el 80% de los ingresos deviene del 20% de la población, por ello donde la gente siente que el estado debe distribuir la riqueza, gana el partido que sostiene la idea de Estado Benefactor, en cambio en las ciudades donde los ciudadanos sienten que la riqueza es el resultado del esfuerzo de lo que ellos crean, votan al partido que en su plataforma sostiene la defensa del derecho de propiedad.

Propiedad que es propiedad social en el caso Dilma Rousseff, mientras que para Aécio Neves es propiedad individual, idea base del derecho que sostiene que la propiedad es del productor, como muy bien lo muestran los indiscutidos ingresos de deportistas y artistas, cuyos millonarios montos no se critican, si bien se censura cuando son de particulares o de sus empresas, que en realidad con su creatividad contribuyen a la calidad de vida de los ciudadanos.

Y una reflexión más, la mayoría del 51,64% de los votos logrados por Dilma Rousseff provinieron de los destinatarios a los aportes a los carenciados, que ha hecho el gobierno populista del Partido de los Trabajadores, dineros producto de acciones a lo Robin Hood, que quitan a los que con esfuerzo crearon riqueza, para darlo a aquellos que en nada contribuyen para la sociedad y en menor grado a la Nación. Todo porque el tema de la corrupción en Brasil, no importa, como acontece en laRepública Argentina y en Italia.

En otras palabras apoyaron a Dilma votantes que no sienten tener problemas, por desconocer aspectos de la economía, industrial, de servicios y comercial, que favorecen la economía de amigos, pero impiden el ingreso de grandes inversores temerosos del Estado de Bienestar, personas que integran los 56 millones de votantes que tiene planes sociales y no buscan trabajo, son los zánganos de la colmena.

Además Aécio Neves, no marcó lo suficiente que el ganador Partido de los Trabajadores de Lula con el comunista de Castro, crearon el Foro de Sao Pablo que busca extender el comunismo en América Acá tampoco la ciudadanía lo sabe y sus líderes opositores lo usan de bandera, quedando así sin defensa los derechos a la propiedad, la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Algo así como no importa a esos votantes que el gobernante esquilme a los que más tienen, si una parte de eso le es dado. Lo malo de esto es que muchos creyentes olvidan que en la segunda carta a los Tesalonicenses,San Pablo expresó:“el que no quiera trabajar, que no coma. Ahora bien, sin embargo, nos enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no haciendo nada y entrometiéndose en todo. A éstos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajen para ganar su pan”. Pero lo cierto es que una gran parte del electorado vota con el bolsillo, y la conducción K lo sabe y CK lo aplica, con lo cual en las elecciones de octubre nos puede pasar lo de Brasil el 26 de octubre de 2014.