Ante una nueva y gloriosa Nación
Richard Leslie Ramsay
Director de "Desafío Exportar".


Al cierre de esta edición aún las radios y televisoras argentinas están tratando de explicar lo sucedido durante la jornada del domingo. Los embaucadores de siempre (analistas de opinión que venden sus resultados al mejor postor) tratan de explicar lo inexplicable para mejorar una imagen que creemos no tiene retorno. Se puede volver de todo, menos del ridículo. Menos analistas promete un clima más sano.
 
Hoy Cristina Fernández de Kirchner debe preguntarle a su espejo ¿porqué se equivocó la realidad? Sucedió señora presidente, que el relato ya no lo creía ni sus amigas más entrañables Hebe de Bonafini y Estela de Carloto. No se puede engañar a todos todo el tiempo…
 
No se puede negar la pobreza en la argentina, ni la inflación, la seguridad, la corrupción, el narcotráfico, el enriquecimiento ilícito extralimitado del entorno cercano al Ejecutivo, inauguraciones varias veces la misma, hospitales vacíos, la destrucción de las economías regionales, cierres de frigoríficos y establecimientos lecheros emblemáticos. Y sabe porqué señora presidente? Porque al lado de cada establecimiento hay gente que vivía de ellos y de un dìa para otro, gracias a la política económica de su ministro de Economía Axel Kicilloff, le cerraron las puertas en sus narices, y eso, sabe qué señora, no se puede ocultar con relato.
Para usted se equivocò la realidad. Para nosotros vivió demasiado su relato y se aislò de aquellos que podían indicarle el camino equivocado. Sembrò miedo. Recogiò silencio.
 
Por mi parte hago votos para que desde ahora hasta el 10 de diciembre deje de pensar que nuevas bombas puede instalar para dinamitar el próximo gobierno. Jugó fuerte y perdió. Haga un acto de contrición y ayude a un traspaso en paz, sea Scioli o Macri.  Ayude, aunque tarde, a pacificar.
 
El próximo gobierno se hace cargo sin reservas económicas en el Banco Central, pero con enormes deudas, algunas de cumplimiento inmediato.
 
El país debe ser refundado, pero es imposible hacerlo solo. Requerirá de la mejor voluntad, paciencia u tolerancia. Años de destrucción de la economía no se resuelve en seis meses. Nos esperan días complicados pero a sabiendas que hay intelectuales trabajando para emerger, y la luz en el túnel no es un tren que viene por la misma vía a toda velocidad en sentido contrario.
 
Quien resulte ganador en el ballotage, sea quien sea, estará obligado a escuchar la voz de la gente para equivocarse menos. Por nuestra parte no ocultamos nuestra simpatía por Mauricio Macri, quien por gestión tiene pergaminos para mostrar que supo y que sabrá gobernar. Que tiene cintura política para acordar políticas de consenso con la oposición, y es obvio que el consenso siempre juega a favor de la gente.
 
Se respirará otro clima en el Congreso y la Justicia. Los jueces venales y corruptos se tendrán que cuidar de sus actitudes sospechadas de parcialidad. Adiós a la escribanía en diputados y senadores. Ya no existe la mayoría para nadie, y la prepotencia (durará hasta diciembre), aunque queremos creer que algún argentino queda a la hora de  votar en diputados y senadores.
 
Queda todavía para aprobarse en el Congreso el  Presupuesto Nacional, que hace agua por todos lados, pero habría que confiar en que no sería aprobado a libro cerrado, y la discusión en el recinto podría modificar algunas de las tramposas condiciones inaplicables.
 
Hoy no termina nada. Sólo el comienzo de un país que tuvo terremotos y tsunamis, gracias a una clase política venal y sumisa que aprobó todo sin cuestionar nada ni hasta el ridículo.
 
El relato de la década ganada quedó atrás.
 
Gracias a Dios. Ya puede visitarnos el Papa Francisco, a sabiendas que no será usado.
 
 
 

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