Sinceramiento educativo
Edgardo Zablotsky
Ph.D. en Economía en la
Universidad de Chicago, 1992. Rector de UCEMA. En Noviembre 2015 fue electo Miembro de la Academia
Nacional de Educación. Miembro del Consejo Académico de la
Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Consultor y conferencista en políticas públicas en el
área educativa, centra su interés en dos campos de research: filantropía no
asistencialista y los problemas asociados a la educación en nuestro país.
Se habla del sinceramiento económico, pero ¿no es hora de
sincerar también nuestra realidad educativa? ¿No es hora de admitir que el
ingreso irrestricto a las universidades es una real estafa para los alumnos?
En octubre pasado el Senado aprobó una ley que prohíbe
implementar exámenes de ingreso a la universidad. El proyecto fue impulsado por
la entonces diputada del Frente para la Victoria Adriana Puiggrós. Su séptimo
artículo lo especifica taxativamente: “Todas las personas que aprueben la
educación secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la
enseñanza en el nivel de educación superior”.
Alieto Guadagni, miembro de la Academia Nacional de
Educación, subrayó lo lamentable de esta decisión: “Es una paradoja, porque
mientras más fácil se hace el ingreso, más difícil es egresar. Es como
pretender correr una maratón de 42 kilómetros sin entrenar, y la verdad es que
se está frustrando el futuro de los chicos y esta ley consagra el atraso
educativo de Argentina”.
Es claro que la legislación elimina la posibilidad de
realizar un proceso de admisión como el tradicionalmente llevado a cabo por la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de la Plata. Por ello, dicha
facultad anunció a mediados de diciembre pasado la eliminación del curso de ingreso
y habilitó desde marzo 2016 el cursado de materias de primer año a todo aquel
ingresante que se anote con este fin. A modo de ilustración, en los últimos
diez años aprobaron el curso de ingreso un promedio de cuatrocientos
estudiantes sobre un total de 1.500 a 1.900 inscriptos anuales.
Frente a la nueva legislación, los representantes
estudiantiles en el Consejo Directivo de la facultad propusieron establecer un
curso de nivelación de dos meses para que los alumnos ingresantes aprendiesen
técnicas de estudio y comprensión de material académico. Las autoridades
rechazaron la propuesta y prefirieron la eliminación total de cualquier
requisito para el ingreso. Según señalamiento de la decana Ana Lía Errecalde:
“En dos meses no se pueden nivelar conocimientos. No resulta útil. Para aprobar
eso, preferimos dejar sin efecto los cursos”. La posición de las autoridades en
el Consejo resultó triunfante al ser acompañada por los votos de los
representantes de los docentes, los no docentes y los graduados.
Es hora de sentarnos y admitir el real problema. Los
efectos de la eliminación del cepo cambiario se vieron poco menos que
instantáneamente, mientras que los efectos de cualquier reforma educativa
tardarán varios años en percibirse. Sin embargo, el fracaso de miles de jóvenes
argentinos que vegetan en universidades de las que no se graduarán es altamente
costoso. El 73% de los estudiantes abandona la universidad, los jóvenes pierden
años valiosos que podrían dedicar a adquirir el capital humano necesario para desenvolverse
exitosamente en una infinidad de oficios requeridos por nuestra sociedad.
Sincerar la economía ha sido un paso adelante. Sincerar
nuestra realidad educativa es imprescindible y, por cierto, mucho más relevante
en el largo plazo.
Últimos 5 Artículos del Autor
16/05 |
Reason Weekend 2024
10/07 |
Freedom Fest - Las Vegas
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!