Obama en Cuba
Armando Ribas
Abogado, profesor de Filosofía Política, periodista, escritor e investigador. Nació en Cuba en 1932, y se graduó en Derecho en la Universidad de Santo Tomás de Villanueva, en La Habana. En 1960 obtuvo un master en Derecho Comparado en la Southern Methodist University en Dallas, Texas. Llegó a la Argentina en 1960. Se entusiasmó al encontrar un país de habla hispana que, gracias a la Constitución de 1853, en medio siglo se había convertido en el octavo país del mundo.


   No puedo menos que insistir en la aberración ética y política que significa el presente acuerdo del presidente Obama y el dictador Raúl Castro. Aunque parezca una falacia histórica la próxima visita de Obama a La Habana aparece ante los ojos del mundo como reconocimiento implícito del error de la política americana hacia Cuba en los últimos 55 años. En otras palaras el error es de Estados Unidos y el triunfo es de la izquierda que en sus diferentes vertientes totalitarias y democráticas considera a Estados Unidos el país imperialista del mundo. Consecuentemente todo parece indicar que el mundo parece aceptar que la pobreza en Cuba ha sido causada por el embargo americano. Y más aun la izquierda pretende confundirlo con un bloqueo. El bloqueo hubiera impedido que Cuba comerciara con el resto del mundo, lo cual no fue así.
 
    Hace tiempo escribí “A la Voz de Cuba la Voz de Armando Ribas”, donde expuse mi criterio al respecto de que el embargo beneficiaba a Fidel Castro políticamente, y por ello consideraba conveniente eliminarlo. Algunos amigos en aquélla oportunidad comenzaron a pensar que yo me había hecho fidelista. Estuve en contra de Fidel desde que estaba en la Sierra Maestra y más aún después de su primer discurso en La Habana donde expuso claramente: “Estamos aquí no por el Pentágono sino en contra del Pentágono”. Pero he aprendido que como diría Campoamor “La política tiene razones que la razón no conoce”. En virtud de esa razón me percaté de que más allá de las razones claras por las que Estados Unidos había impuesto el embargo, a quien había beneficiado políticamente era a Fidel Castro ante los ojos del mundo influenciado por la izquierda.
 
    Mi propuesta al respecto era que se suspendiera el embargo, pero no por acuerdo con Cuba, sino por decisión propia. Si los empresarios americanos decidían mantener relaciones comerciales e invertir en Cuba era su derecho y responsabilidad. Pero el embargo requiere otras aclaraciones. El embargo no fue una decisión unilateral de Estados Unidos, sino una respuesta a la política de Fidel Castro tan pronto llegó al poder de nacionalizar todas las propiedades americanas en la isla e inclusive romper relaciones con Estados Unidos. Así se rompió el acuerdo Hay Quesada por el cual Estados Unidos le pagaba a Cuba por el azúcar el doble del precio del mercado mundial.
 
Pienso que es una contradicción histórica que en estos momentos la Sra. Merkel en Alemania ha decidido reconocer los crímenes de los nazis durante la época de Hitler y el Holocausto, los crímenes de los Castro son ignorados en el Globo Terráqueo. Crímenes que no solo se cometieron en Cuba sino que se extendieron a América Latina por la guerrilla organizada en Cuba y financiada por Rusia.
 
    ¿Acaso Obama cree que Raúl Castro va a cambiar y democratizar el régimen totalitario que rige desde hace más de 55 años? Ya debiéramos saber que la única razón por la cual Raúl Castro ha pretendido este acuerdo con Estados Unidos económicamente pero no políticamente es porque Cuba ha perdido el soporte económico de Rusia y más aún el de una Venezuela quebrada precisamente ante el intento de Chávez y Maduro de convertirla en otra Cuba.  
 
    Por 55 años los Castro han sido indiferentes a la pobreza generada en Cuba por el sistema comunista impuesto, en tanto que ellos viven como reyes. Esa situación ha continuado aun después que ha habido inversión extranjera en Cuba y como se sabe los empresarios pagan los sueldos de sus empleados al Estado y éste les da apenas un 20%  del total recibido.  No obstante se está intentando comparar este intento con la política de Nixon con respecto a La China. Aparentemente se ignora que en aquella oportunidad, si mal no recuerdo la China estaba enfrentada con Rusia y nos encontrábamos en plena guerra fría. La decisión fue política, por más que ella implicó un cambio sustancial en la economía china, que le ha permitido ser la segunda economía mundial. Hoy se pretende ver a la China como una amenaza a los Estados Unidos y yo me niego a aceptar esa teoría. Como he repetido hasta el cansancio el mundo ha dado un vuelco ético político a partir de las armas nucleares, que como bien dijera Juan Pablo I son disuasorias y no bélicas. La China hoy mantiene un superávit comercial con Estados Unidos de unos u$s200.000 millones y no creo que pretenda perderlo ante una nueva guerra mundial.
 
    Este cambio en la política americana hacia Cuba se basa en el pensamiento de Obama de que la política seguida hasta ahora ha fracasado. Este es un error de concepto. Si bien como antes dije el embargo ha beneficiado políticamente a Fidel Castro el objeto del mismo nunca fue el derrocarlo ni cambiar la política cubana. Ya debiera saber Obama que los líderes iniciadores de un sistema totalitario, jamás han abandonado el poder de mottus propio para cambiar el régimen. En Rusia se tuvo que morir Stalin,  en la China Mao Tse Tung que fue sustituido por Deng Tsiao Ping que era su opositor y casi le costó la vida antes de alcanzar el poder y la caída de Hitler se debió a los tanques Sherman. En Sto. Domingo los dominicanos tuvieron suerte de que ya no estaba Kennedy y el presidente era Lyndon Johnson. Kennedy había traicionado a los cubanos en bahía de Cochinos y durante la crisis de los misiles entregó a Cuba a la órbita soviética. Johnson por el contrario envió a los marines para derrocar al dictador fidelista que gobernaba.
 
    El embargo como antes dije no fue un proyecto político, y a las pruebas me remito, el efecto político fue indudablemente contradictorio. Por tanto no se le puede juzgar en esos términos para justificar una política de acuerdo con los mayores criminales de América latina. Ya tengo entendido que existe la propuesta interna de que Raúl Castro sería sustituido por su hijo, que por supuesto pertenece a la Nueva Clase. Y no olvidemos que tal como dice Earl T.E. Smith el embajador americano a la llegada de Fidel en su obra “El Cuarto Piso” fue Eisenhower quien decidió la salida de Batista y la llegada de Castro al poder en Cuba.
 
    Obama planea su viaje a la Habana para el 21 de Marzo y a su salida venir a La Argentina. Diría que estas visitas implican otra contradicción política. En tanto que en Cuba prevalece el régimen totalitario que la destruyera, en La Argentina ha surgido en la figura del presidente Macri un proyecto decididamente liberal y democrático, de integración al mundo y donde se respetan los derechos individuales. Venga Obama a la Argentina y no pretenda justificar el régimen cubano. Por favor no le dé una nueva arma  la izquierda que demagógicamente amenaza a gran parte del mundo desde el poder y la oposición.    
      
 

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