Trump. ya rubio de ojos celestes
Osvaldo Rolleri Aragón
Investigador, especializado en Seguridad. Corresponsal desde España de Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


En mi última nota “Hay que destruir a Trump”, analicé los ataques recibidos de todos los ámbitos del planeta sobre el nuevo “outsider”, que ponía en peligro las estructuras políticas tradicionales. Qué ha sucedido en este tiempo.
 
Con un discurso llano, directo, firme y sin hipocresía, ha planteado las ideas originales de los padres fundadores; tal vez, con la demagogia y populismo que los otros candidatos no lograron, dado que el objetivo de todos es llegar al poder, usando las metodologías que se encuentren disponibles. Pero los ataques más descarnados, fueron contra él porque se lo visualizó como el posible ganador. Procedimiento usual en todos los países.
 
Hoy ya candidato Republicano, por sufragios internos, ante la posibilidad más cierta que podría ser el presidente de Estados Unidos, las críticas salvajes han disminuido. Aunque falta que lo acepte y lo consagre como tal, la estructura de su propio partido, donde las prebendas, el nepotismo, amiguismo y todas las corruptas costumbres políticas se encuentran enquistadas, y no sea fácil extirparlas. O sea, se lo ve a Trump como una amenaza a esos “derechos” (non sanctos) establecidos.
 
El futuro es impredecible, pero la probabilidad de que Trump llegue al poder es cada día más real. Y como un empresario que ha sufrido las exacciones impositivas a lo largo de su vida, sabe que esos recursos sustraídos, no son para el bienestar de los pueblos sino para mantener una estructura de poder que ha seguido ampliándose en las últimas décadas. Y consecuentemente, reduciendo el nivel de vida de la población, como sucede en casi todos los países. Como relata Guillermo Yeatts, en forma muy elegante:   En términos de Mancur Olson el Estado es tomado en función de sus intereses por “coaliciones de distribución” o “grupos de intereses especiales”.
Estos grupos, cuyo objetivo es solo la renta, temen que pueda haber cambios que puedan afectar la misma, y ven con recelo al nuevo candidato. Pero, como son avezados negociadores, saben que ‘si no puedes vencer a tu enemigo trata de unirte a él’.
 
En resumen, el maldecido y odiado Trump, del cual se dice que traerá las mayores catástrofes bélicas al mundo, tendrá que competir en ese campo, con los muy respetados y admirados Putin (Crimea y Chechenia), Maduro (ya lleva más víctimas que en una guerra), Bashar al-Ásad (más de 300.000 sirios muertos), y la lista podría seguir.
 
El poder de la comunicación y los medios, en manos de la ideología de los respetados y admirados (mencionados más arriba), han logrado presentar como un monstruo a una oveja y como un inocente al asesino. Por suerte, las nuevas tecnologías, están permitiendo una comunicación distinta y que podría provocar cambios significativos, para eliminar esos grupos de intereses especiales, que han ido esclavizando las poblaciones en las últimas décadas.
 

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