Kirchnerismo en estado puro
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



“Un peronista electo sólo se va antes del poder por golpes militares o por un tiro en la cabeza por problemas pasionales”
-Jorge Asís

 
Lo que pareciera una fórmula trigonométrica es el reflejo de la falacia semanal del kirchnerato en decadencia.

La calificación descendente de Standard & Poor’s (de B a CCC+) sobre el grado de confiabilidad económica mundial de nuestro país que la encuadra en un virtual default técnico, a pesar que la oposición con criterio responsable y -pensando qué dejará el régimen en 2015- apoyó el tercer canje de deuda, tardío e inexistente para los bonistas acreedores del 7% defaulteado de nuestra deuda, marca un hito causal de fin de ciclo.

Fin de ciclo que parecen desconocer los miembros del oficialismo al enviar y tratar de justificar en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados de la Nación al presentar un presupuesto 2014 –supuesta Ley de leyes- tan increíble como bochornoso. 

De allí surgen las estimaciones extravagantes de una inflación proyectada del 10,4% frente a un cercano 27% con que concluiremos este año; de un crecimiento del orden del 6,2%; de un dólar a diciembre de 2014 a $ 6,33 (mientras hoy el mercado libre oscila los $9,30) y de un aumento en la presión fiscal del 15% (que comenzaremos a percibir con la lógica disminución de subsidios a los servicios públicos desde el 1 de noviembre de 2013).

Debemos sumarle al gobierno nacional y popular que mientras la presión tributaria de 2007 a 2013 aumentó un 30%, en el decenio trágico lo hizo en un 100%, es decir que en 2003 recadaban $72.000 millones y a finales de 2013 habrán quitado del bolsillo de los contribuyentes jubilados, monotributistas y autónomos la módica suma de $ 822.000.-

Martínez de Hoz desde donde esté, se sorprenderá del poder de su viejo tanquecito –ahora montonero-de la ex D.G.I.

Todo ello no cerraría en esta gran locura gobernante sin personajes como Alejandro Granados, nuevo Ministro de Seguridad bonaerense, y Ricardo Echegaray –hombre con fortuna en la dékada ganada si los hay- quien como buen padre que sin duda es, tratará de motivar la factura fiscal a través de un nuevo Loter-IVA otorgándole al ganador mensual como premio un AUDI A-1 como le regalara a su hija Camila con motivo de cumplir la niña sus primeros dieciocho años de vida.

Como dijeran Van der Kooy y Blank en “Código Político”: 56 es el número que marca la multiplicación del aumento patrimonial del “recaudador” desde 2000 a la fecha… El amigo de Rudy Ulloa Igor deberá comentarle a los jueces cómo hizo como ex suboficial de la Armada, abogado luego, ex Administrador de Aduanas después, mas siempre empleado público para obtener ese logro, sólo superado por Bill Gates o por Carlos Slim entre otros pocos otros.

Como se pregunta el periodista de investigación Christian Sanz… ”¿Cuál que fue el papel que cumplió Rudy Ulloa Igor en el crecimiento exponencial del narcotráfico durante la gestión de Echegaray en Aduanas? (sic). La respuesta la tiene la Justicia, así con mayúsculas, ni prebendaria, temerosa o decadente durante el régimen kirchnerista.

Como agrega el periodista: “…puede decirse que Echegaray es el funcionario más poderoso del gobierno. Incontrolable y polémico; verborrágico e inquietante” (sic).

Queda en manos de los jueces federales defender su honorabilidad y no trasuntar la decadencia política que los cobijó tras el sádico decenio.

Lo que no festejó Echegaray esta semana fue la reapertura de su causa sobre el manejo indiscriminado en la O.N.C.C.A. y los desvíos de fondos sucios supuestamente realizados a través de los feed lots. Esa causa en la que Echegaray y sus secuaces descansaban bajo el manto de impunidad fue reabierta por la Sala I de la Cámara Federal y vuelve a ubicarlos en estado de sospecha ante los desvíos de fondos de subsidios a sociedades inexistentes.

El otro personaje en cuestión, hoy sheriff bonaerense, es el multiperonista Alejandro Granados. 

Desde servirle chorizos en su cabaña-restaurant “El Mangrullo” a Menem y a Duhalde hace más de veinte años a convalidar “la bala loca” en su feudo de Ezeiza a ser sheriff del montonerismo decadente sólo debió cumplir con una lógica sólo peronista: saber oler dónde está el poder. Así asumió como Secretario de Seguridad del polifacético Scioli y juramentó “gatillo fácil” para todo aquel que se precie de violentar la salud, la vida y la propiedad de cualquier bonaerense de hoy, sujeto a la “ruleta rusa” del garantismo zaffaroniano.

Esta mezcla de Granados y Echegaray marcan la semana política del régimen.

Uno por exceso de obsenidad económica, el otro por matonismo impetrado en las altas esferas del gobierno. Ambos con un mismo destino: el fracaso. 

Echegaray, camino a secundar a Ricardo Jaime como el segundo ex ucedeista procesado del kirchnerato y seguramente condenado a futuro. Granados porque sus parches en nada podrán frenar del narco imperio que vulnera autoridades legítimamente constituidas aunque violadas en su impericia.

Ni los 5.000 gendarmes hacinados peor que ganado en zona extraña, ni “el doctor” Mariano Recalde tratando de justificar los dispendios camporiles en nuestra aerolínea de bandera patotando a los legisladores de la oposición bajo un manto de soberbia, aún impune, lograrán que dentro de sólo cuarenta y dos días el pueblo unido en defensa propia les manifieste su reprobación y su sabio camino a los fueros de la justicia republicana que nos legara Alberdi y que siempre vulnerara el peronismo, desde el jefe supremo hasta “massita”.
 

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