Obama y Rohani se horrorizan del vandalismo estudiantil porteño
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



“Informar implica hoy asumir el riesgo de la persecución”
Asociación de entidades periodísticas de la República Argentina (A.DE.PA.)
 
Ni S.S. Francisco, principal exponente del freno al ataque americano a Siria, ni Obama y Rohani que decidieron levantar el teléfono tras 34 años de amenazas del fundamentalismo iraní acerca de un eventual desarrollo para fines indescifrables de su energía nuclear y descomprimir las flagrantes amenazas y ejecución de masacres por parte del terrorismo islámico, dejaron de sorprenderse de la dejadez moral y preocupante decadencia de una sociedad como la argentina.
En este caso la prueba de la deflagración cultural la han demostrado alumnos y padres de colegios tomados por once días en reclamos –muchos de ellos lógicos- de futuros cambios curriculares en la enseñanza media.
Decimos primeramente padres porque han demostrado sus frustraciones vivientes y canalizado ellas en su imberbe apoyo a las actitudes irresponsables de sus hijos, muchos de ellos que dentro de cuatro domingos emitirán su voto en las elecciones parlamentarias, en su gran mayoría para representaciones minúsculas con inexistente repercusión política a nivel nacional.
Esos mismos padres, mas adolescentes de cultura cívica que su hijos apoyaron las tomas con vehemencia hasta que el vandalismo de cinco delincuentes que ocupan asientos en el Colegio Nacional de Buenos Aires y que como bien dijera su Rector Raúl Zorzoli no merecen recibir un diploma de egresados de tan señera institución histórica.
Criaron cuervos, esos mismos cuervos de los que hoy enaltecen sus frustraciones de vida y que pronto, muy pronto se encargarán de sacarles sus ojos. Recién entonces comprender el daño hecho a sus hijos al trasladarles sus frustraciones vivientes y transmitirles un resentimiento social rayano en la anarquía.
Los “chicos” tendrán su pena tal cual lo expone el Código Penal al tipificar el delito de daño agravado. Dice el art. 229: Se impondrá prisión de seis meses a tres años:
1) Si el daño fuere ejecutado en cosas de valor científico, artístico, cultural o religioso,
cuando por el lugar en que se encuentren, se hallaren libradas a la confianza pública,
o destinadas al servicio, a la utilidad o a la reverencia de un número indeterminado de personas…
Sin dudas que nadie pretende un cumplimiento efectivo de la pena de prisión pero sí que la condena los obligue a realizar tareas comunitarias en escuelas públicas de la ciudad en que habitan. Respecto a sus padres les cabe el resarcimiento económico del daño causado por sus hijos.
Qué ejemplo sería si la Justicia sólo hace cumplir la ley a rajatablas. Para los vándalos limpiando baños en escuelas no privilegiadas como en la que cursaban estudios y para los padres sacar billetes de sus bolsillos hasta restablecer -en lo que resulte posible debido a la pérdida histórica- a la Iglesia de San Ignacio de Loyola, Patrono de los jesuitas, y la más antigua de nuestra Buenos Aires.
Claro que si el delito concurre en conjunto con el de asociación ilícita (haberse confabulado para lograr el delito), la pena se agravaría sustancialmente.
Pero bien, si algo han logrado estos sátrapas es que la sociedad en su conjunto se movilizara en su repudio. Y con la poca reserva moral resabio de la década kirchnerista, eso no es poco.
Aunque hay que destacar que fue la sociedad y los medios de comunicación social quienes se hicieron eco de los hechos; ¿o acaso el lector escuchó a algún dirigente político porteño –candidato o no- manifestarse públicamente en contra de la toma indiscriminada de los establecimientos de enseñanza pública?. ¿Tendrán miedo de perder voto adolescente?.
Lo que sí resultan escasas son nuestras reservas monetarias y las proyecciones presupuestarias votadas por el kirchnerismo en fuga en la Cámara de Diputados, que seguramente serán aprobadas en el Senado de la Nación.
De los U$S 37.000 millones de reservas monetarias del B.C.R.A. sólo U$S 27.000 millones son líquidos; los U$S 8.000 millones restantes son títulos absorbidos por títulos de Tesoro y de la A.N.S.E.S., cada día más vaciada por la malversación de caudales públicos de los aportes de los trabajadores en desmedro de los actuales derechos de nuestros jubilados y pensionados.
Las mentirosas cifras presupuestarias que proyectaban para 2013 un superávit de $ 1.085 millones arrojaron en los primeros ocho meses de este año un déficit de $ 46.700 millones.  Ahora para 2014 nos prometen un superávit de $ 3.579 millones.
Mientras las importaciones subieron (a pesar del cepo) un 14%, las exportaciones lo hicieron sólo un 1,6%, teniendo su mayor incidencia el área energética que importó un 103% mas que en 2012.
Respecto al pago de los intereses de la deuda pública se proyecta para 2014 un aumento del 74%, equivalente a moneda de hoy a $ 80.322 millones.
Y como si la mentira fuera poca, la deuda pública este año aumentó $ 100.000 millones y en la actualidad asciende, sumando los adelantos transitorios del B.C.R.A. y el vaciamiento de la A.N.S.E.S., a la módica suma de $245.000 millones de pesos.
Con estas pocas cifras al lector cabe preguntarse: ¿hasta cuándo podrán soportar tanta hipocresía económica?. ¿Cómo será el ajuste a partir del lunes 28 de octubre, día posterior a las elecciones?. ¿Cómo reaccionará el soberano cuando deba soportar el salvaje realismo de la abrupta baja de subsidios?. ¿Cuánto cotizará el dólar libre en la semana posterior a las últimas elecciones que protagonizará el kirchnerismo como tal?.
Lamentablemente ningún economista de nota puede predecir un futuro tan oscuro e incierto.
Tampoco ningún politólogo podrá decir cómo será el final del régimen.
Ni el “Chapulín Colorado” podrá defendernos…


 

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