Vendedores de humo a la catalana
Osvaldo Rolleri Aragón
Investigador, especializado en Seguridad. Corresponsal desde España de Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


Cataluña ha sido llevada a una crisis institucional, política, social y económica sin precedentes, por el desenfreno de poder de algunos irresponsables, donde la izquierda, como siempre, hizo su aporte destructivo, como los activistas internacionales (violentos), y el armando videos para denunciar represión ante sus propios organismos, como la Comisión Internacional de Der. Humanos, que jamás lo harán sobre Cuba, Venezuela, Rusia, etc.
 
Desde hace muchos años, mientras robaban las arcas, Puyol, Mas, Puigdemont (actual presidente), etc., educaron a las nuevas generaciones diciéndoles, que no eran España, que eran seres superiores, que mantenían económicamente a España, que independizándose iban a ser todos más ricos y felices. Rechazaron la legislación sobre el idioma español en las escuelas, multaron a quien usaba el español. Y aprovechando de la libertad autonómica y de sus medios de comunicación (por vía del idioma), convencieron a una parte no tan importante, pero sí ruidosa, que el mejor futuro, era la independencia, que se lograría sin problemas, y todos sus habitantes iban a ser beneficiados.
 
Nunca dijeron que no se puede ingresar a la Unión Europea, violando toda la legislación de un país de la misma Unión. Que el único reconocimiento internacional que podrían obtener sería el de Venezuela, Rusia (que está creando sus nuevos satétiles, Crimea, Abjasia, Osetia del sur, etc.), tal vez Corea del Norte.
 
Lo más grave, que económicamente quedará destruida. Tiene la mayor deuda autonómica, quedaría fuera del euro, las grandes empresas que significan sus mayores recursos impositivos, se van a otros lugares (Caixa, Sabadell, Fenosa, etc.). Sin moneda, y solo como ejemplo, cómo pagarían los 3.000 MM de euros, que en fuerzas armadas (que no tienen) tendrían que aportar a la ONU para ser un país miembro, y sin financiamiento. O sea, los costos no analizados, sumados a todos los importantes daños económicos, terminarían en una hecatombe sobre su actual estado de bienestar, que sufrirían sus habitantes. Casi como Transnistria, que lleva 27 años en la miseria, esperando el reconocimiento internacional.
 
El objetivo de estos delincuentes de la política, es ser presidentes, porque jamás lo podrían lograr en España, ni en otro país; y tener un poder absoluto para poder apropiarse de los bienes de sus habitantes, por medio del autoritarismo ya demostrado con sus acciones violatorias de todo tipo de derecho de personas y legislación. Y, también, evitar la cárcel por todas las causas que se avanzan sobre ellos por la sustracción de fondos públicos.
 
Ya hay graves consecuencias por la baja de calificación de España y Cataluña, caída del turismo, etc. Pero tal vez, lo más grave como sociedad es la fractura interna que han provocado. Se han destrozado los vínculos de amistad, familiares y laborales de la sociedad catalana, por el independentismo. Hay mossos d’esquadra (policía local), que han tenido que renunciar por ser considerados traidores. Lo mismo ha sucedido en escuelas, y todo tipo de organismos. Argentina tiene experiencia al respecto.
 
Cómo hacerles pagar el daño causado. En Turquía, como ejemplo, ya estarían presos de por vida, o ejecutados. A esta altura de la situación, ya hay millones de euros que tendrán que pagar todos los habitantes de España. Deberían hacer cargo a Cataluña de todas esas facturas españolas; y estos señores, que tampoco reconocen al Rey, deberían ser despojados de sus bienes (y los de sus testaferros), e inhabilitarlos de por vida para toda función pública. Y son muchos esos truhanes políticos. Inclusive habría que rever a los partidos que en sus estatutos indican principios independentistas, y la no aceptación de la Monarquía. España es una Monarquía Parlamentaria, y hay que jurar fidelidad al Rey y a sus instituciones, para ser miembro electivo o no, del estado. Ellos lo hicieron, y luego en el poder se rebelaron.
 
Pues al final, como decía la abuela, “Quieres independizarte, pues vete de casa (España)”.
 

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