El siglo de los estudiantes: Córdoba 1918
Ismael Medrano Suárez
Participante del Programa de Jóvenes Investigadores 2018 de Fundación Atlas. Secretario Ejecutivo, Federación Universitaria Local (FUL), U.A.G.R.M., Santa Cruz, Bolivia.



Muchas veces el sitio de las cosas parece perpetuo y nunca nos preguntamos ¿Cómo llegamos a esta realidad?... Pues bien, hoy quiero opinar y rememorar, ojalá para que nunca más se olvide, el origen de las libertades gozadas por los millones de estudiantes universitarios latinoamericanos de diversas casas de estudios superiores, entre esas, de mis compañeros de la U.A.G.R.M., la universidad más grande de Bolivia, que el destino hoy me da el honor de representar.
 
Y es que hablar de co-gobierno, autonomía, libertad de catedra, concursos de méritos o gratuidad, no sería posible sin los valientes universitarios cordobeses de la hermana república de Argentina que originaron la llamada “Reforma Universitaria de Córdoba, 1918”, que apuntando hacia los tradicionales y obsoletos sistemas universitarios, consiguieron por primera vez en la historia del mundo, que el centro de la educación seamos los estudiantes y no los paradigmas sistémicos, dogmas o clases dominantes.
 
Como respuesta a una creciente necesidad de que las clases marginadas accedan a la educación, en 1917 estudiantes de la Universidad de Córdoba crean el “Comité pro-reforma” conformado por estudiantes de Derecho, Medicina e Ingeniería, quienes buscaban arrebatar de un enraizado grupo de clérigos la dirección de la universidad como se llevaba hasta entonces: de manera Vitalicia, favoreciendo a  los hijos de las élites, con planes de estudio arcaicos y sin participación de los estudiantes… ni siquiera de los docentes, solo la voz de las autoridades.
 
Fue la supresión del internado en el hospital nacional de clínicas la chispa que derivo en que el 31 de Marzo de 1918 se declarara la primera huelga estudiantil general.
 
Por esa entonces, el gobierno argentino tenia a un presidente radical, Hipólito Irigoyen, quien luego de una audiencia con los estudiantes, intervino la universidad a través de su Procurador General José Nicolás Matienzo. Matienzo declaró la vacancia de los cargos de autoridades y convocó a elecciones de las mismas con la participación de todos los docentes, aunque sin estudiantes.
 
Tras las victorias de los candidatos  pro- reformistas en las decanaturas, fue el 15 de Junio, debido a la traición a los estudiantes por parte de la asamblea general al elegir a un ultraconservador, Antonio Nores, que los estudiantes irrumpen en el salón e inicia la revuelta que tuvo el apoyo de los sectores populares de la Argentina. El 21 de Junio, un brillante dirigente universitario como Deodoro Roca escribió el “Manifiesto Liminar”. Me atrevo a decir que es el origen del espíritu universitario latinoamericano hasta nuestros días y me permito citar su párrafo más significativo:
 
Hombres de una república libre, acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana”
 
Tras la renuncia de Nores, Irigoyen nombro un nuevo interventor, su ministro de justicia José Salinas, quien dio pie a las exigencias universitarias como el Co – gobierno paritario, la Autonomía universitaria frente a los gobiernos de turno, la Elección de los mandatarios por voto popular y universal, la libertad de Catedra y los concursos de méritos para docentes así como la creación de los centros de estudiantes y las llamadas Federación Universitaria Argentina (FUA) y Federación Universitaria Cordobesa (FUC) de las cuales tienen origen nuestras organizaciones estudiantiles actuales (centros internos de estudiantes y FUL).
 
Estas reformas se extendieron por toda Latinoamérica llegando a Bolivia el año 1928, historia que ampliaremos en otra oportunidad.
 
“Los dolores que quedan son las libertades que nos faltan”, con esta frase sintetizamos una lucha que también permitió a los estudiantes de la Universidad Autónoma “Gabriel René Moreno”, ser la base del desarrollo del departamento de Santa Cruz, con participaciones históricas en los capítulos más importantes de las transformaciones sociales, económicas y políticas de nuestra región y el país. Derivó en que la Universidad sea el crisol en la formación de liderazgos y pionero en el impulso de un sinfín de iniciativas materializadas en las instituciones y eventos de mayor renombre en nuestra sociedad. Lo propio en diversas ciudades de Bolivia y Latinoamérica, convirtiendo así a estos 100 años desde Córdoba en el siglo de los estudiantes.
 
 
 

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