Fundación Atlas 1853

Sr. Presidente, no milite a favor de la igualdad económica

Jeremías Morlandi

Economía (UBA). Asesor financiero. Responsabilidad Social Empresaria en RM Holding Funds.

Esta semana, el Presidente presentó los índices de pobreza e indigencia del segundo semestre del 2017. Con mucha alegría afirmó que desde el 2016 hasta el período mencionado, 2.7 millones de personas salieron de la pobreza y más de 600 mil personas dejaron de vivir en la indigencia.

Se podría discutir sobre si esos niveles son sostenibles o no, dado que muchos números indican que no es la actividad privada lo que impulsa esta baja en los índices, sino la ayuda estatal. La Reparación Histórica a los jubilados, el aumento en la cantidad de las personas que reciben la Asignación Universal por Hijo, son algunas de los items a tener en cuenta en este descenso de un indicador que fue promesa de campaña de Mauricio Macri y por el cual pidió que sea juzgada su presidencia.

Sin embargo, en su discurso, el presidente habla sobre reducir la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen. Eso es un error. Cuando se refiere a reducir la "brecha" habla de desigualdad. Esa palabra es el nuevo icono de los progresistas ante la evidencia clara de que desde que se instauró el capitalismo como orden económico mundial, la pobreza se redujo drásticamente en todo el mundo.

La pobreza es el estado natural del hombre y es debido a sus capacidades individuales que puede salir de ella. No gracias a la ayuda estatal, ni a beneficios otorgados por un gobernante, que bien pueden ser quitados por otro. La verdadera libertad se constituye en depender de uno mismo y ser capaz de crear su propia riqueza, no importa que tan grande sea, por méritos propios.

Cuando Mauricio Macri habla de la desigualdad lo único que hace es darle mecha a los progresistas para que insistan en que la intervención estatal en la economía es la única forma en la que los hombres pueden salir de la pobreza.

Ese concepto en nuestro país debe terminar. El paternalismo estatal es una cadena que nos ata a la decadencia. La búsqueda de la igualdad económica destruye la riqueza y ha llevado a este país a la ruina. Es suficiente.

No es importante la desigualdad. La izquierda no está interesada en que los pobres dejen de ser pobres. Eso es algo que debe quedar bien claro. Sólo estan interesados en reducir la brecha. No les importa si los pobres se hacen más pobres mientras que los ricos sean menos ricos.

La desigualdad económica es producto de las capacidades individuales que cada individuo puede explotar libremente. Lo que habría que observar es si los ricos son ricos porque se lo ganaron o porque algún burócrata les hizo un favor o si el pobre es pobre porque no se levanta a buscar trabajo o porque hay un peso aplastante sobre él llamado "impuestos y regulaciones".

Otro importante punto es la movilidad de estos estamentos. Si uno mira el listado de las personas más ricas hace 10 años, no tiene absolutamente ninguna relación con la lista de las personas más ricas hoy. Bill Gates, Mark Zuckerberg y el fallecido Steve Jobs son algunos ejemplos de eso.

¿Importa acaso que, por ejemplo, Bill Gates tenga más dinero que otras personas cuando su creación ha generado más prosperidad y riqueza que cualquiera otra medida gubernamental? Él se lo ha ganado.

Messi, es otro ejemplo. El hombre gana más que muchas personas mucho más inteligentes que él. Es cierto. ¿Pero no es precisamente porque sus habilidades como jugador le generan más ingresos? Los consumidores lo eligen a él y no a otro justamente por esas capacidades individuales.

La igualdad económica no atrae incentivos para generar riqueza. La riqueza se crea. No se distribuye. Como país, debemos empezar a buscar las formas para que los ciudadanos tengan herramientas que los empoderen, como la educación, para generar riqueza por sus propios medios; en vez de pensar como distribuir la riqueza existente. Debemos generar ciudadanos capaces de pararse en sus propios pies para que cada uno, por su propio interés individual, genere riqueza aporte al crecimiento de la sociedad.

Publicado en República Económica.