Independentistas catalanes: una secta
Osvaldo Rolleri Aragón
Investigador, especializado en Seguridad. Corresponsal desde España de Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


De lejos y en perspectiva, es difícil entender la violencia operativa de los independentistas de Cataluña, que representan el 50% de los catalanes. Algo menos en votos, pero algo más en representantes autonómicos en el parlamento. El expresidente de Cataluña está fugado de la justicia, como otros miembros de su gobierno; y otros del grupo están presos por delitos vinculados al independentismo.
 
En estos meses, en el parlamento autonómico, han tratado de nombrar presidente, al expresidente fugado o a otros miembros presos. Sí, suena como incoherente, pero la ceguera del concepto de secta está presente en todo su accionar. En mi última visita a Barcelona, tratando con gente de ese colectivo, me comentaban que en España no se respeta la democracia, porque al tener en el parlamento Catalán uno o dos representantes más del 50%, corresponde a Cataluña poder separarse como país independiente, abandonando España, como si fuera una ley para modificar el nombre de una calle. Sucede que para ello en el peor de los casos, deberían votar a favor más del 50% de todos los españoles, no sólo de Cataluña. Sino, Girona también se independizaría de Cataluña (que tendría ganas). Y por qué no, cualquier barrio de la ciudad donde se halla.
 
En Crimea, Putin mediante, el 95% de los votantes aceptaron pasar a la Federación Rusa, no independizarse, cosa que nunca hubieran logrado. Ni se atreverían, porque sus promotores estarían todos muertos.
 
Pero la libertad con que se les permite moverse a estos personajes, que declaran permanentemente, que están sometidos a una dictadura, y toda la izquierda los apoya, es ya libertinaje. Esto da lugar a que siguiendo las formas violentas de esa línea ideológica, insultan,  hacen manifestaciones, piquetes, destrozos; inclusive declararon la independencia, crearon nuevas leyes anticonstitucionales. Como agresiva irreverencia a España, el joven nuevo presidente del parlamento, fue a visitar al expresidente en el exilio y a sus otros “amigos” en la cárcel, para coordinar como seguir con sus metas. Y al igual que en Argentina, siguen cobrando sus suculentas dietas, sueldos, viáticos, etc. Como es usual, cuando estos personajes se escapan nunca lo hacen a Cuba, Nicaragua, Venezuela, Rusia, China, Afganistán, Irán, de donde en general reciben apoyo. Se van a Bélgica, Francia o UK, pero critican al “despótico” gobierno de España, con el apoyo del periodismo ideológico. No es necesario indicar la cantidad de argentinos y latinoamericanos que en forma creciente vienen a vivir en España. Además, de los subsaharianos, chinos, rumanos, rusos, etc. ¿Por qué será?
 
Como he comentado en una nota anterior, el tema es la malversación de fondos públicos en Cataluña empezando con los Puyol desde hace varias décadas, hasta la fecha; y la mejor forma para todos los jerarcas involucrados es independizarse, ya que con una nueva justicia creada por ellos, nadie terminará preso. Pero cuando Ud. comenta esto, al igual que en una secta, le dicen que el que roba es Rajoy (actual presidente de España). Aclaro, que en ningún momento defiendo a Rajoy, pues personalmente considero que todos los políticos roban, porque es la razón para llegar a la política, empezando por sus mensualidades. Tema para tratar en otra nota.
 
A tal nivel llega el concepto de secta, que comentaré una anécdota que lo refleja. Barcelona está lleno de lazos amarillos, identificación de los independentistas. En un momento, para una foto sacamos una cinta de plástico adherida a un árbol (ya rota y sucia) y la dejamos en la tierra a un costado. En menos de un minuto, un señor de traje de aproximadamente 35/40 años, la levantó, caminó unos 50 mts. con ella, y la colocó en un farol de esa avenida. Parecía como que se había caído una cruz de su iglesia. Este sentimiento de secta, es muy difícil de modificar, y se ha venido formando en Cataluña durante más de 20 años en todos los centros educativos. Inculcando que son los mejores (egolatría), que mantienen económicamente a España (falso), que fueron independientes (falso), forzaron el aprendizaje y uso del idioma catalán para identificarse (solo 3 MM lo hablan en el mundo y 600 MM el español), etc.  Por lo cual, no será fácil cambiar esa religión independentista, porque a sabiendas de los perjuicios de todo tipo que provocaría a toda la población (los económicos serían gravísimos), están dispuestos a suicidarse por su creencia sectaria, siguiendo lo que les dicen sus corruptos guías espirituales. 
 
 

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