Presidente AMLO vs Trump y EU
Ricardo Valenzuela


Lawrence Harrison, profesor de Harvard pregunta: ¿Por qué México en lugar de ir del brazo con EU ha establecido una postura de confrontación? Y Responde el mismo: “La respuesta se encuentra en un subconsciente moldeado por el trauma de la guerra entre los dos países, la pérdida de su territorio, y el intimidador éxito de EU que puede haber contribuido al complejo de inferioridad que expusiera Samuel Ramos, cuando afirmaba los hombres mexicanos tienen un gran boquete entre su autoimagen inflada y su penosa realidad. Ello provoca la emergencia del “macho” agresivo. Y así la misma comedia política se repite periódicamente: “una revolución, un dictador, y un programa de restauración nacional”.
 
 
 
En medio del orgullo macho mexicano, con vergüenza tenemos que aceptar no hemos sido capaces de crear una economía, ya no digamos que eleve el nivel de vida, sino que simplemente ofrezca cómo ganarse esa vida, mientras la corrupción tiene al país arrodillado. Y aunque sea con pujidos, tenemos que aceptar qué sin la alternativa de enviar ilegales a EU, nuestro país estaría a punto de una revolución violenta. Pero como somos muy machos, continuaremos odiando e insultando a los gringos racistas, y colgándoles las culpas de los problemas que enfrentan los ilegales que les mandamos. Pero como somos más machos nunca vamos a aceptar que nosotros somos los creadores del vergonzoso problema.
 
 
 
México juega con EU el mismo papel que los países del norte de África con Europa, la diferencia es que en el segundo caso ha sido un proceso deliberado, no la caótica invasión que viven los EU, asumiendo esa migración es aceptada y demandada y se predica argumentando que los negocios quieren mano de obra barata, la izquierda quiere sus votos, los activistas constituyentes, y la elite de la izquierda expresa su abstracta virtud hipócritamente tomando las banderas de otros—y de esa forma avanzan sus intereses políticos sin importar el auge de los asentamientos ilegales en todo el país.
 
 
 
La izquierda que antes se oponía a la migración ilegal, al conocer las estadísticas recientes que muestran casi el 100% de los inmigrantes ilegales portan ideas socialistas de redistribución de la riqueza, gobierno expansivo, se cambiaron de bando y ahora son sus grandes promotores. Lo que mucha gente no entiende, es que un 50% de la población de EU ve esta invasión como un peligro para el futuro de su patria. No es rechazo por el color de su piel, es rechazo por el color de sus ideas.
 
 
 
La gran mayoría de los inmigrantes mexicanos ilegales son indígenas originarios del sur del país—Las clases altas son descendientes de las aristocracias europeas y, desde la época de la colonia, acaparan gran parte de la riqueza del país, pero han mostrado indiferencia para y proteger los derechos humanos. Y exhiben esa misma indiferencia para ejecutar reformas económicas promercado y lograr una verdadera prosperidad, y su gente no tenga que abandonarlo. Pero hay muy poca reflexión acerca del por qué este país naturalmente rico y bendecido con tierra fértil, clima, recursos naturales, geografía estratégica—permanece pobre, subdesarrollado y triste
 
 
 
La inmigración ilegal es un infinito portal demográfico de México hacia el interior de EU. El 12% de los mexicanos viven en EU. LA es la segunda ciudad de población mexicana en todo el mundo. Del total de inmigrantes en EU, más del 30% han llegado de México. Los demócratas desde 2008 descubrieron los beneficios cuando, Obama y la mayoría del partido demócrata, instituyeron la idea de usar migración ilegal para recalibrar el Colegio Electoral a su favor—y las fronteras abiertas les han proporcionado un flujo interminable de potenciales votantes que recientemente han cambiado estados republicanos a demócratas, como California, Nevada, Nuevo México.
 
 
 
Las carreras de políticos progresan a medida que logran tener un rebaño numeroso de individuos pobres, sin habilidades especiales, con ingresos a nivel de salario mínimo, constituyentes que necesitan representación colectiva. Eso es lo que le está dando la inmigración ilegal a los estatistas. Sin esa inmigración ilegal, organizaciones como Chicanos por la Causa y La Raza, y algunas pandillas no existirían, así como los departamentos universitarios dedicados al avance de sus causas que se han convertido en nidos de indoctrinación socialista. A eso, más que otra cosa, le temen los republicanos, no a la vista de banderas mexicanas, sino a la vista de la hoz y el martillo.
 
 
 
Según ALMO, un país racista como EU debe a los ilegales empleos, educación, reparaciones por su triste niñez en México, o una recompensa por adelantado por el racismo que tendrán que enfrentar en EU, algo que parece no importar a nadie cuando deciden abandonar su país y cruzar la frontera ilegalmente. Pero en EU encuentran ese gran entarimado de los demócratas que les abren los brazos, aunque después de esa bienvenida se rían de ellos y de inmediato se enjuaguen con alcohol la mano con la que les saludaron, pues ciertamente no les interesan como seres humanos, sino como bultos para engrosar su causa.
 
 
 
La gran preocupación de los demócratas es una inmigración diversa, legal, basada en méritos, y bien administrada. El regreso del “melting pot” en donde se haya logrado una verdadera asimilación, integración, matrimonios cruzados que puedan formar un grupo de inmigrantes hispanos educados y con ideas políticas propias, ya no controladas por alguien más. Les da pavor que esos ilegales, que hoy les sirven como estadística, caigan en manos de libertarios para aprender lo bello de la libertad, del individuo responsable, de la meritocracia, abandonen sus barriadas de East LA para abrirse camino por ellos mismos para formar parte de una sociedad que ya no los distinga por ser hispanos, sino que simplemente no los distinga.
 
 
 
La política internacional de México ha sido tan brillante. Su firma ha sido el Arte de Aprovecharse haciendo reclamaciones a los EU acerca de supuestos tratos a los mexicanos lejos de ser justos, a los que México trata de una forma totalmente injusta cuando los obliga a salir del país, como una vía para facilitar todavía más inmigración ilegal y seguir haciendo crecer sus ejércitos en el extranjero ante la gran sonrisa, ayuda y complaciente mirada de los demócratas y socialistas en general.
 
 
 
Obama se dedicó a pedir disculpas por todo el mundo por, según él, las malas conductas de EU. Pero mientras más disculpas pida EU tratando de justificarse o defenderse, más obligación tendrá de probar sus acciones humanitarias globales—aumentando las posibilidades de suspender sus leyes migratorias y permitir la entrada, a través de México, de feroces olas de más ilegales de todo el mundo. Pero la nueva administración ya no practica el juego defensivo.
 
 
 
Parece que México ama más a su gente mientras más lejos se encuentren y por los periodos más largos de ausencia. Y dependiendo del tiempo estén en EU, estarán mejor preparados para convertirse en violentos talibanes pro-México y pro-demócratas, para lograr ser líderes adherentes—siempre y cuando nunca regresen a México. AMLO ha advertido habrá una nueva relación MX—EU. Pero ¿cómo podrá ser la política de un militante anti-EU con tendencias socialistas y simpatía por Hugo Chavez y Fidel Castro, dado que la relación es totalmente estructurada a favor de México?  Y lo más cómico, la mayoría de los mexicanos piensan somos víctimas de EU.
 
 
 

 

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