Hijos de España
Osvaldo Rolleri Aragón
Investigador, especializado en Seguridad. Corresponsal desde España de Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


Analizar hechos y comportamientos institucionales de España y Argentina, hace pensar que los argentinos somos hijos de nuestra madre patria.
 
A esos efectos, intentaré un análisis comparativo.
 
Sindicatos. Al llegar Uber y similares a España, el sindicato de taxis vio afectado su monopolio; entonces, dispuso hacer huelgas y cortar las avenidas importantes de Madrid, que provocaron grandes inconvenientes. También destrozaron varios coches de Uber y equivocadamente algún particular. Además, amenazaron con parar el país.  
 
En Argentina con Uber sucedió lo mismo, y hubo ataques de mayor virulencia.               No hubo indemnizaciones a los damnificados en ninguno de los dos países. Y los dos gobiernos negocian en sus despachos con los extorsionadores, para darles más prebendas, afectando el derecho de los ciudadanos, encareciendo sus traslados y complicando sus vidas. Los funcionarios jamás reciben a los damnificados, o los ciudadanos afectados. Imagínese que Ud. o yo (como hicieron los taxis), ocupáramos la gran vía y las avenidas importantes en España; como hacen los piqueteros en Argentina, además de destrozar coches. En 24 hs. estaríamos presos y embargados todos nuestros bienes. Y todos los medios de comunicación señalándonos como delincuentes, nunca lo hacen con los sindicatos. O sea, no somos todos iguales.
 
Impuestos. Cristiano Ronaldo llegó al Real de Madrid, con la misma estructura impositiva que tenía en el Reino Unido, y terminó con una sentencia de más de dos años de prisión y debiendo abonar al fisco millones de euros. Es así, que optó por escapar a Francia con un contrato que cubra los problemas fiscales. Lo siguiente, es una anécdota personal, ocurrido en España. En un negocio compré un vehículo hace 3 años, hace unos meses recibí una orden de embargo sobre lo que yo tuviere que abonarle al vendedor, por demorar (el vendedor), 48 hs. el pago de una cuota de un plan de pago que tenía con Hacienda, lo mismo recibieron todas sus relaciones comerciales.                    En Argentina, Arba embarga y bloquea cuentas bancarias, por no pagar impuestos; y en CABA, toman ingresos brutos de las cuentas bancarias (SIRCREB), con las lógicas consecuencias imaginables. Ahora bien, si un consumidor reclama una devolución o un incumplimiento, del estado o una empresa privada, en ambos países, recibe por un automático, “disculpe las molestias, que tenga un buen día, gracias por llamar a….”, pero el dinero o la compensación será para otra vida; o luego de un largo, dificultoso y costoso trámite a su cargo.
 
Política. Carles Puigdemont, el ex presidente Catalán, pasea por Europa, como prófugo de España por malversación de fondos (y rebelión). Si vuelve a España irá a la cárcel; pero lo simpático es que está exigiendo al actual presidente de España, Pedro Sánchez, colaborar con la independencia catalana, al comunicarle que los votos que le sirvieron a Sánchez para ganar la moción de censura (por la cual llegó a la presidencia) «no eran un cheque en blanco» y que después del verano «se acaba el periodo de gracia». Salvando ciertas diferencias, en Argentina pasan situaciones similares, con políticos arrinconados con causas judiciales, pero que avanzan en las encuestas. Por eso todos buscan un cargo político.
 
Delitos. En el San Fermín (2016), 5 hombres (luego apodados ‘La Manada’) violaron a una joven de 18 años en grupo, uno de ellos guardia civil (policía federal). Identificados, luego de un tiempo de juicio fueron llevados a prisión. Ya están todos libres; el guardia civil cumpliendo funciones en oficina. Otro de ellos, fue nuevamente llevado a prisión por hurtar anteojos y escapar.                            No comentaré sobre la liviandad de los jueces argentinos al otorgar libertades, inclusive en casos de muerte.
 
Efectos machistas. Juana Arribas, española casada con un italiano que tenía denuncias por mal trato a su familia, acepto ir a Italia como alternativa de mejorar la situación, pero su situación de pareja se agravó, escapó con sus dos hijos a España. La justicia española, inmediatamente hizo lugar al reclamo de los hijos por parte del padre (maltratador verificado), habilitó con prontitud que el padre se llevara los hijos a Italia. Y sentenció a Juana a 5 años de cárcel, indemnizar al padre con 30.000 Euros por daño moral (premio al maltratador), y la pérdida por 6 años de la patria potestad sobre sus hijos.                                                                                                    En Argentina el caso Belén (2014/6) salvando las distancias, tuvo un veredicto parecido. Belén era una joven que se presentó a un hospital con dolores abdominales y resultó que estaba embarazada y terminó en un aborto, aparentemente espontáneo. Luego de ser enjuiciada, recibió una condena de 8 años de prisión, porque los jueces de la Cámara Penal consideraron el hecho como “homicidio doblemente agravado y por alevosía”. En ambos casos y países, se produjeron movilizaciones en contra de las sentencias. Juana apelará; y en el caso Belén con las movilizaciones y la presión mediática, la instancia superior la dejó libre.
 
Relaciones y poder. En el caso de Gabriela Arias Uriburu, se logró que Jordania aceptara sus derechos de madre, para poder ver a sus hijos, luego que el padre huyera con ellos, porque Gabriela era hija de un embajador y el presidente Menem envió cartas personales. O sea, sin poder y contactos, se hace muy difícil recuperar hijos fugados a otros países, donde sí protegen a sus ciudadanos y sus derechos.    
 
En resumen, el poder, ya sea legítimo, social, circunstancial o extorsivo, tuerce las leyes y en especial aplasta los derechos individuales. Ambos gobiernos solo responden al poder de movilización (efectos negativos en votos) o al de extorsión, como el de los sindicatos, también pérdida de votos. Nunca responden a la violación de derechos individuales, aunque viven declamando que lo hacen. Tampoco se preocupan por el bienestar de los habitantes.
 
España, a través de la conquista, dejó en la Argentina su ADN y las similitudes en sus comportamientos institucionales, llevan a concluir que somos hijos de España.
 

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