A principios de febrero de este año fui entrevistado por la CNN respecto del reclamo que hicimos los bonistas argentinos que dimos la conferencia de prensa de enero en el Hotel Warwick de New York.

En dicho reportaje terminé diciendo que la verdadera pregunta (bottom line question) era por qué la dirigencia argentina no quería que nos pudiésemos endeudar a tasas bajas como lo podían hacer nuestros vecinos paraguayos o bolivianos.

La pregunta se podía haber ampliado si los tiempos de la TV no fuesen tan cortos a:

¿Por qué teniendo una entrada de divisas tan importante por la venta de commodities agropecuarios el Estado no nos permitía comprar dólares, lo cual provocó, por ejemplo, la mayor caída en la venta, compra y construcción de propiedades de los últimos veinte años?
¿Por qué las inversiones privadas que generan el trabajo real van a los países vecinos y las pocas que se establecieron en Argentina no saben cómo hacer para huir, etc. Si nos fijamos bien todas las acciones llevaron a aumentar más y más el desempleo real.

Entonces, frente a esto, aparece como respuesta el fantasma de la inseguridad jurídica, del incumplimiento constante de los contratos que se inicia con el default del 2001 y la salida de la convertibilidad entre el peso y el dólar de la forma más desprolija y que más daño nos hizo a los ciudadanos comunes que “osamos ahorrar” en nuestro país.

El caso más contundente fue el tratamiento de aquellos que habían ahorrado comprando bonos de Deuda Soberana Argentina. En su momento los afectados avisamos que habían empezado con nosotros pero que iban a ir cayendo de a uno distintos sectores del país: Y así cayeron los Fondos de Pensión que fueron expropiados por el gobierno, luego les tocó el turno a los agricultores con la alta carga impositiva que le impusieron; después las necesidades financieras los llevó a tomar directamente los aportes de los pensionados y como durante todo este proceso a partir del canje del 2005, las medidas tomadas comenzaron a generar inflación, desde el 2006 decidieron falsear las estadísticas con lo que lograron en principio robarle gran parte de los intereses a los bonistas que en el canje habían recibido bonos de legislación argentina.

A fines del 2011, después de un segundo canje hecho a la medida de amigos que duplicaron inmediatamente su inversión, ya había transcurrido una década durante la cual Argentina no pudo volver a tomar deuda bajo legislación extranjera a menores tasas porque NUNCA SALIÓ DEL DEFAULT. Es ahí cuando empezaron a restringir la compra de dólares, llegando al estado actual donde prácticamente es un crimen comprar divisas extranjeras para ahorrar, además que en sólo un año el valor del “dólar paralelo”(el que se compra fuera del control del Estado) se ha duplicado, con la imposibilidad de ahorrar en pesos por la pérdida de valor del mismo.

Generaron una presión impositiva enorme que ahoga a lo que va quedando de la clase media, sectores de trabajo en blanco, jubilados y pensionados, sectores de bajo poder adquisitivo golpeados por la inflación y el alto impuesto al valor agregado (VAT).

Analizando lo ocurrido, vemos que esto comienza por la no voluntad argentina de negociar su Deuda Soberana de buena fe y hoy que sólo quedan en el orden de U$S 6000 millones de deuda de Capital ( menos del 1.8% del PBI nacional!) por la cual seguimos en Default, sin poder pedir préstamos que hoy serían a las menores tasas de los últimos 50 años, obligando al país a tener que realizar las acciones que generaron el actual “Corralito al dólar” de Cristina. Esto nos ha llevado a convivir con la mayor inflación de los últimos 20 años y con las consecuencias que esto implica!

En este momento, frente a un fallo del 2° Circuito de Apelaciones de NY, que ordena pagar U$S 1300 Millones, SU INCUMPLIMIENTO, más allá de que el BONY Mellon sea desafectado o no, IMPLICARIA QUE NUESTRO PAIS VA A IR CREANDO MÁS POBRES CADA DIA, reduciendo más y más la posibilidad de nuestros conciudadanos de poder darle una vida digna a sus familias.

Frente a esto esperamos que la Justicia norteamericana nos ayude a volver a tener los derechos básicos que como describí, le fueron conculcados a la mayoría de la población argentina (aunque no lo sepa), no permitiendo que nuevamente nuestros dirigentes en el poder sigan eludiendo las responsabilidades que nos permitirían vivir en un mundo normal, semejante al que viven en nuestros países vecinos. Queremos volver a tener sus mismos derechos. Confiamos en haber elegido la jurisdicción de Nueva York como reaseguro para nuestros derechos, tan vulnerados en Argentina.