¿Por qué la praxeología de Mises es útil para comprender nuestra vida cotidiana?
Martín Simonetta
Es Director Ejecutivo de Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Profesor titular de Economía Política I (UCES) y Economía Argentina, Economía Mundial y Principios de Economía (Cámara Argentina de Comercio). Autor de diversas obras. Fue elegido "Joven Sobresaliente de la Argentina 2004" (The Outstanding Young Person of Argentina-TOYP) por Junior Chamber International y la Cámara Argentina de Comercio (CAC), habiendo obtenido la mención "Animarse a Más" por parte de PepsiCo. Recibió diversos reconocimientos tales como la beca British Chevening Scholarship para desarrollar investigaciones en Gran Bretaña (British Council, la Embajada Británica y la Fundación Antorchas,1999). Académicamente es Licenciado en Relaciones Internacionales (Universidad del Salvador, Buenos Aires) y Magister en Política Económica Internacional (Universidad de Belgrano), habiendo realizado un Posgrado en Psicología Positiva (Fundación Foro para la Salud Mental). Ha desarrollado el programa "Think Tank MBA" en el marco de Atlas Economic Research Foundation (Fairfax, Virginia, y New York, NY, 2013).

Contacto: msimonetta@atlas.org.ar / Twitter: @martinsimonetta


En esta breve nota intentaremos comentar algunos aspectos de la praxeología, ámbito del conocimiento desarrollado por Ludwig von Mises a partir de su obra “La acción humana” (1949). ¿Qué es la praxeología (praxis: acción) para Mises? Una rama del conocimiento destinada a comprender el complejo proceso de toma de decisiones de nuestra especie (también aplicable algunas otras, tema que ampliaremos en otra ocasión), a través de un método axiomático deductivo.
 
Este análisis del comportamiento humano a través de la desagregación del proceso de acción y elección, desarrollado por Mises, es tan simple y evidente que -una vez que uno lo comprende- nos parece terriblemente obvio. Además, aplicable a ámbitos no necesariamente asociados con los mercados, esfera que Mises denominará cataláctica. Es decir que mientras la praxeología se encarga de comprender el funcionamiento de la acción humana en general, la cataláctica será un subcampo enfocado en los fenómenos de intercambio, es decir de mercado.
 
A continuación nos referiremos brevemente algunos de los puntos centrales de la visión praxeológica de Mises, en diez puntos. ¿De qué forma actuamos los humanos?
 
1.    Tratamos de estar mejor. El humano actúa buscando pasar de una situación menos satisfactoria a otra más satisfactoria, en términos de nuestros propios criterios. Ej: tengo hambre, busco comida para saciar el apetito.
2.    De acuerdo a criterios subjetivos: Esta acción es guiada a partir de parámetros subjetivos, que pueden ser cambiantes dependiendo de diversas situaciones. En este sentido, una persona que salta al vacío desde un piso 50 (sin paracaídas) también intentará pasar de una situación menos satisfactoria a una más satisfactoria, desde su criterio personal y subjetivo. También una persona que inicia su negocio. O una persona que se retira de los negocios. La praxeología no nos indica qué está bien o qué está mal desde lo ético o moral, sino que nos permite comprender los comportamientos de las personas según el set de valores que condicionan su comportamiento en un momento “X”.
3.    En un contexto de recursos escasos: Tomamos decisiones en un contexto de escasez, o –dicho de otro modo- de limitación de las alternativas de elección. Esto lo podemos aplicar por ejemplo en lo referente al dinero con qué contamos o al tiempo que tenemos. Ejemplo: Si un día tiene 24 horas y utilizamos 8 horas para trabajar, 8 horas para dormir,2 horas para viajar, nos quedarán 6 horas libres. Pero, ¿qué sucedería si comenzáramos a estudiar una carrera universitaria que nos tome 4 horas diarias? Efectivamente, tendremos menos tiempo disponible. Con lo cual es posible que debamos elegir qué cosas dejar de hacer para poder elegir esa opción. Aquí vemos un pequeño ejemplo del tiempo como un recurso más o menos escaso. Valoramos más lo escaso que lo abundante.
4.    Y fines ilimitados: También tomamos decisiones en un contexto de fines ilimitados. En consecuencia, debemos elegir qué fines queremos alcanzar. Pero como señalábamos recién, si yo quisiera hacer 100 cosas y tengo tiempo para realizar 10, tendré que hacer una especie de “ranking” de acuerdo a lo que considero más importante, elegir algunas opciones y descartar (o posponer) otras. Entonces nos encontraremos ante un escenario de recursos escasos (escasez) y fines ilimitados (utilidad). Como decíamos, elegiremos qué camino tomar de acuerdo a nuestra escala de preferencias.
5.    Optamos: En este marco debemos optar entre un conjunto de alternativas para alcanzar nuestras metas. Elegiremos los medios para alcanzar nuestros fines (que también elegiremos).
6.    Tomamos riesgo: Siempre que actuamos enfrentamos el riesgo, es decir la posibilidad de que no alcanzar la meta que buscamos a través del uso de recursos que aplicamos.
7.    En un contexto de incertidumbre: Esto se da porque existen factores no predecibles que generan incertidumbre. Por ejemplo, al iniciar un negocio, puedo realizar estudios de mercado a efectos de minimizar el rol de lo incierto, tomar una conciencia cabal de los riesgos, etc. y así tomar decisiones “más certeras”. Pero aún así el éxito del negocio no estará garantizado. O puedo elegir las zonas más seguras de la ciudad para caminar, lo cual me podría indicar que el riesgo de robo es menor. Pero esa información se basa en el pasado, y si bien nos puede dar una idea de qué esperar, no nos puede dar una certeza del futuro.
8.    Esperamos obtener ingresos: Como resultado de nuestra acción esperamos generar un ingreso, que puede ser material o no (Ej. Salgo a comer con mis amigos porque pienso que la voy a pasar bien, o estudio la carrera que me gusta porque supongo que me resultará útil, placentera y rentable).
9.    Esperamos tener costos: También como resultado de nuestra elección esperamos tener determinados costos (repito: materiales o no materiales). Es interesante también la visión del “costo de oportunidad”, es decir la alternativa que descarto al elegir otra alternativa de acción. Continuando con el ejemplo anterior: ¿Qué hago la noche del sábado? ¿Salgo con mis amigos o estudio para el examen que afrontaré el día lunes? Vemos en este ejemplo con claridad, que al elegir A, descarto la opción B. La opción descartada es el (o los) costo de oportunidad.
10. Y lograr una ganancia (aunque se puede dar una pérdida): La diferencia entre el ingreso que obtendré y el costo determinará si habré obtenido una ganancia (ingreso mayor a costo) o una pérdida (costo mayor a ingreso) o si salimos empatados (ingreso igual al costo).
 
Mises, a través de su clara visión de la praxeología como un ámbito del conocimiento de las acciones humanas voluntarias abrió un campo profundo, amplio y aplicable no sólo a la economía. Por ejemplo, la Escuela de la Elección Pública, liderada por James Buchanan, adquirió notoriedad por la aplicación de la metodología característica de la economía a los procesos de decisiones políticas. El libro de Buchanan “El cálculo del consenso” refleja el nacimiento de este proceso de fertilización cruzada.
 
Luego de esta rápida y sencilla revisión de los conceptos básicos involucrados, vemos que la praxeología nos permitirá comprender nuestros comportamientos, los comportamientos de quienes nos rodean, así como las interacciones derivadas de tales procesos.




 
 
 

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