La ignorada ideología roja de dominio global
Eloy Soneyra

Doctor en Psicología de la Universidad de Belgrano especializado en Calidad y Factor Humano. Es autor y editor de libros como: “Gerencia y Excelencia, Calidad de la A a la Z” (el primer diccionario enciclopédico de la calidad y la gerencia en el Mundo), “Autodiagnóstico de la Gestión empresaria” (primer sistema cuantificado con las Bases del Premio Nacional a la Calidad). Director Ejecutivo del Estudio Soneyra, organismo destinado a la Psicología Aplicada a la Clínica y a asesorar a personas de empresas sobre Calidad y Factor Humano. Mención especial, Concurso Internacional de Ensayos: Juan Bautista Alberdi: Ideas en Acción. A 200 Años de su Nacimiento (1810-2010).



La guerra española y la segunda guerra mundial tuvieron como telón de fondo intereses políticos de dominio global sustentados en debilitar la influencia mundial de EE.UU.; posición ideológica del socialismo negro del nazismo y fascismo  y del socialismo rojo del comunismo, el ejemplo más claro lo presenta la guerra interna en España, cuyos contendientes eran apoyados o por el Kremlin o por el Berlín de Hitler y la Roma de Mussolini. En la misma época América Latina los maximalistas exacerbaban los conflictos sociales y el nazismo  lanzó su conquista ideológica a través de gobiernos locales afines o tolerantes con su ideología antiyanqui, como muy bien lo prueba John Gunther en su libro el “Drama de América Latina”. 
Concluida la Segunda Guerra Mundial la URSS expandió su dominio sobre media Europa tras una “Cortina de Hierro” que por décadas cercenó la libertad de las naciones centrales del subcontinente, a la par de extender sus tentáculos sobre los países del sudeste asiático y sobre América con su captación ideológica, logrando  el gran éxito de hacer roja a Cuba, que desde 1959 impulsó la guerra revolucionaria en las tierras de San Martín y Bolívar. 
Por esos años el crecimiento de la marea roja se incorpora Mao,  que hoy China con su crecimiento económico encubre su interés de dominio ideológico,  como lo muestra su quehacer en el Tíbet y el libro “Guerra Irrestricta” de febrero de 1959 de los coroneles de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) Qiao Liang y Wang Xiang sui, que propiciaban una revolución en las teorías de la guerra tras la primera regla de la Guerra irrestricta que “es que en ella  no hay reglas, nada está prohibido” y que se confirma en estos días con la decisión del gobierno de Beijing de crear un nuevo trazado para el Mar de China Oriental que no sólo se solapa con áreas que Seúl mantiene actualmente bajo su control, sino que considera de dominio chino,  las islas Senkaku administradas por Japón.
Todo favorecido en nuestra República Argentina por la ideología marxista expresada en el decálogo del Manifiesto Comunista de Marx y Engels (1848), las  Precondiciones del Socialismo De Edward Bernstein (1889),  el Decálogo  y los Tres principios de acción de Lenin, las Acciones para futuros gobiernos “allendistas” De Boris Ponomarev y A. Sobolev, las 10 estrategias de manipulación de Noam Chomsky, las ideas de Gramsci  y las del Foro de São Paulo. 
 Es de destacar que el peligro de la ideología comunista para la existencia de la Nación solo fue advertido por el Partido Socialista que presentó en la década del cuarenta, a semejantaza de la legislatura antinazi, un proyecto de ley prohibiendo las asociaciones, entidades o empresas de cualquier carácter que propaguen o favorezcan las ideas contrarias al régimen representativo de libertad y democracia que consagra la Constitución nacional  o que propugnen su reemplazo por un sistema de dictadura, de negación de las libertades esenciales del hombre o del ciudadano. 
Todo lo expuesto explica el alineamiento externo  del gobierno argentino y sus adláteres políticos  con los ejes Cuba-Venezuela, Ecuador Bolivia y Venezuela , Irán, mantenidos  tras bambalinas por Rusia y China,. Y en lo interno   gobernar sembrando miedo y destruyendo cuanta fuerza o institución pueda ser  peligrosa para su existencia y permanencia en el tiempo.

 

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