Inflación y pena capital
Rafael Marcano

Economista – Abogado. 




La inflación es un fenómeno que consiste en la pérdida de valor de la moneda como consecuencia de su envilecimiento para favorecer las finanzas “del Rey” (gobierno). Así opinaba con acierto el Padre Juan de Mariana, S.J. (Talavera de la Reina25 de septiembre de 1536-Toledo17 de febrero de 1624) en su obra “Del Rey y de la institución Real”; para agregar que, la inflación no es más que un tributo que pecha al pueblo sin su conocimiento ni consentimiento, configurándose así una confiscación que lo descapitaliza y que por lo tanto, opinamos, sería reconducible dentro de un tipo penal de estafa masiva ejercida desde el Poder Público hacia la sociedad civil.

Mariana consideraba, con mucha razón, que los daños infligidos por la inflación eran de tal gravedad, que justificaba la legalidad del tiranicidio como deber moral, exculpando al actor de pecado alguno cuando el “Rey” envilecía la moneda mediante la sustitución de los metales preciosos acuñados (oro o plata) por otros de menor valor (por ejemplo: bronce o cobre).

En la modernidad, el envilecimiento del signo monetario se logra rápidamente con la monetización del déficit fiscal y del flujo de fondos negativo de las empresas del Estado. Ejemplos hay muchos; solo basta revisar la historia de la economía del reciente siglo XX para encontrar muchos ejemplos. Y en el siglo XXI aún se encuentran algunos malos ejemplos de cómo arruinar inflacionariamente a naciones que parecían ser incólumes a malos manejos macroeconómicos por sus inigualables ventajas comparativas.

Vale la pena reflexionar sobre la propuesta del Reverendo Padre Mariana.  
 

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