Chile: Del milagro al oscurantismo
Daniela Araque
Participante del Programa de Jóvenes Investigadores y Comunicadores Sociales 2018 de Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Venezolana residente en Argentina.



 
Chile 1970, asume el poder Salvador Allende apoyado por fuerzas de izquierda locales y sobretodo internacionales, en los siguientes meses se le verá paseando con Fidel Castro mientras los chilenos comienzan a padecer las consecuencias lógicas del socialismo: escasez, largas filas por comida, hiperinflación, déficit fiscal, pérdida de reservas, aumento de la pobreza, desempleo, recesión y expropiaciones.
 
Esta época sombría en la historia de Chile terminó cuando se libraron de Allende y ocurrió lo que Milton Friedman llamó el “milagro chileno” refiriéndose a las medidas liberales que lograron sacar a Chile del pozo en el que el socialismo la había hundido. ¿Que cuales fueron los resultados de este milagro? La pobreza disminuyó de 50% a 11%, el PIB se mantiene en crecimiento, la inflación pasó de más de 600% a 33,14% en 1979 y el año pasado cerró en 2,6%, hoy los chilenos cuentan con acceso a agua potable, entre el 40% y el 50% de los jóvenes de estratos medios y bajos logran ingresar a una institución superior.
 
Como todos sabemos desde hace semanas Chile se enfrenta a una guerra subversiva que los medios de comunicación tradicionales más politizados nos quiere vender como “el despertar chileno” y los más moderados hablan de “protestas esporádicas”, cuando hay diputados y voceros de oposición como la señora Camila Vallejo (fiel admiradora de Fidel y defensa del socialismo del siglo XXI) que se han dedicado a instigar junto a otras organizaciones para aprovecharse de todo el caos y promover una nueva constitución que garantice una vía lenta pero segura al socialismo.
 
El oscurantismo tiene entre sus características el carácter antidemocrático, de ahí que las agrupaciones políticas que llevan a cabo la subversión estén atacando y quemando todo a diestra y siniestra porque saben que en las urnas ya ha fracasado. Los oscurantistas chilenos se empeñan a pintarnos un escenario completamente gris a futuro como si todo lo que está por venir es malo, cuando la evidencia empírica nos muestra que Chile estaba cada vez más próspero. A su vez el oscurantismo se asocia con la restricción de la autonomía del ser, de ahí que todos aquellos que critiquen su forma de protestar o no se sumen a “él que baila pasa”, son automáticamente tachados de “fachos pobres”; y sometidos a una condena social mediante escraches, ya que no conciben que un individuo pueda disentir y elegir no sumarse a la manada violenta e irracional.
 
Es tanto el odio que sienten quienes llevan adelante la destrucción de Chile que no se detienen a ver - o no les importa - que los principales perjudicados son precisamente la gente que dicen defender, si, esas personas a las cuales saquearon, a las que les incendiaron su lugar de trabajo, o las que pasan calamidades para cumplir con sus obligaciones son las verdaderas víctimas, son quienes están padeciendo todo el caos y esperando que se logre restablecer el orden.
 
Espero que no sea tarde cuando todos los sectores que han contribuido con el caos se arrepientan al ver triunfar su revolución, pues no me extrañaría que la prensa que hoy muestra a los subversivos como pobres indefensos mañana sea censurada, sino recuerden cómo los medios venezolanos apoyaron a Chávez y él les pagó con una “ley resorte”, o los empresarios que lo auparon y terminaron expropiados, incluso los políticos que le hicieron campaña y luego fueron desplazados de la esfera política.
 
Con este panorama nos queda mucho por trabajar para devolverle la luz a Chile y que siga brillando con todo su esplendor dentro de una región que ha sido golpeada por el socialismo del que Venezuela no ha podido salir y al que Argentina quiere entrar, mientras tanto Chile tiene dos años para pensar si quiere volver al socialismo allendista o continuar su camino hacia la libertad.
 
 

Últimos 5 Artículos del Autor
[Ver mas artículos del autor]