Si bien la vida es frágil, no lo es tanto como la Libertad
Ariel Corbat
Abogado (UBA), republicano, unitario y liberal. Coautor de "Uso y abuso de las corbatas" y "Teoría romántica del derecho argentino" (El Himno Nacional como expresión de la Norma Hipotética Fundamental). Brindó servicios en la Secretaría de Inteligencia desde 1988 hasta su renuncia en 2012. Escribe en el blog La Pluma de la Derecha". 



El 19 de Marzo de 2020 se dictó el Decreto 297/2020 de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Al contexto de pandemia, resultó razonable y constitucional; a pesar del miserable pacto de la casta política que explicita su redacción, conforme señaló esta columna el martes pasado
Es un dato insoslayable que el Covid-19 cumple bien su propósito como peste comunista, ya que por mucho que el INADI quiera imponerse como policía del pensamiento, los virus se referencian con su lugar de origen y China, por desgracia para los chinos y el resto de la humanidad, es un país sometido por los comunistas. La expresión peste comunista sirve para advertirnos que si bien la vida es frágil, no lo es tanto como la Libertad. 
Esa doble fragilidad hizo que el Decreto 297/2020 como respuesta inicial de muy corto plazo fuera aceptable, aunque como era previsible su implementación mostró, especialmente en el conurbano bonaerense, la realidad y limitaciones de un país con daño institucional, degradación cultural y miseria intelectual. Pero el punto es que el gobierno nacional no utilizó este tiempo para diseñar una estrategia realista y sustentable, sino para disfrazar su ineptitud de gesta épica. De ahí que la prórroga, continuando un esquema que además de ser materialmente ruinoso amenaza ser moralmente catastrófico, ya no puede considerarse razonable ni constitucional. 
Alberto Fernández, que no es un estadista, no obra en defensa de intereses nacionales sino para fortalecer un personalismo prestado. Y ello a pesar de la repentina secta de los "Seguidores de San Alberto de los últimos días". Razón suficiente para que los republicanos enfaticemos que la dirección correcta, en toda circunstancia y sobreponiéndose a cualquier dificultad, es responder a la emergencia en términos de buscar alcanzar y defender el estilo de vida propuesto por la Constitución Nacional. 
Cuando no se vive como se piensa se termina pensando del modo en que se vive, por lo que si el miedo nos domina, la indecencia de la casta política hará del ideal constitucional para nuestro estilo de vida lo que el virus se llevó.

Oíd mortales

¿Qué el coronavirus dejará un tendal de muertos? Sí. ¿Y con eso qué? Nuestro Himno comienza diciendo: “Oíd mortales”. Con pandemia o sin ella eso somos: mortales. Como los que cruzaron Los Andes, batallaron en Brasil y Paraguay, conquistaron el desierto, vencieron al terrorismo castrista y en Malvinas hundieron barcos, derribaron aviones y combatieron cuerpo a cuerpo. Nuestras victorias fueron por ser bravos y esa misma bravura hizo gloriosas nuestras derrotas. Miles de muertos en el campo de batalla para vivir siendo argentinos. ¿Una peste comunista y olvidamos quiénes somos? ¿Y después qué?
Con el miedo al coronavirus el gobierno fomenta la histeria colectiva, lo aterrador del caso es que los más proclives al comportamiento histérico de obedecer ciegamente hayan resultado los cambiemitas con sus líderes a la cabeza. Sin siquiera un amague de espíritu crítico, la "oposición" cambiemita muestra ser tan parte del problema como el kirchnerismo. Escuchar la brutalidad de Gerardo Morales diciendo que hay que emitir moneda sin recato, argumentando que el control de precios con multas y encarcelamientos evita la inflación, nos demuestra cuán terroríficos pueden ser los progres asustados haciendo del país bocado fácil para los comunistas. 
Al escucharlo comencé a evaluar, como jurista, la procedencia de ejercer el  derecho / deber de resistencia frente a la opresión, conforme a lo previsto en el Artículo 36 de la Constitución Nacional. El discurso presidencial del domingo 29 confirmó que la situación habilita la desobediencia. Más aún: la exige.
La resistencia frente a la opresión puede implementarse con acciones pacíficas, al estilo Gandhi. Esas acciones deben ser meditadas y emprendidas con la determinación de soportar pasivamente una eventual respuesta violenta, ya sea que esta provenga de la histeria civil o de alguna sobreactuación uniformada. Decenas, centenares, miles de acciones mínimas, insignificancias que pongan en evidencia la irracionalidad del dispositivo gubernamental, demostrando lo ridículo e insostenible del cuadro. 

Los asmáticos

Por caso, el asmático que para conservar capacidad aeróbica sale a caminar, trotar o correr, algo que perfectamente se puede realizar conservando la distancia social de prevención. Y sucede que ese asmático soy yo. Conozco bien la asfixia, el dolor de empujar la respiración y la incertidumbre de estar internado con mascarilla de oxígeno. Comprendo pues que morir por Covid-19 no puede ser una muerte agradable. 
Esta vez, contribuir a la seguridad es promover la desobediencia responsable de la ciudadanía frente a gobiernos (nacional y provinciales) tan faltos de honestidad como de principios republicanos, antes que destruyan por completo la posibilidad de alcanzar el estilo de vida soñado y proyectado por los constituyentes del 53/60.

Publicado en La Prensa.

 

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