La casa natal del Ché está en venta: Desde la Fundación Bases hicimos una oferta
Federico Fernández
Senior Fellow del Austrian Economics Center (Viena, Austria). Presidente de la Fundación Internacional Bases (Rosario, Argentina). Premio
a la Libertad 2005, otorgado por la Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
Desde la Fundación Internacional Bases, con
sede en ocho ciudades distribuidas en tres continentes, queremos hacer llegar
nuestra propuesta formal para la compra de la casa natal de Ernesto “Ché”
Guevara.
Sabemos que la operación no va ser sencilla.
Comenzando por el precio. Los propietarios,
ambos admiradores del Ché, piden 400 mil dólares americanos por el departamento
de 220 m2. Dicho precio está bastante por encima del precio de la zona. Según
quienes entienden de la materia, no debería superar los 260 mil.
Pero las dificultades no terminan aquí.
Además del abultado importe, los propietarios
también quieren imponer condiciones a los posibles compradores. Por un
lado, exigen que los nuevos dueños “respeten la figura del Ché”. Por el otro,
que el departamento “mantenga la función que ha venido teniendo hasta ahora”.
Cabe aclarar que dado que la vivienda se
encuentra en un edificio residencial, no puede funcionar como museo o local
abierto al público. Sin embargo, tras ser amueblado al estilo de los años 20s
(el Ché nació en 1928) lo pusieron a disposición de los gobiernos rosarino,
santafesino, nacional y cubano “para hacer visitas o actividades de protocolo”.
En consecuencia, nuestra propuesta tiene que
atender tanto el elevado precio que los dueños quieren como las exigencias
respecto de la memoria del Ché y todo lo que él representó.
Desdolarizar
En primer lugar, a la Fundación Internacional
Bases le gustaría negociar respecto del valor a pagar.
Comencemos con el hecho de que nos parece
directamente un atentado a la figura del Ché Guevara que el precio esté
expresado en dólares americanos. Es una ofensa que no podemos tolerar.
Por eso, se nos ocurren varias alternativas.
Primeramente, pensamos que podríamos pagar la
operación en pesos cubanos. Cuba posee dos monedas nacionales: el peso cubano
(CUP) y el peso cubano convertible (CUC). Ambas son básicamente inservibles
fuera de isla. Y en la propia Cuba tampoco pueden hacer mucho dada las
carencias materiales básicas originadas por el sistema comunista.
Pese a todo ello, creemos que sería lo más
justo y solidario que la operación de compra-venta por la casa natal del Ché se
hiciera en cualquiera de las monedas basura cubanas y que el producto de la
venta sea exclusivamente gastado en “bienes y servicios” cubanos.
Por cierto, debemos recordar que el Ché fue
nombrado por Fidel Castro como presidente del Banco Central cubano. Carlos
Alberto Montaner señala que como consecuencia de las
políticas monetarias de Guevara “el peso cubano, que durante décadas había
mantenido la paridad con el dólar, comienza a hundirse en medio de un
creciente proceso inflacionario”. Usar el peso cubano, entonces, es otra forma
de honrar la memoria del Ché…
Pero sabemos que una negociación llegue a buen
término, hay que ser flexibles. Por eso sugerimos otras alternativas.
De la cripto
venezolana al rascacielos norcoreano
Uno de los grandes aliados actuales de Cuba es
la República Bolivariana de Venezuela. Se nos ocurre que si el peso cubano no
convence a los vendedores podríamos pagar en Petro, la supuesta criptomoneda lanzada
por Nicolás Maduro en 2018.
Así como innovadores y criptógrafos han venido
desarrollando monedas como Bitcoin, el gobierno venezolano tiene su propia
criptomoneda. En efecto, el Petro estaría relacionado a las reservas
venezolanas de petróleo, oro y diamantes (de alguna manera poco clara). No
extraña entonces que la criptomoneda bolivariana sea rechazada internacionalmente
y carezca de utilidad real.
Nos parece además muy pequeñoburgués que el
precio que piden los actuales propietarios esté regido por la oferta y demanda
del mercado argentino. El Ché es uno de los mayores ejemplos de la Patria
Grande de la que tanto hablaron personajes como Néster Kirchner y Hugo Chávez.
Por ello, creemos que el precio del metro cuadrado debería ser regido por las
realidades de las economías socialistas de Cuba o Venezuela.
Si el parámetro es Cuba, dado que no existe la
propiedad privada allí, el precio debería ser cero y los actuales propietarios
deberían sencillamente transferirnos la titularidad del inmueble en forma
gratuita.
Entendemos que eso puede ser demasiado radical.
Por lo que una buena métrica podrían ser los precios de Caracas. En la capital
venezolana los precios de las propiedades han caído un 75 por ciento en los últimos 20
años, desbarrancándose hasta los 350 dólares por m2 promedio. Además, dada la
gran cantidad de gente emigra desesperada por la situación económica, los
precios reales pueden caer mucho más. “Quien toma la decisión de emigrar
‘regala’ su propiedad, tal vez en diez mil dólares. Ese inmueble, aún con
precios bajos, debería valer no menos de ochenta mil”, explica un agente inmobiliario.
Es decir, para ser consecuentes, los actuales
propietarios de la casa natal del Ché Guevara deberían contentarse con ocho
veces menos que el valor que esperaban recibir.
Finalmente, y entendiendo que quizás recibir un
pago en pesos cubanos y Petros puede no ser tan tentador, queremos ofrecerles
una permuta.
En Pyongyang, capital del fantástico paraíso
comunista de Corea del Norte, se encuentra el edificio sin terminar más alto
del mundo. Conocido como el “hotel de la perdición”, el rascacielos en forma de
pirámide supera los 300 metros de altura y fue diseñado para albergar al menos
3.000 habitaciones, así como cinco restaurantes giratorios con vistas
panorámicas. Se encuentra, sin embargo, vacío e incompleto desde 1987.
Las ventajas de este edificio son obvias.
Mientras que los 220 m2 de la casa natal de Guevara sólo permiten homenajear a
su figura, el rascacielos norcoreano ofrece espacio de sobra para celebrar las
vida de obra, no sólo del Ché, sino de personajes similares. Así, genocidas de
la calaña de Stalin, Pol Pot, Lenin, Mao Zedong, Fidel Castro, Nicolás Maduro y Kim Yong Ill podrían también
tener sus museos.
Buena memoria
Estamos seguros que los actuales propietarios
de la casa natal del Ché quedarán fascinados por las propuestas de pago o
permuta que hemos hecho. Por lo que ahora toca despejar cualquier duda respecto
a la cuestión de la preservación del legado. De hecho, en la Fundación
Internacional Bases nos parece muy importante dejar bien en claro qué clase
persona fue el Ché.
La vivienda cuenta con cinco habitaciones
(cuatro dormitorios y un living-comedor) más dependencias de servicio. Por lo
tanto, proponemos la siguiente utilización de los espacios:
● Dormitorio 1 destinado a rememorar a
todas las personas asesinadas por el Ché, quien siempre se manifestó partidario
de los fusilamientos y las ejecuciones sumarias.
● Dormitorio 2 utilizado para contar
su devastador paso por el Ministerio de Industria y el Banco Central cubanos.
● Dormitorio 3 con un estudio de los
fracasos del Ché cuando intentó exportar la violencia al Congo y a Bolivia
(esta última “aventura”, además lo llevó a la muerte).
● Dormitorio 4 con una conmemoración
de los resultados de sistema comunista que el Ché ayudó a imponer en Cuba:
10.000 asesinados, 80.000 balseros ahogados
y 1,5 millones de exiliados.
● Living-comedor utilizado para una
muestra permanente del plato típico comunista: el plato vacío.
Desde la Fundación Internacional Bases
consideramos que esta propuesta hace el ofrecimiento económico que los propietarios
de la casa natal del Ché moralmente merecen, combinada con la justa
rememoración que un sujeto de la calaña de Guevara debería tener.
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