Una peli de ciencia ficción: Tesla y el inframundo (ArgeSudán)
Alejandro A. Tagliavini
Senior Advisor, The Cedar Portfolio. Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland (California). Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.






                    Increíble pero real, las acciones de Tesla TSLA superaron este jueves los USD 2.000, ganando un 483% este año, en comparación con ganancias de alrededor del 5% para el S&P 500, y han subido 869% en los últimos 12 meses, en comparación con un avance del 17% para el S&P en el mismo período.
                    Subieron 6,56% este jueves, luego de caer el miércoles, rompiendo una racha ganadora de cinco sesiones y una ganancia del 37% en ese período. La carrera actual comenzó después de que el fabricante de automóviles eléctricos de Silicon Valley anunciara una división de acciones de 5 por 1 la semana pasada.
                    La medida tenía como objetivo “hacer que la propiedad de acciones sea más accesible para empleados e inversores”, dijo la compañía. Cada accionista registrado, a partir del 21 de agosto, recibirá un dividendo de cuatro acciones ordinarias adicionales por cada acción que posea en ese momento, que se distribuirá después del cierre del 28 de agosto.
                    Para Dan Ives de Wedbush, Tesla está siguiendo a AAPL Apple Inc. que ha logrado un récord histórico y, como señala Jesse Felder, en tiempo récord:
               La división fue “un movimiento estratégico inteligente en el momento adecuado” dada su sólida base minorista y el “creciente apetito” de los inversores por Tesla y, en términos más generales, por la industria de vehículos eléctricos, dijo Ives. La compañía dos veces este año sorprendió a los inversores con una ganancia trimestral, cuando Wall Street esperaba pérdidas; y sus resultados del segundo trimestre, su cuarto trimestre consecutivo de ganancias GAAP, la habilitan para que la incluyan en el S&P 500.
               La inclusión, que se espera que suceda dentro de unos meses, desataría un torrente de dinero nuevo de innumerables fondos cotizados en bolsa, y sería seguida por fondos de pensiones, mutuos y otros fondos administrados activamente en los EE. UU. y en el extranjero, que siguen el índice de referencia de gran capitalización.
                Además de la rentabilidad de Tesla, varios analistas han elogiado sus reservas de efectivo, la fuerte demanda continua de sus vehículos eléctricos, sus nuevas fábricas que se están construyendo en Texas y Alemania, y un “día de la batería” programado para el 22 de septiembre, así como el lanzamiento esperado del Cybertruck, su camioneta eléctrica.
                 Personalmente, no termino de entender el recorrido de Tesla como ya he explicado en una nota anterior pero, aun así, sí que apuesto fuerte por Elon Musk por que es el arquetipo del mercado libre, de la actividad privada -aunque nadie sea perfecto- ya que, entre otras cosas, no solo ha enfrentado a las cuarentenas policiales de los Estados y triunfado, sino que privatiza hasta el espacio.
              SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon, ya vale USD 46.000 M gracias a que consiguió una ronda de inversión de más de USD 1.900 M de financiamiento. De acuerdo a Bloomberg, la nueva valuación de la empresa la convierte en una de las compañías estadounidenses más valiosas entre las financiadas por el capital de riesgo.
             El 2 de agosto, SpaceX concretó una exitosa misión junto a la NASA realizando el primer viaje al espacio de un vehículo de propiedad privada y que, además, fue el primer vuelo espacial tripulado en nueve años desde EE.UU. Y ahora apuntan a realizar el primer vuelo operativo con astronautas de la nave espacial Crew Dragon, y el cohete Falcon 9, a la Estación Espacial Internacional a fines de octubre. SpaceX, entre otras muchas cosas, lleva adelante los preparativos para integrar el satélite argentino SAOCOM 1B al lanzador Falcon 9 que lo transportará al espacio en unas semanas.
                 En fin, hablando de automotrices, en fuerte contraposición con Elon en todo sentido, Argentina sigue el camino de Sudán que acaba de anunciar que ya no puede controlar el tipo de cambio porque se ha quedado sin reservas.
                 Según el ministro de producción no hay un freno a la importación de autos sino que están trabajando en planes productivos, como un acuerdo con Adefa para que se produzca más en el país, porque la balanza automotriz es muy desequilibrada, y eso le generaría faltante de dólares al BCRA.
                   Dice el ministro que “Si nos ponemos a importar y descuidamos la producción nacional… nos quedamos sin dólares y terminás devaluando abruptamente… hay una problemática recurrente cada cinco o diez años en el mercado cambiario porque nos faltan dólares. La solución es muy clara: hay que exportar más y producir lo que se pueda en el país… Poner parches como fue tomar deuda no funcionan. La solución es que se genere la oferta de dólares, esa es nuestra obsesión”. 
                    Obviamente no escuchó a uno de los mejores economistas, Roberto Cachanosky, que explicó claramente la real causa por la que faltan dólares: por que “nadie quiere vender sus dólares artificialmente baratos” al BCRA y, en cambio, “todos quieren comprar”, así no alcanzan los dólares al precio artificialmente fijado por el Estado. Es más, no es que falten dólares, lo que sobran son pesos que la población no quiere.
La solución, obviamente, es como la de Elon Musk, creer en el mercado libre y dejar que el dólar llegue a un equilibrio natural entre oferta y demanda lo que, por cierto, no provocará inflación -a lo sumo una suba del IPC- ya que no es que sube el dólar sino al revés, se deprecia el peso por la exagerada emisión, por la inflación.


 

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