La real magnitud del mercado libre del dólar
Daniel Sticco
Es el editor Jefe de Economía Infobae.com. Economista, periodista y consultor de empresas, con más de 30 años de profesión. También es director del Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y columnista en el programa Sin Saco y Sin Corbata en Radio El Mundo.


Cada mañana el jefe de Gabinete intenta dar una explicación de la relevancia del mercado libre del dólar y con una simplicidad asombrosa analiza quiénes lo integran y cuál es su magnitud.
Claramente por tratarse de un circuito marginal no se anotan las transacciones, y por lo tanto, cualquier número que se tire al aire sobre el monto en que se opera diariamente, puede ser defendido o cuestionado. Sin embargo, hay dos referencias que no pueden ser tan fácilmente refutadas.
Una es la millonaria intervención diaria en forma directa o indirecta de la Anses con la venta de bonos públicos dolarizados para intentar cerrar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el libre. El último informe a fines de diciembre dio cuenta de que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad tenía en su cartera 329.472 millones de pesos, de los cuales 39,7% correspondían a bonos en dólares (unos 10.000 millones de dólares al cambio libre y casi 20.000 millones al tipo oficial, en contraste con apenas 10,6% que registraban las AFJP al momento de su extinción en 2008 por la "voluntad popular").
Activos financieros dolarizados de la Anses se elevaron de 10,6 a 39,7% en cinco años
La otra también surge de una fuente oficial. El Indec publica en el cuadro 13 de la balanza de pagos al 30 de septiembre de 2013que el total de activos externos de los argentinos era de 210.515 millones de dólares, de los cuales en el mercado se estima que más de 110.000 millones corresponden a billetes guardados en bancos, cajas de seguridad bancaria y personal o empresaria, depósitos en cuentas en el exterior, como Suiza, Uruguay y paraísos fiscales, y no necesariamente la mayoría corresponde a fondos negros, no declarados a la AFIP. Esa cuenta creció el último año más de u$s6.000 millones y desde la imposición del cepo cambiario a fines de octubre de 2011 se amplió en unos 20.000 millones de dólares.
Muy poco de esos fondos se explican por la cancelación de deuda pública en dólares, con uso de reservas, a residentes que tenían en cartera títulos en dólares del gobierno nacional. El resto se originó en el mercado marginal, al que reiteradamente se minimiza.
Los argentinos guardan en los "colchones" más de u$s110.000 millones
El relato de cada mañana
Hoy Jorge Capitanich dijo que el movimiento en el circuito marginal se debe a la acción del "narcotráfico, lavado de dinero y de ataques especulativos". Si fuera realmente así, la única y principal causa de la escalada del dólar libredesnuda el reconocimiento de la incapacidad del Gobierno para combatir esos flagelos.
Naturalmente, en la óptica del Gobierno y de su principal vocero, Capitanich, nada tiene que ver la política económica, el cepo creciente: empezó con las importaciones, le siguió el turismo, se extendió al mercado inmobiliario, se amplió al turismo y se extendió a los automotores y motos de alta gama; y en particular un exceso de gasto público que se decidió financiar con uso de reservas del Banco Central y emisión espuria. Para disimular su impacto se apeló a la devaluación del Indec y a los fracasados controles de precios.
El cambio de Gabinete el 20 de noviembre sigue con esos pasos, aunque agravados, por eso se alteró aún más el humor de los agentes económicos y se manifiesta en la huida del peso: se empinó la inflación de 26% a más de 35% al año y el dólar libre se disparó más de dos pesos.
Con  ese cuadro, Capitanich y su consejo de asesores no atinan a reconocer la existencia de un grave problema y por tanto no ven la necesidad de encarar soluciones de fondo, porque se muestran convencidos de que lejos de ser la suba del valor real del dólar y de la inflación, o más correctamente la devaluación del peso, síntomas de las agudas dolencias que registra la economía en diversos frentes, reflejan simplemente acciones mafiosas, conspirativas y golpes de mercado, en una plaza muy chiquita.
Sin embargo, ya se ha demostrado casi hasta el cansancio que el valor de referencia que toma el mercado para ponerle precio a una divisa escasa, porque son más los que quieren comprar que los que quieren vender y por tanto se cierra en un punto de encuentro de esas dos puntas, surge de los números del Banco Central: el último dato conocido de la base monetaria al 10 de enero arrojó una relación con las reservas en divisas a esa fecha de $12,44 por dólar, y de $9,47 en el caso de la cantidad de billetes y monedas en poder del público. Ese día el precio del dólar libre se ubicó en un punto intermedio entre esas referencias.
Por tanto, mientras se siga gastando energía en explicar con argumentos muy frágiles las consecuencias de los desequilibrios macroeconómicos, en lugar de emplearla en plantear soluciones de fondo con medidas correctivas, las tensiones cambiarias, inflacionarias, salariales y próximamente laborales, irán en ascenso.
 

Últimos 5 Artículos del Autor
[Ver mas artículos del autor]