Pandemia y geopolítica
Ricardo Runza

Ingeniero Aeronáutico y Magíster en Defensa Nacional.





Se ha dicho desde el Gobierno nacional que la elección de la vacuna contra el Covid es -entre otras- una cuestión geopolítica. ¿Está la Argentina en una posición de fortaleza para negociar algo desde la geopolítica con algún actor de la comunidad internacional? La respuesta es simple: no.


Sin embargo, se ha decidido negociar bajo este paraguas una vacuna con Vladimir Putin, un león de la geopolítica. Putin sabe imponerse, global y bilateralmente, sobre otros países, con un interés nacional determinado, con un objetivo concreto.
Un rasgo que nuestra elite política desconoce y que nunca actúa así por nuestro país, simplemente porque el interés nacional argentino no existe: es apenas el personal del mandatario de turno. Por eso, la Argentina no fue un aliado confiable de nadie desde la Primera Guerra Mundial hasta el presente.


Cabe preguntarse: ¿Qué se ha decidido negociar geopolíticamente con el presidente de Rusia, Vladimir Putin? Obviamente si se negocia de esta forma la vacuna rusa no es un asunto de índole comercial.
¿Qué querrá geopolíticamente Putin? ¿Qué está dispuesto entregarle nuestro Presidente de la Nación? ¿Una base de telemetría, comando y control, tal como Cristina Fernández de Kirchner y luego Mauricio Macri le dieron al ejército chino? ¿Un acceso pleno a algún mineral estratégico que es escaso en el territorio ruso? ¿El manejo de la Hidrovía que permite la salida de la soja del Mato Grosso brasileño, de Paraguay, de Bolivia y de nuestro país al mundo?
¿Una base aeronaval que proyecte el poder militar ruso en el Atlántico Sur y la Antártida desde nuestra posición geográfica? ¿Alguna cuestión relacionada con Venezuela? ¿Venderle armamento a un Estado quebrado con mala reputación de pagador? Putin no es estúpido. Por otro lado, el gobierno argentino geopolíticamente no puede exigir nada a la Federación Rusa. Solo puede ofrecer obediencia y sumisión.
Días atrás, un asesor del gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof sorprendía diciendo que una empresa multinacional negociaba a cambio de su vacuna presuntas cesiones de soberanía nacional que el Gobierno no estaba dispuesto a conceder. Sin embargo, esos escandalosos tiros al aire resultaron silenciosos con respecto a la vacuna Sputnik V. ¿Qué significaron en realidad?


Irresponsablemente estamos poniendo a toda nuestra primera línea de combate sanitario contra el Covid bajo la primera dosis de la vacuna de Putin. Sin otra alternativa. Sin poder dar marcha atrás. Por treinta días este zar tiene a la Argentina en su puño, a la espera de la segunda dosis. ¿Cuánto nos costará geopolíticamente? Por ahora, esto es una incógnita.
Indudablemente, nuestro Presidente carece de asesoramiento geopolítico, de estrategia en serio y de defensa del país. Como sus predecesores, confunde el interés nacional de nuestro país con el suyo propio. Se ha puesto a jugar ajedrez con alguien que sabe y que tiene el respeto de todos los expertos de defensa del mundo.
Estamos en jaque. Muy pocos se han percatado de esta situación. Estamos en un momento de máxima vulnerabilidad.


Publicado en Clarín.
 

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