En el último cuatrienio el peso perdió el 80% de su capacidad de compra
Enrique Blasco Garma
Economista.
Sostenía Adam Smith en su obra cumbre “La Riqueza de las Naciones”: “el pan, carne, cerveza, que consumes provienen de negociar tu coincidencia con la del propio interés de los proveedores, no de su bondad”.
Los intercambios voluntarios generan colaboraciones mutuas, aprendizajes y competencias. Tanto más amplia cuanto mayor libertad para elegir lo mejor para sí mismo, independientemente de discursos y opiniones ajenas. En contraste, las actividades dirigidas a la propia satisfacción, sin intermediarios, no generan valor; sólo atienden lo propio, particular. Los actos forzados siempre empobrecen.
Los ingresos miden los productos y trabajos entregados para satisfacer necesidades particulares. Los intercambios multiplican valores, pues cada parte, vendedor - comprador, obtiene algo que valora más que lo entregado a cambio. La ganancia es el valor añadido. La única y verdadera creación de riqueza proviene de las transacciones voluntarias.
El empleado recibe del empleador un monto de dinero por su entrega de trabajo; el primero aprecia más el dinero recibido que el trabajo suministrado; el empleador prefiere el trabajo obtenido al dinero pagado a cambio. Las transacciones repiten igual estructura. Uno entrega un bien, derecho activo; la otra entrega dinero a cambio.
Mientras, el Estado obra con imposiciones forzadas que, por convención, se valúan por los salarios y costos pagados, suponiendo erróneamente un beneficio similar.
Las normas aseguran los tratos. La Revolución Francesa impuso el Sistema Métrico decimal para superar disputas comerciales habituales. Hasta entonces, el patrón - superior jerárquico- definía lo entregado en cada trato particular. Habitualmente el menos encumbrado sufría maltratos.
Bancos centrales
Las naciones avanzan desarrollando instituciones, estándares precisos.
Los emisores de dinero son Bancos Centrales u oficinas independientes sujetos a controles de calidad. Mientras las medidas físicas se controlan con patrones objetivos, el valor del dinero se mide con precios, certeza de las emisiones y acreditaciones.
El conflicto aparece cuando el Estado imprime dinero para pagar sus gastos y no preserva su valor. Ante dos tensiones BCRA pierde su independencia, priorizando el programa de gastos por sobre la estabilidad de la moneda. Imprimir dinero para financiar al Tesoro deteriora su valor. Sobrará dinero y subirán los precios intentando quitar los excedentes. Emitiendo mas dinero del demandado, los precios subirán.
Mientras los gobiernos procuran que los productores compitan ofreciendo mejores bienes, el Estado evita la competencia de otros emisores. En donde infinidad de valores se fija en dólares, adoptar el dólar como moneda o unidad de transacción facilitaría intercambios.
Los precios inciertos reducen la información, tornando riesgosas las transacciones. Esto es menor comercio, menor multiplicación de valores, menores ingresos, menores libertades de trabas innecesarias. Liberar obstáculos artificiales aumenta los ingresos, esto es, las libertades de actuar. Libertades e ingresos corren juntos.
Sin precios estables, se pierde información, referencias, horizontes para intercambiar y los ingresos se comprimen. Los privados pierden. La causa de la inflación es la emisión de pesos superior a lo deseado. En lo inmediato, los precios pueden aumentar por mayores costos, sean sueldos, impuestos, tipo de cambio.
La inflación viene declinando en el mundo y promediaba menos del 1% anual en 2020. En América Latina, es cada vez menor, salvo en Venezuela y Argentina. En el cuatrienio último el peso redujo su valor en 80% del que mantenía en diciembre 2016. Los precios dejaron de iluminar las decisiones.
Convertibilidad fue la regla monetaria que se optó en los 90 para ajustar la cantidad de dinero a la demanda de la población, de forma automática. El Banco Central, con respaldo legislativo estableció una relación uno a uno entre el peso y el dólar. Cuando la gente deseaba más pesos, entregaban dólares, y el BCRA devolvía pesos. Cuando sobraban pesos, los privados los entregaban a cambio de dólares. No existiendo otra causa de emisión, la regla garantizaba la cotización del peso y certidumbre a los precios. Durante los diez años los precios estuvieron estables.
Inflación de regulaciones
La polución normativa traba, confunde, conlleva redistribuciones patrimoniales, empobrecimientos conjuntos. Los legisladores intentan ejercitar su poder modificando reglas. Los cambios de reglas forzadas, impuestas, confunden los intercambios voluntarios, y se refleja en la dinámica de los precios.
De igual modo, el riesgo argentino mide la enorme variabilidad en las obligaciones del Estado y las inversiones. Las inflaciones se retroalimentan. Para desviar culpas por alzas de precios, gobernantes dictan normas y cargan los aumentos de precios a comerciantes, empresarios, asalariados. Olvidan quien emite dinero.
Enseñando mejor razón, los deportes competitivos definen reglas mínimas y necesarias, estables, no cambian. Los espectadores vigilan prestamente, porque las alteraciones confundirían al juego.
Justicia es eficiencia. Las distintas miradas enriquecen y liberan negocios, con reglas iguales, estables, para todos los humanos, actos y tiempos. La aspiración de la Revolución Francesa. Justo no es lo que le parezca a un individuo singular, si no el mínimo común denominador. Regla de eficiencia, competencia. El metro patrón independiente de opiniones particulares. Si las reglas no fueran parejas, ¿cómo saber lo justo, eficaz?
Publicado en INFOBAE.
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