El juego del calamar puede explicar el mundo cripto
Martín Siracusa
Economista UBA, becario en Development Economics de la Universidad de Sussex.


¿Se han preguntado por qué las criptomonedas son furor en esta época? ¿Por qué un instrumento financiero sin respaldo legal logra que millones de personas confíen sus ahorros en ellos? ¿Por qué los jóvenes apuestan a juegos que pagan con criptomonedas? Es tan grande el boom de la era cripto que entre las 10 más fuertes reúnen un 10% del total de la Bolsa de Nueva York. Sólo hace falta considerar Bitcoin para igualar, por ejemplo, a la bolsa española. Y existen miles de criptomonedas en el mundo.
Si han visto “El juego del calamar”, podrán entender más sobre cómo funciona el comportamiento de los inversores y ahorristas que depositan su dinero en el mundo cripto. ¿Por qué? La serie furor en todo el mundo plantea como tesis uno de los problemas más discutidos por los economistas: la decisión entre cooperar con los demás o desconfiar de ellos. Si recuerdan a uno de los Premio Nobel cuya vida llegó a la pantalla, John Forbes Nash, quizás sepan de qué se trata el famoso “Dilema del Prisionero”.
Este dilema se resume en una decisión a tomar entre cooperar o traicionar a una segunda persona, quien se encuentra en la misma disyuntiva. En los últimos 20 años, han proliferado experimentos sociales donde se pone a prueba esta misma pregunta: en qué condiciones decidimos jugar en equipo o, por el contrario, optar por la jugada individual. Como corolario: jugar en equipo puede ser mucho más eficiente, sin embargo, requiere confianza y credibilidad. De los experimentos, se puede intuir que si el juego se repite en el tiempo muchas veces pasan dos cosas: aprendemos a jugarlo y cooperamos más con los demás.
Esta teoría explica mucho del comportamiento cripto, empezando por la falta de confianza en los gobiernos y las monedas tradicionales. Pero, además, la posibilidad de asumir un alto nivel de riesgo es más aceptada cuando el juego puede repetirse hacia adelante. Especialmente son los jóvenes los que impulsan el furor de las criptomonedas, en parte para refugiarse de la inflación, ya que sus rendimientos se miden en dólares. No es casualidad que se hayan desarrollado juegos que requieren un capital para ingresar y que pagan rendimientos por jugar. La generación del Family Game estará pensando “¿cómo sería mi vida si me hubieran pagado en dólares por jugar al Mario Bros?
Sin embargo, las criptomonedas abrieron el camino a estos juegos. Los principales 5 (entre ellas Axie Infinit), acumulan más de 20 mil millones de dólares en capitalización de mercado. Pero se trata de un mercado de alto riesgo, con muchos cambios. De esto también aprendieron los nuevos juegos, como Criptomines, que desarrolló una plataforma que paga los rendimientos en dólares en lugar de una criptomoneda propia.
Un mundo que viaja a la velocidad de la luz, con alta volatilidad y con una creatividad insuperable. Aunque nadie que haya estudiado la estructura financiera de los derivados de las hipotecas subprime en Estados Unidos (que estalló la crisis del año 2009) debería mirar con cara de asombrado. 

Publicado en El Cronista.
 

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