Informe para Sergio Massa, que necesita inversiones directas
Natalia Motyl
Licenciada de economía de la Universidad de Buenos Aires y economista de la Fundación Libertad y Progreso.


Ahora, la gran pregunta es: ¿cómo atraer esos capitales a este país?
Hay 2 capítulos diferentes. Por un lado, lo coyuntural. Por ejemplo las empresas productoras de hidrocarburos reclamaban algunas medidas urgentes para ampliar su participación en los recursos de explotación no convencional en Vaca Muerta, Provincia de Neuquén.
Horas atrás, el Decreto Nº 277/22 ordenó medidas cambiarias, impositivas y aduaneras para incentivar las inversiones en la cuenca de Vaca Muerta. Por ejemplo, la liberación del cepo cambiario sobre el incremental de producción.
El decreto reconoce que "el desarrollo del sector hidrocarburífero argentino resulta de crucial importancia para el desarrollo macroeconómico del país, estableciendo las bases de un crecimiento sostenible e inclusivo, de carácter federal, que garantice una expansión secular del empleo, la producción y las exportaciones"; y recuerda que hay "un déficit recurrente en la balanza comercial energética, donde las importaciones de gas y de gasoil explican mayormente la canasta importadora de nuestro sector energético, por lo que es necesario ocuparse activamente de esta problemática".
Pero ¿qué ocurre con lo estructural? Bueno, vamos con el manual definitivo del paso a paso detallado.
Los factores que la Argentina debería tener en cuenta para atraer los dólares del exterior son:
  1. Estabilidad macroeconómica.
  2. Educación.
  3. Calidad institucional.
  4. Mejorar reputación del país.


Estabilidad macroeconómica

La estabilidad macroeconómica es la situación en la que los precios de la economía tienen cierta previsibilidad para los individuos. Esto es afín a la incertidumbre. A mayor inestabilidad macro, mayor incertidumbre.
 
En general, los individuos son aversos al riesgo, o sea, los inversionistas prefieren evitar el riesgo en sus inversiones.
 
La estabilidad macroeconómica está relacionada con la inexistencia de saltos abruptos en el tipo de cambio, la tasa de interés, la oferta monetaria, la política fiscal, etc.

Más específicamente, según datos de Statista, la Argentina figura como el país del mundo Nº3 con la inflación proyectada más alta para este año (90,2%), después de Venezuela (500%) y Sudán (245,1%).
 
Con inflaciones tan altas, es imposible que lleguen a invertir empresas ya que ni siquiera pueden llevar adelante un simple cálculo empresarial. Asimismo, con restricciones al acceso de divisas no podrían conseguir aquellos insumos necesarios para producir. Es totalmente absurdo que inviertan sin que les garanticen cierta estabilidad macroeconómica.
 
Por otro lado, tal como plantean Calvo y Talvi (2005), los inversionistas se cubren de los problemas potenciales en los países emergentes. Por este motivo retiran sus capitales de estos países cuando se presentan shocks exógenos, tales como la última pandemia, o tensiones geopolíticas, como las que suceden hoy día en el triángulo USA, China y Taiwán. Es más, cuando USA sube la tasa de interés, los capitales extranjeros se llevan sus inversiones de las economías más débiles, tal como es el caso de Argentina.
 
Un enorme problema de la sociedad argentina consiste en relacionar “orden macroeconómico” con “pobreza”.
 
Es decir, según estas ideas que crecieron al cobijo de la ignorancia, la conspiranoia y el populismo demagogico, la estabilidad macroeconómica implica injusticia distributiva y que quienes tienen más se lleven una porción de torta más grande.

Un trabajo publicado por el FMI, de Bas B. Bakker, Manuk Ghazanchyan, Alex Ho y Vibha Nanda (2020), muestra que no sólo es necesario lograr una estabilidad macroeconómica, sino que debe estar acompañado por 2 factores más:
  • tener un elevado capital humano; y
  • poseer una buena gobernanza y un buen clima de negocios.
Por ejemplo, un país puede tener un alto capital humano que favorezca la productividad, pero si no pueden ingresar capitales por elevados tributos o falta de estabilidad jurídica, las empresas no pueden crecer. En general, en este tipo de países, las empresas son de volumen limitado y la productividad es baja.

Calidad Institucional

Engerman y Sokoloff (2002), La Porta (1997) y Acemoglu (2001) han focalizado en el efecto de establecer instituciones que garanticen los derechos de propiedad privada
  • para fomentar la inversión y las innovaciones;
  • para que el inversionista y el innovador puedan cosechar lo que han sembrado.
North (1990) establece que las instituciones son las reglas dominantes del juego en la sociedad. Las instituciones de alta calidad inducen un comportamiento deseable por los individuos de toda la sociedad.
El siguiente gráfico -de elaboración propia en base a BM y RELIAL- intenta brindar evidencia empírica de que los países que poseen una buena calidad institucional presentan una buena performance económica. Para ello, se tomaron 2 variables:
  • Índice de Calidad Institucional (ICI) elaborado por RELIAL; y
  • PIB per cápita elaborado por el Banco Mundial (BM).
Se tomaron 131 países en total para los que se contaban datos.
El ICI se basa en dos subíndices:
  • el índice para instituciones políticas; y
  • el índice para las instituciones de mercado.
Se utilizaron 8 indicadores para medir ambos aspectos de calidad institucional. Para las instituciones políticas se utilizó el índice Rule of Law del BM, Voz y Rendición de Cuentas del BM, Libertad de Prensa de Reporters sans Frontieres y Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.
Por otro lado, para reflejar la calidad de las instituciones de mercado se utilizó Competitividad Global del Foro Económico Mundial, Libertad Económica de Heritage Foundation, Libertad Económica de Fraser Institute y Doing Business del BM. Cada indicador tiene el mismo peso y se tomaron las posiciones relativas de cada país en cada indicador.
Cabe remarcar que el ICI toma algunos datos cualitativos como la Percepción de Corrupción que está basado en opiniones de actores relevantes basados en indicadores objetivos como casos de sobornos, desvió de recursos públicos, etc. A causa de que son percepciones, no refleja fehacientemente de forma cuantitativa la corrupción del país, se puede subestimar o sobreestimar el efecto. También se toman datos del Doing Business en el que han denunciado irregularidades en los datos del informe.
Por otro lado, no todos los países aparecen en todos los indicadores, como el caso de Cuba, por lo que mejora o empeora su posición y, es probable, que estaría peor o mejor si se contemplaran todos los índices.
El PBI per cápita es por paridad del poder adquisitivo (PPA) es el producto interno bruto convertido a dólares internacionales utilizando las tasas de paridad del poder adquisitivo.
En los datos vemos que quienes se encuentran primeros en calidad institucional son los que poseen los PBI per cápita más altos y viceversa, tal como el caso de Chile, con una puntuación de 0,8175 y un PBI per cápita de US$ 25.110; o el de Afganistán, con una puntuación de 0,1718 y un PBI per cápita de US$ 2.078. La Argentina, con una puntuación de 0,4147 y un PBI per cápita de solo US$ 20.070. Por lo que se observa una correlación entre calidad institucional y crecimiento económico.
Elaboración propia en base a BM y RELIAL.
Elaboración propia en base a BM y RELIAL.
Entonces, en la Argentina, la falta de estabilidad jurídica y política impide la proliferación de inversiones.
Otro aspecto relevante es que en la Argentina, los privilegios políticos están reservados para quienes poseen un negocio con el Estado desde los que cobran un plan social e impiden la libre circulación del trabajador hasta los empresarios lobbistas que impiden el acceso a productos más baratos y de mejor calidad.
Engerman y Sokoloff (2002) intentaron explicar los caminos de desarrollo divergentes entre América del Norte y del Sur desde los primeros tiempos coloniales, proporcionando evidencia de cómo en sociedades con alta desigualdad al inicio de las instituciones de colonización evolucionaron de formas que se limitaba el acceso a la pequeña élite al poder político y las oportunidades para el progreso económico. Las condiciones iniciales de desigualdad tienen efectos prolongados y por su influencia en las políticas públicas tienden a perpetuar aquellas instituciones y políticas que atrofian el desarrollo.

Educación

La literatura demostró la importancia de la educación como motor de crecimiento económico que puede incrementar:
  1. el capital humano;
  2. productividad del trabajo:
  3. capacidad de innovación en la economía; y
  4. facilidad de para la difusión y transmisión de conocimiento.
¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de capital humano?
Según Gary Becker, capital humano es escolaridad, un curso de informática, gastos en atención médica y otros valores de puntualidad y honestidad que también son capitales en el sentido de que mejoran la salud, aumentan los ingresos, etc.
Con frecuencia se habla de gastos (en educación, capacitación, atención medica) pero en realidad es inversión en capital.
Hanushek y Woessmann (2012) intentaron estimar el efecto de la educación sobre el crecimiento económico. En general, esto se estimaba mediante una regresión en dónde el crecimiento del PBI per cápita a lo largo de un período de tiempo es función de los años de escolaridad controladas por variables que son relevantes para el crecimiento económico. De esta forma, se encontraba una correlación positiva entre los años de escolaridad y el crecimiento económico.
Sin embargo, el interrogante que dispara la investigación de Hanushek y Woessmann es por qué América Latina no tuvo un crecimiento económico significativo desde la década de los '60, a diferencia de los países de Asia Oriental y de la región de Medio Oriente y África del Norte, cuando sus tasas de escolaridad y nivel de ingreso eran más altas que la de estos países.
Observan que el modelo de crecimiento de PBI per cápita en función de los años de escolaridad descansa sobre dos supuestos fuertes:
  • un año de escolaridad produce el mismo efecto sobre conocimientos y habilidades de una persona independientemente del país; y
  • los años de escolaridad es el único factor que influye en las habilidades cognitivas.
Los autores atribuyen que lo importante no es incrementar en promedio los años de escolaridad sino si esos años de escolaridad incrementan los conocimientos y habilidades cognitivas de los chicos.
En Argentina la calidad educativa se ha deteriorado en los últimos años.
En el año 2000 la Argentina participó del programa central de las pruebas PISA, en lengua, obteniendo un puntaje de 418, 9 años después, el puntaje obtenido cayó a 398. Contrario a lo que había sucedido en otros países de la región como Brasil, que subió de 396 puntos en el 2000 a los 412 puntos en 2009, y México, que subió desde los 422 puntos del 2000 a los 425 puntos en 2009. En 2012 bajó, nuevamente, a 396 y recién en 2018 subió a 401 puntos.
La Argentina pasó de estar en el puesto Nº 51 de 57 países en el 2006 al puesto Nº 57 de 65 países en el 2009 y Nº 63 de los 79 países en el 2018.

Mejorar reputación del país

Muchos observan los países del sudeste asiático como ejemplo de países que lograron un rápido crecimiento económico. Todos ellos siguieron la misma fórmula de:
  • bajar impuestos;
  • achicaron el Estado; y
  • se abrieron al mundo.
Uno de los autores que investigó sobre el tema fue Stiglitz (1997), quien destaca que el motor de crecimiento fue la acumulación de capital humano y físico, este último a través de la inversión del exterior.
Ganarse la reputación internacional fue crucial. En ese sentido, garantizaron que las inversiones extranjeras obtuvieran grandes ganancias; los bienes que se producían eran de buena calidad; la mano de obra local era calificada con el foco puesto en el learningbydoing y la educación técnica; y los contratos se cumplían a tal punto que muchos de ellos eran de palabra.
Es interesante esto último ya que, en las primeras etapas de atracción de inversiones, las instituciones eran informales, o sea, eran sociedad basadas en los códigos morales y los acuerdos de autoejecución; lo que era favorable ya que el costo fijo era menor.
Sin embargo, a medida que el intercambio crecía, iban profundizando las instituciones formales con costos marginales menores.
Para lograr eso es necesario que no existan barreras impuestas por el gobierno al emprendimiento. Lamentablemente, en la Argentina sucede lo contario. Existen muchísimos prejuicios políticos hacia las grandes empresas: licencias y barreras regulatorias, derechos de propiedad inadecuados y no se cumplen los contratos. Todo esto enmarcado en altos niveles de riesgo e incertidumbre.
Stern (2001) pone en manifiesto que para que se dé un buen clima de inversión es necesario superar las fallas de gobierno:
  1. inestabilidad macroeconómica;
  2. altos salarios públicos de baja productividad;
  3. regulaciones arbitrarias;
  4. requisitos de licencias onerosas; y
  5. corrupción.


Hasta que no cumplamos con estos puntos, es dificultoso impulsar un crecimiento económico sostenido de largo plazo.




Fuente: Publicado en U24.











 

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