¿Condenan a Cristina Kirchner? Un evento político descomunal, pero sin gran impacto electoral
Diego Dillenberger
Director de la revista Imagen y conductor de La Hora de Maquiavelo.


“A mí me absolvió la historia”, es el inolvidable desplante de Cristina Kirchner ante el Tribunal Oral en lo Criminal Número 2 en su alegato en la indagatoria por la causa Vialidad. Sin embargo, hay indicios de que los jueces no la absolverían.
¿Cristina Kirchner condenada por corrupción y en pleno ejercicio de la vicepresidencia, al mando del Senado y, cada vez con más frecuencia, en ejercicio de la Presidencia cuando viaja Alberto Fernández?
En la Argentina, las reacciones de la política ante esa posible noticia pueden ser más impredecibles que la impredecible derrota de la Selección ante Arabia Saudita en su debut en el Mundial de Qatar: ¿cómo impactará en la opinión pública ese momento si finalmente sucede?
No será una noticia inesperada, como lo fue, por ejemplo, el intento de dispararle a la vicepresidenta a centímetros de su cabeza por la “banda de Los Copitos”. Pero será un desenlace que, por más previsible que hoy les parezca a los analistas, tendrá un altísimo impacto social.
Si el peronismo considera, como Cristina Kirchner misma, que a ella ya la absolvió la historia, y su jefa reaccionó ante su indagatoria con semejante desplante, ¿qué clase de reacción estarán preparando el Instituto Patria y La Cámpora, los sindicalistas o los piqueteros “K”?


Si la vicepresidenta sostuvo ante el tribunal que “preguntas, no tengo que contestar yo, sino ustedes”, ¿se animará a desafiar otra vez a la Justicia mandando a sus militantes a las calles a desconocer el fallo o se quedará tranquila y obediente a aguardar a que sus abogados apelen la sentencia?

Los consultores esperan una reacción política descomunal

En pleno ejercicio de la Presidencia, con Alberto Fernández ausente con aviso en la cumbre del G20, en el fastuoso acto que encabezó en el Estadio Único de La Plata, dijo Cristina Kirchner después de descender del helicóptero presidencial ante sus miles de seguidores: “Porque cuando éramos gobierno….” Todo está dentro del rango de lo inimaginable y a la vez posible: la jefa del peronismo puede ser en el mismo momento y en el mismo lugar gobierno y oposición a la vez. Ni Gabriel García Márquez lo habría imaginado en el realismo mágico de sus novelas.
Por eso, los consultores esperan una reacción política descomunal en el momento que se conozca el fallo, por más previsible y descontado que sea
A diferencia de la intención de voto, que se puede ir midiendo y palpitando antes de cada elección, y los encuestadores se juegan con aciertos -y cada vez más errores- un acontecimiento de semejante magnitud política, por más previsible que sea, podría volverse un evento de consecuencias imprevisibles.
Basta remitirse a los seguidores fanáticos de Donald Trump, que el 6 de enero de 2021 tomaron el Capitolio a sangre y fuego para apoyar a su jefe, que decidió desconocer su derrota electoral ante Joe Biden. Hoy Trump está en el banquillo de los indagados porque la Justicia quiere determinar cuán involucrado estuvo el propio expresidente republicano en ese patético “putsch” que puso en ridículo ante el mundo a los Estados Unidos.
También hay que recordar a los sindicalistas camioneros en Brasil que decidieron paralizar el país durante días, hasta que su jefe, el presidente Bolsonaro, decidió que acataría la constitución y, aun sin admitir su derrota electoral, pidió calma y evitó una tragedia mayor.
¿Cómo reaccionarán los punteros y militantes de la vicepresidenta argentina ante una eventual condena a prisión? Imposible de pronosticar. ¿Cristina Kirchner elegirá ser Trump o Bolsonaro?

El impacto del fallo en las elecciones 2023

Pero semejante tormenta política, social y mediática, ¿tendrá impacto en las elecciones de 2023? El calendario electoral arranca en la provincia de Río Negro ya en abril, muy cerca de esa sentencia, y a partir de entonces cada par de semanas alguna provincia que decida separar su suerte de la deplorable realidad económica nacional pondrá a prueba esta pregunta que se hace la política sin una respuesta precisa.




Todos los encuestadores y consultores políticos, el impacto político y en la opinión pública de una eventual sentencia condenatoria contra la vicepresidenta será altísimo. Pero también opinan que en la intención de voto, ese imprevisible terremoto político no “moverá el amperímetro”, parafraseando al expresidente Eduardo Duhalde.
Un sondeo a un panel de encuestadores, consultores políticos y directivos empresarios de Asuntos Públicos de la revista Imagen indica que hay un consenso de más del 80 por ciento entre los expertos de que la noticia tendrá alto impacto.
Sin embargo, los mismos consultores dudan que una condena a la vicepresidenta tenga algún impacto electoral más allá de la actual grieta: dos tercios creen que el votante kirchnerista ya da por descontado un fallo desfavorable y más de un cuarto cree que lo único que logrará es aglutinar más a los propios electores kirchneristas, que considerarán la decisión del TOF2 “un acto de lawfare”, esa palabra acuñada por la izquierda latinoamericana para desacreditar a la justicia cuando enjuicia a sus líderes por actos de corrupción.
“La condena va a provocar un despiole total”, dice Carlos De Angelis, sociólogo, consultor político y director del Centro de Opinión Pública de la UBA. “Va a ser una tormenta política en un mar de gente indiferente. Para muchos de sus colegas será “la noticia del año” le vaya bien o mal a la selección en el Mundial de Qatar.
No cambiará nada a cada lado de la “grieta”, pero casi todos los encuestadores están esperando la exacerbación máxima de esa división de los argentinos.
“Para el 30 por ciento de los argentinos, ella seguirá siendo inocente, y el 70 por ciento restante ya la condenó hace rato”, dijo uno de los encuestadores en el sondeo.
“Va a consolidar el voto propio. Una condena no le hará perder votantes”, sostiene Orlando D’Adamo, profesor de la Universidad de Belgrano, la UBA y docente en Salamanca y Madrid.
Para muchos analistas esa locura en el invierno de Washington en el que los seguidores de Trump coparon el Congreso a los tiros no sólo paralizó al mundo. También sembró la semilla para que les fuera electoralmente mal a muchos de los candidatos del expresidente republicano en las elecciones del pasado 8 de noviembre. Y eso, a pesar del descontento con el gobierno del demócrata Joe Biden y que la mayoría de los encuestadores estadounidenses venía pronosticando un triunfo de los republicanos.

Publicado en TN.




 

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