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La presidente de la Nación, Cristina Fernandez viuda de Kirchner, hace la presentación de sus discursos en cadena nacional, recordando que gobierna para 40 millones de argentinos, recordación innecesaria, toda vez que más o menos seguimos siendo la misma cantidad de habitantes. 

Es presidente de 40 millones, ¿pero, para cuántos millones gobierna? Si hoy hubiera elecciones, tendría el mismo 54% que la ungió titular del Ejecutivo hace dos años? Desde mi óptica lo descreo, ya que el último año, millones de ciudadanos que conformaron ese 54% están amargados y arrepentidos, por haber escuchado los cantos de sirena  pensando que la fiesta iba a continuar hasta el final, sin tener que pagarla.

¿La presidente está junto al pueblo por brindarle football para todos, o de espaldas a éste por desviar millones de pesos ( 1600 más 2000 en publicidad oficial)en un divertimento para mantener vigente un relato, que ya ni el mismo Víctor Hugo cree.

Mientras esos dineros se malgastan, los ciudadanos argentinos padecemos de la falta de escuelas y hospitales, acordes al siglo 21, ya que la mayoría se encuentran carentes de equipamiento, insumos y medicina de alta complejidad. Millones de jubilados, con enfermedades graves deben esperar meses para ser intervenidos o simplemente atendidos. Si no están abonando medicina prepaga está condenado a esperas que en algunos casos pueden resultar fatales.

El flagelo de la inseguridad, producto en muchos casos de delincuentes reincidentes o primarios, obedece a la ligereza con que algunos jueces dejan en libertad a asesinos de alta peligrosidad, escudándose en que no hay lugar en las cárceles para vender a los delincuentes el pase a la libertad.

Cuántas cárceles, escuelas y hospitales se podrían haber construido con esos dineros malgastados? Cárceles dignas,  con entrenamiento y capacitación de oficios para que al salir pudieran reinsertarse en la sociedad sin necesidad de volver a delinquir. ¿No sería esta forma de mal utilizar dineros públicos una malversación de fondos? Mientras miramos football para todos por televisión, nos invade la angustia de la espera, rezando para que nuestros familiares lleguen vivos a la casa, porque la calle es de los delincuentes.

Se miró con permisividad el avance de la droga, en la década “ganada”  mutó de país de tránsito a país de consumo y más recientemente en país de tránsito, consumo y elaboración. Realmente “ganada” para los narcos, que eligieron nuestro país como lugar de residencia. ¿Complicidad de algunos funcionarios, indiferencia legislativa o asociatividad lucrativa? La investigación que se lleve a cabo a partir del 2015 develará cuál de estos o todos son los responsables de tremendo flagelo. Esperamos que la justicia, liberada del yugo kirchnerista, cumpla con la responsabilidades conferidas.

Algunos tibiamente comienzan a perder miedo. Ricardo Jaime está a punto de ser procesado y en su defensa dice la verdad: sólo cumplí órdenes de Néstor Kirchner y Cristina Fernandez. Conocimos a Jaime recién asumido en el cargo de secretario de Transporte. No tenía una moneda, y no la interesaba el cargo, “no sé ni mi interesa aprender” decía a sus íntimos, ya que lo suyo estaba más en Educación.  Amigo de confianza del ex presidente aprendió rápido junto a él.

Lamentablemente serían necesarias muchas páginas para analizar la herencia de la “década ganada”, y de algunos – no todos – los casos de corrupción de cada funcionario de la mesa chica y la ampliada.