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El sucesor de Pedro, pastor de 1.200 millones de fieles católicos en el mundo, amado por su valentía de enfrentar todos los males sociales y de investigar a la propia Iglesia, visitante ilustre de Tierra Santa, tuvo que dedicar parte de su tiempo a exculpar a quien tantas veces lo despreciara como Cardenal Primado de la Argentina, la compañera Cristina.

 

Mucho se ha escrito en estas horas sobre el mamarracho epistolar supuestamente emanado del Vaticano, supuestamente entregado por la Nunciatura a la Presidencia de la Nación y supuestamente beatificado en su verosimilitud para evitar males mayores a un régimen decadente que hoy, Día de la Patria, cumple once años de estragos dolosos y culposos en el arte de gobernar.

Bien es sabido que la bohonomía Papal supera las miserias humanas. Más aún de quienes hacen de sus actos de gobierno un verdadero “delito continuado” en el arte de delinquir.

Esta vez, ante tanta “desprolijidad epistolar” y vergüenza mundial por un simple saludo patriótico, S.S. Francisco tuvo que encomendar a nuestro creador la confirmación piadosa que, todos debemos creer que él la ha enviado en forma de telegrama, aún con errores de ortografía y sin firma ológrafa.

Episodio superado ante el estupor de los medios internacionales; después de todo… una “argentinada” más.

Aunque la semana dentro de nuestras fronteras siguió mostrando síntomas de descomposición gubernamental. Desde Kunkel a Insaurralde, de Reutemann a Duhalde, de “Carta Abierta” a Scioli, todo mensaje puede ser definido como escatológico.

Todo hecho que parte del kirchnerato vivencia síntomas autodestructivos.

El supuesto “carapálida del régimen” (Scioli) tuvo que sumar otra agachada hacia el oprobio y soportar a los intelectualoides bien pagos del kirchnerato que nunca lo votarían.

Reutemann, caracterizado por su frialdad indefinida, esputó un insulto que Duhalde ya estará cansado de escuchar de otras voces de amplio espectro.

Insaurralde debió soportar un improperio de baja estofa, característico de Kunkel, hacia su actual pareja, la modelo Jéssica Cirio, a quien nadie se animaría a calificarla de bataclana pues hace décadas ya no existe el histórico “Bataclán”.

Del otro lado del mapa político, UNEN decidió autoconvocarse a la “Casa de San Nicolás” y reafirmar un acuerdo de pregobernabilidad ante la posibilidad no lejana de llegar al gobierno dentro de dieciocho meses. Parecieron “marcar el campo de batalla opositor” al reafirmar la unidad ante toda diferencia existente…

Lilita Carrió trató dulcemente a Binner como si éste nunca hubiera agraviado la ampliación de UNEN-PRO al decir que…”si Macri toca la puerta le digo que está ocupado”. Un gesto no común en el insípido diputado socialista. Sanz y Cobos preferían hablar del premiado mundialmente “Malbec” mendocino antes que de las rispideces partidarias que siempre los separaron. Hasta Pino Solanas parecía feliz por los 81 nuevos vagones incorporados a la línea Sarmiento.

Pero si algo tuvieron en claro fue la doctrina del padre de la guerra moderna: Karl Von Klausewitz, que entre otras cosas supo decir: 

“Al hablar de destrucción de fuerzas enemigas hemos de observar que nada nos obliga a limitar este concepto simplemente a las fuerzas físicas, sino que por el contrario, deben comprenderse en ellas, necesariamente, las morales.”

Dicho de otro modo: “quien delimita el campo de batalla conduce la guerra y cuenta con ventajas para el triunfo final”.

Trasladado a lo político, en San Nicolás de los Arroyos los miembros de UNEN analizaron al adversario:

-Continuismo prolijo (Scioli).

-Maquillaje cosmético de alta complejidad, sin cirugía alguna: Massa.

-Restitución de los valores republicanos: UNEN-PRO (aunque sólo Carrió y Sanz sean los actuales fogoneros).

Ello, al decir del “arte de la guerra”, permite delimitar la tropa propia y analizar los contendientes. Día a día más le cuesta a Massa sostener sus “fuegos de artificio” de 2013 y poco a poco la banca de diputado comienza a hundirlo hacia un futuro presidencial incierto.

Scioli, como neokirchnerista, paradójicamente resulta beneficiado de las bajezas del régimen y disputa seriamente con el “peronismo renovador” un lugar en el podio del ballotage.

Octubre 2015, agosto previo de las P.A.S.O., resultan un largo y sinuoso camino a atravesar.

El “tempo político” marcará quiénes han sabido interpretar la voluntad de un cambio profundo que rejuvenezca la democracia ultrajada durante los últimos once años.

Estamos más viejos que entonces; ya lo hacemos por nuestros hijos.

Vale la pena.