De qué vale hacerte el guapo, si después te llenan la cara de dedos
Richard Leslie Ramsay
Director de "Desafío Exportar".


Se conoció finalmente la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, respecto del tratamiento de los “fondos Buitre”, que perjudica enormemente a nuestro país. Si bien esto podría esperarse por las bravuconadas constantes de nuestro país acerca de no pagar la deuda, la noticia cayó como un baldazo de agua helada, tanto en el seno del gobierno como en la totalidad de los candidatos presidenciales, que son en definitiva quienes deberán afrontar los compromisos, al asumir el gobierno a partir del 2016.

Es evidente que nuestro país adolece de  falta de estadistas ejerciendo la función de gobierno.

Los políticos devenidos en presidentes, son y han sido un ancla para el crecimiento y desarrollo de nuestra nación, y al dejar las funciones de gobierno han dejado pesadas herencias y mayores deudas que siempre deben afrontar quienes los suceden.

Los gobiernos de los Kirchner se destacaron por tener siempre un enemigo invisible enfrente donde descargar acusaciones, improperios y supuestas intenciones golpistas. Esta vez sí tiene el enemigo enfrente, visible, tangible con nombre y apellido. No hay enemigo chico, se sostiene con mucho criterio. Se ninguneó y vapuleó al juez norteamericano Thomas Griessa, sin medir las consecuencias de dichas bravuconadas, que a la postre iban a repercutir en perjuicio de nuestro país, (tal como creemos que sucedió). En el encuentro que promovió el juez con los abogados de ambas partes, el magistrado tenía sobre su escritorio los recortes de diarios con las declaraciones  presidenciales,  agresivas,  que nos tiene acostumbrados, las que obviamente iban a pesar a la hora de tomar una decisión. Existe una ley no escrita que dice “mano que no puedas morder bésala”. Quizás un acuerdo conversado no nos hubiera puesto al borde del default, ni ante la urgencia de tener que pagar en efectivo en Nueva York, corriendo el riesgo de un embargo, ya que Griessa,  taxativamente dijo que no se podía realizar el pago en nuestro país. 

Dice el refrán que sólo el hombre se golpea dos veces con la misma piedra. La presidente tendría que haber capitalizado la experiencia de fracasos motivados en desafiar a la realidad para después bajar la guardia y pagar con incrementos, cuando lo podría haber hecho con algún descuento.

Si en lugar de funcionarios carentes de experiencia se consultara a un "team" de  economistas probos y con experiencia en discusiones internacionales, se evitarían disgustos, malos arreglos y menos dinero a la hora de pagar:   Por ejemplo:  en los resonantes casos de Repsol-YPF:  se mantuvo la posición “no sólo no vamos a pagar sino que nos van a tener que indemnizar” se sostuvo, acordando pagar después más de lo exigido; con CIIADI- Centro de arreglos de diferencias relativas a inversiones, debieron aceptar la mediación negada en un principio; el arreglo con el Club de Paris, que tendría que haber costado a todo el país algunos miles de millones de dólares menos,  la falta de conocimiento o experiencia, finalizó con un mal arreglo, que  para algunos, gracias a este mal arreglo, amanecerán más ricos de lo de lo que eran la noche anterior.

Comprar conflictos parece ser el karma de este gobierno:  “el gobierno no tiene previsto modificar los mínimos no imponibles”…para después hacerlo, debido a las presiones y movilizaciones de la CGT,  y  perdiendo una  oportunidad política; situación que podría repetirse este año por el mismo motivo;  intervinieron en la exportación carnes y destruyeron el sector productor y frigorífico; intervinieron en el mercado de trigo y casi tuvimos que importarlo, con  las secuela de muchas menos hectáreas sembradas y el pan a más de $ 20.00 el kilo; crearon el cepo y destruyeron el sector inmobiliario…algunos entre los muchos que golpean fuerte a los ciudadanos que habitan esta tierra. El falseamiento de crecimiento dado a conocer por el INDEC le cuesta a la Argentina unos u$s 3800 millones más, por el pago de bonos atados al crecimiento.

Sumado a lo antedicho, Inflación que licua sueldos, jubilaciones miserables; miles de argentinos viviendo de los subsidios; la generación de un paraíso para los carteles de la droga; son algunos de los problemas que tendrán que resolver los gobiernos que sucedan a este gobierno. Gobierno, que se sostiene, es de la década ganada.

 

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