Endeudamiento global, irresponsable e irresoluble
Alejandro A. Tagliavini
Senior Advisor, The Cedar Portfolio. Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland (California). Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.




 
“Por centurias los acreedores privados y los gobiernos deudores llegaron a acuerdos directos sin que se produjeran crisis. Es a partir de la aparición de los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial, y demás) que las deudas externas… se han transformado en una crisis traumática", aseguraba Melanie Tammen, del Competitive Enterprise Institute, hace ya unos años. La banca privada -en el mercado natural- se maneja con criterios de eficiencia, es decir, presta dinero cuando existen altas posibilidades de que termine en inversiones productivas que le permitan, al deudor, devolverlo sin inconvenientes.
 
Pero desde que aparecieron estos organismos políticos, para “desobedecer”al mercado, es decir, para prestarle a quienes la banca privada no le prestaría, comenzaron a entregarse créditos que ahora resultan incobrables. Como el mercado no hubiera otorgado esos fondos, hacía falta la coerción estatal para poder obtenerlos, por vía impositiva, de los ciudadanos y derivarlos por razones políticas. Hoy muchos bancos privados son corresponsables ya que entraron en el juego porque, aunque las inversiones eran dudosas-y rodeadas de corrupción-, contaban con el aval de estos organismos estatales.
 
Para remate, como señala The New York Times, son nada menos que US$ 10 billones lo que los bancos centrales del mundo han gastado últimamente para “estimular” sus economías y “combatir” las crisis financieras. La oleada de dinero barato produjo una falsa reactivación económica, en base a endeudamiento público y privado más allá de la eficiencia del mercado provocando, primero, el estallido de la “burbuja” inmobiliaria y luego un aumento en el afán de los políticos de endeudarse irresponsablemente.
 
Por casos, la deuda de Japón equivale al 234% de su PIB, aunque su economía le permite asumirla, de momento.El gobernador de Puerto Rico, por otro caso, reconoció que la deuda –más de US$ 72.000 millones- de esta isla Estado Libre Asociado a EE.UU. es “impagable”. Y la ciudad de Detroit se vio obligada a suspender sus pagos en 2013, el mayor impago de la historia de EE.UU., US$ 20.000 millones. El alto endeudamiento de empresas y gobiernos está complicando a la Argentina, Brasil, Turquía, Italia y China.
 
Entretanto, volviendo a Europa, Ucrania se acerca al default después que los acreedores siguieron prestándole irresponsablemente a pesar de su crecimiento cero y de un sistema político corrupto. Ahora, algunos de los acreedores, como Franklin Templeton, han rechazado el pedido de Ucrania de una quita en el capital, prefiriendoextender los plazos. Y la ministra de Finanzas ucraniana dijo que un default era “teóricamente posible”.
 
En fin, el endeudamiento global -irresponsable, de parte de acreedores y deudores- es tan grande que por las vías actuales no tiene solución. Los deudores deberían hacer un esfuerzo mucho mayor vendiendo propiedades y empresas deficitarias -lo que, de paso, ayudaría a una recuperación económica- y los acreedores deben asumir su responsabilidad por haber entregado fondos a gobiernos incobrables. "...cada uno de los nueve principales bancos acreedores podría dar por perdido el 100 % de sus principales créditos a los seis países más endeudados y aun así permanecer solventes", testimoniaba William Seidman, Presidente del Federal Deposit Insurance Corporation, ante el Congreso de los EE.UU. ya el 5 de enero de 1989.
 

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