Fin del relato: No es “la herencia recibida”
Alejandro A. Tagliavini
Senior Advisor, The Cedar Portfolio. Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland (California). Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
Un problema que tenemos es la falta
de sentido común y el desprecio por la lógica. Si se recibe un vaso vacío, con
poner dos gotas se hace mucho: de seco a tener agua, toda una revolución, como
encontrar líquido en la luna. Ahora, si el vaso está lleno, dos gotas no hacen
nada.
Si Macri recibió un país destrozado -y
sí que lo recibió- fue una “bendición” porque con poner dos gotas habría ganado
un reconocimiento fenomenal. Pero sacó una de las que había. Erró el camino,
profundizó el error: aumentó el peso del Estado sobre un mercado muy debilitado.
Poco le bajó la presión fiscal al campo, y la producción agropecuaria aumentó
considerablemente, y de haber hecho lo mismo con todos los rubros -aunque solo
gradualmente- toda la economía habría crecido.
Con la “herencia recibida”, Macri justificó una
caída del PIB en 2016 y un pobre “crecimiento” en 2017. Pero la culpa real de
este pobre desempeño la tuvo el aumento del peso del Estado que se reflejó en
una inflación en 2016 que llegó al 39,9% y el aumento de la presión impositiva
que en 2017 subió 37% vs. 24% de inflación.
Y la cosa empeora. No habrá viento de cola.
Diez años atrás, el 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers quebró arrastrando
al mundo entero. Su antecedente fue el colapso de la especulación fallida más
grande de la historia, el fondo Long-Term Capital Management L.P., que incluía
en su directorio a dos premios Nobel -Scholes y Merton- irónicamente,
especialistas en riesgos financieros, demostrando cuán acertado está el
epistemólogo Feyerabend al decir que las proposiciones de los expertos fallan al
punto que el sentido común de la gente resulta casi siempre más acertado.
A raíz de este décimo aniversario,
muchos han opinado que la situación empeora. En 2008 el PIB mundial fue US$ 58 B
y en 2017 de US$ 80 B, pero la deuda total subió de 142 B (2,45 veces el PIB) a
237 B (2,96 veces). La deuda empresaria creció 63% entre 2007 y 2017 pero la de
los Estados 83% hasta equivaler al 225% del PIB mundial.
Las tasas de interés en EE.UU. seguirían
subiendo debido, sobre todo, a que la baja de impuestos llenó la caja de las
empresas y lo vuelcan en sueldos y gastos, y a los aranceles que suman al IPC.
Este lunes, Trump, anunciaría nuevos aranceles a las importaciones desde China aunque
serían del 10% y no del 25% anunciado inicialmente. Así, la próxima crisis, fogoneada
por la guerra comercial, podría venir de China y del shadow banking -instituciones
que hacen negocio bancario sin ser bancos- que se ha multiplicado por cuatro
desde 2008, sobre todo en el dragón asiático.
Sin viento de cola, de suyo la situación local
empeora ya que el “remedio” patrocinado por el multi estatal FMI reflejado en el
Presupuesto 2019, que Dujovne presentará este lunes, conllevaría un “ajuste” del
2,6% del PIB, del cual 1,8% corresponde al sector privado -suba de tarifas e
impuestos-, 0,7% a reducción de obra pública, y solo 0,1% a la baja neta de
otros gastos corrientes del Estado. Por cierto, no se prevé la venta de las
incalculables propiedades estatales de donde podrían obtenerse recursos
genuinos.
De paso, la ley de leyes
incluiría una suba de 0,25 a 1% en el impuesto sobre los Bienes Personales de los
argentinos en el exterior. Lo que faltaba para destruir la confianza porque la
Ley de Sinceramiento Fiscal (27.260) -“incentivo” para atraer capitales ocultos-,
sostenía la reducción gradual de alícuotas en el impuesto hasta el nivel del
0,25 (flat).
El peso del Estado se ve también en que, dada
la devaluación -debido a la inflación- según muchos analistas con un dólar a $
45 y caída de la economía de 2,4% hacia fin de año, la deuda del gobierno treparía
al 92% de un PIB que rondaría los US$ 313.000 M. Porcentaje que en Brasil llega
al 83%, 53% en México y 42% en Bolivia.
El Estado también absorbe recursos
por vía inflacionaria (emisión) -que ya estiman en 45% para 2018, a pesar de
que el pass through ronda el 33%- y por vía de altas tasas de interés que están
en el sideral 60%. Bajan sueldos y jubilaciones que, según un informe del CEPA,
pierden 8,50% en comparación con el promedio del poder adquisitivo de 2015. Y
para la suba del IPC de septiembre los analistas estiman un récord con piso de
6%. Y el
gobierno sigue sin entender qué es la inflación.
Ante el mega vencimiento
del martes, el BCRA ofrecerá solo hasta $150.000 M de Lebac contra un
vencimiento estimado de $300.000 M, y cree que por la integración de encajes
tanto nuevos -incremento de 5 puntos- como por re intermediación bancaria -unos
$150.000 M- y por la colocación de Letras del Tesoro y la venta de divisas, ocurrirá
una absorción monetaria mayor a la cancelación parcial de Lebac, resultando una
contracción de la liquidez de hasta $100.000 M.
Ahora, en el caso más
conservador, esto equivaldría a emitir unos $ 150.000 M, más del 11% de la base
monetaria al viernes pasado. Contra lo que el gobierno cree, como inflación es sobre
emisión en tiempo real, se estaría inflacionando en un 11% más la contracción
de la demanda de moneda al absorber pesos por vía de encajes y demás.
Para remate de “bienaventuranzas”, dos
meses después de la reclasificación -desacertadamente en mi opinión-, el MSCI monitorea
preventivamente al país diariamente y presentó el índice de papeles ponderados
que efectivamente ingresarán al índice de mercados emergentes a mediados de
2019. Estas acciones, que subieron casi 60% en dólares en 2017, caen alrededor de
27% en lo que va de 2018. El reporte de MSCI muestra también el revés de los
papeles argentinos en el último mes: el equity de los mercados de frontera bajó
5% en promedio, pero las acciones argentinas cayeron 12,7%.
Últimos 5 Artículos del Autor
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!