Crisis consiente, a veces, bromas de mal gusto
Elena Valero Narváez
Historiadora, analista política y periodista. Autora de “El Crepúsculo
Argentino. Lumiere, 2006. Miembro de Número de la Academia Argentina de Historia.
Los que tratamos de objetivar la situación política y
económica actual, vemos con preocupación que las soluciones racionales a los problemas de nuestro país se alejan una
vez más.
No hay duda que estamos en la puerta de una crisis
económica y financiera de proporciones. Los acontecimientos luego de las PASO
la están delineando apresuradamente. Las
declaraciones de Alberto Fernández, en España, y las de Cristina Kirchner en
nuestro país, muestran que si el kirchnerismo
vuelve a gobernar, no se respetará la
Justicia, y se centralizará el poder. Para que se resuelvan rápido los
problemas, la sociedad aceptará que se concentre. Es muy posible, que venga el
control de la economía, luego se intente una dictadura, necesaria para evitar
los desmanes que producirán el desempleo y la reducción de los salarios como
consecuencia de una posible hiperinflación.
Se manifestará el
peligro de descender como país, aliándonos y comerciando con países que poco
tiene que ofrecernos en materia tecnológica y cultural -como bien lo muestra el
caso de Venezuela- acercándonos a un
peligro adicional con respecto a la soberanía nacional. Cuando el mundo
democrático nos mire de reojo con temor a prestarnos y radicar inversiones, no habrá
inconveniente en que un presidente kirchnerista se acerque a países
autoritarios.
Para colmo, los partidos si es que se le puede dar el
nombre, con posibilidades de llegar al poder, no presentan propuestas ni
discuten ideas para esclarecer la peligrosa situación a la que estamos
ingresando A los dirigentes les preocupa solamente conseguir votos, aunque sea
a cualquier precio. Se observa, claramente, en las declaraciones que se
basan en promesas irrealizables. Tampoco se escuchan voces que deseen superar
la crisis apelando a una concepción global, que evite los fenómenos que nos
inducen a entrar en el círculo del eterno retorno.
Por una cosa u otra nuestros gobernantes evitaron hacer
el esfuerzo de superar las crisis transformando las estructuras económicas, por
lo cual navegaron con exceso de emisión o endeudamiento, hasta fracasar en la
gestión por depreciación del peso, fuga de capitales e inflación. Entonces,
recurrieron a aumentar más los impuestos
a quienes producen, sin reducir el gasto, ni bajar los sueldos, provocando la
disminución de los ingresos fiscales y aumento del déficit.
La democracia a la que regresamos con entusiasmo en 1983,
por la crisis económica, se ha devaluado,
al punto de que una mayoría ha votado en las PASO, la perdida de la libertad de
expresión Recordemos que los ex presidentes Kirchner obligaron a vender medios opositores, despedir
periodistas y a callar, con amenazas, incluso por cadena nacional, la voz de los reporteros independientes.
Otro problema que regresará, si llegan los Fernández al
poder, es la corrupción institucionalizada, admitida, otra vez, por parte de los
argentinos. El Gobierno, una vez más,
hará grandes negociados que se presentarán, como lo hacía Cristina Kirchner, en
nombre del interés nacional.
El déficit fiscal global aumentado por políticas
populistas y estatistas, que el actual
gobierno condicionado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional,
intentó reducir, ascenderá, por la
creación de dinero espurio en al Banco Central, el cual será dependiente de las
necesidades del Gobierno. Inflación será la lógica consecuencia. No olvidemos
que una porción amplia de la población espera, con ansiedad, que se le aumenten
los “derechos adquiridos”. Es insaciable, si de ventajas se trata. No le quedará más
remedio, al Gobierno, como nos lo indica la experiencia, que intentar ofrecer
fuentes de trabajo por medio de una política desarrollista. El Estado se convertirá en empresario.
Esta política
exigirá subir los impuestos ahogando a
los sectores productivos .El campo será el principal proveedor. Como siempre será
el que sufrirá inmediatamente, impuestos discriminatorios, llevándolo a no poder competir en mercados
internacionales, sin contar con las ventajas de los precios altos de sus
productos, como eran en el gobierno de Néstor Kirchner. La persistencia de la
exacción los conducirá a bajar la producción.
Los impuestos
deberán financiar un Estado cada vez más grande por lo que los argentinos se
verán obligados a todas las tretas posibles para evadir.
Resumiendo: se aumentará el gasto, en vez de reducir toda
inversión que no pueda financiarse con dinero real. No se reducirá el tamaño
del Estado sacándole de encima empresas deficitarias o pasándolas al sector
privado. Seguiremos con la receta tan temida: déficit- inflación. No habrá
saneamiento monetario ni financiero, ni se harán las reformas de las estructuras
económicas del país, Tampoco se realizará una reforma integral impositiva
tendiente a reducir y eliminar impuestos que tanto pesan hoy sobre las
actividades productivas.
Escuchar a referentes kirchneristas exigiendo cosas locas,
como lo es la reforma agraria,, además de recordar las anteriores experiencias
de gobierno, nos obligan a pensar que las presiones de sectores nacionalistas y
socialistas alentarán al Gobierno a seguir por este camino, de esclerosar la
estructura productiva y afirmar empresas ineficientes, deficitarias e incapaces
de progresar.
Argentina se convertirá en un país socialista, con rasgos
fascistas, donde no se tendrá en cuenta el interés general sino el de
determinados sectores organizados, capaces de presionar al gobierno, como lo
son algunos empresarios prebendarlos y proteccionistas a los cuales les
conviene estar ligados al Estado, también de sectores gremiales corporativos
que piden beneficios adicionales para sus bolsillos y para sus afiliados, lesionando los intereses
de otros sectores. Se acumularán las
prohibiciones a importar, derechos de exportación, aumento de subsidios a la
producción protegida e ineficiente., perjudicando a todos los consumidores. El
corporativismo se va a agravar por lo que será consecuencia, una estructura
económica ineficiente, lejana a la de los países capitalistas.
El Estado debe ocuparse de crear las condiciones para que
cada uno pueda intentar su proyecto de vida dentro de reglas claras y
libertades aseguradas. Esto implica democracia y economía capitalista, donde la
sociedad civil se refuerce por el respeto a la propiedad privada. Son
esenciales para el progreso las reformas
que cambien una estructura económica basada en las órdenes del estado por otra
que contemple las decisiones de los individuos en un clima de seguridad
jurídica e institucional y libertad económica. Para bajar el gasto público
excesivo, grave error, creador de fenómenos que nos transportan a las crisis
recurrentes que sufrimos los argentinos, hay que achicar el Estado.
La solución es
liberal, aunque tantos gobernantes se niegan a implementarla por falta
de coraje a enfrentar a quienes se oponen
por miedo a perder prebendas y beneficios, también por el temor que el
remedio sea peor que la enfermedad.
Hoy en día, basta
con observar a tantos países que se han desembarazado del flagelo de la
inflación, aumentando la producción, la riqueza, y el nivel de vida de los asalariados, los más
afectados, para animar a los gobernantes, por medio del voto, a hacerla propia.
Sin duda llegará, como sucederá en Venezuela, la necesidad de terminar con la
crisis institucional y la pérdida de los derechos individuales, además, con la
inflación. No deberíamos esperar para hacerlo, como allá, el último momento,
tendríamos que tomar remedios con el
mismo mal gusto.
Espero equivocarme. Nadie es dueño de la sociedad ni de
la historia para poder ver el futuro, pero las comparaciones valen para tratar
de no repetir situaciones que nos llevan a cometer semejantes errores y tener
parecidas consecuencias. La educación debe ser una exigencia diaria, porque a más educación mayor conocimiento y comprensión, de los
problemas que nos propone la vida.
Últimos 5 Artículos del Autor
16/05 |
Reason Weekend 2024
10/07 |
Freedom Fest - Las Vegas
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!