La generosidad de los legisladores del Frente de Todos
Ezequiel Rodríguez
Ha desarrollado el Programa de Jóvenes Investigadores y Comunicadores Sociales 2017 de Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Es Licenciado en Ciencia Política (UBA) y Maestrando en Economía y Ciencia Política (ESEADE).



En el mes de abril los legisladores del Frente de Todos de la ciudad de Buenos Aires han decidido conmovidos por la situación actual donar parte de sus salarios a la Pastoral de las Villas.
 
El objetivo según la agencia estatal Télam "mitigar las problemáticas que la pandemia de Covid-19 provoca en las familias más vulnerables" es más los legisladores manifestaron lo siguiente "Asumimos siempre nuestra responsabilidad en comedores y asociaciones civiles de la Ciudad, mucho más aún en una crisis sanitaria mundial como la que estamos atravesando. Esta ocasión fue especial por la gran tarea que desarrollan los curas villeros en las zonas más postergadas para tenderle una mano a los más necesitados".
 
Este acto de caridad sería merecedor del reconocimiento público si no fuera por un detalle, sus sueldos son cobrados directamente del erario público y son ellos mismos quienes determinan el monto del mismo. No parece una obra titánica o heroica donar un sueldo que uno mismo fija su monto.
 
Por otra parte podríamos criticar que no se ha establecido una modalidad de pago, monto o duración institucional, lo que hace sospechar que podría tratarse de una treta para aprovechar la coyuntura. Creo que no deberíamos ir por esa vía y conceder la generosidad y las buenas intenciones.
 
La cuestión de fondo podría ubicarse en un ámbito más relacionados con los fundamentos. Si el pueblo esta sufriendo por la pandemia y ciertas acciones de confinamiento (que no estoy capacitado para evaluar) una opción más igualadora sería bajar la carga impositiva de modo que se pueda disponer de más recursos para afrontar la situación. Por el contrario los legisladores han decidido arrogarse la capacidad de seleccionar quien es merecedor del dinero de todos.
 
¿Por qué no darle el dinero a la Garanta Poderosa? ¿o a una iglesia evangélica?
 
Evidentemente la preguntas no tienen respuesta ya que la elección del beneficiario corresponde a criterios que desconocemos.
 
Lo más "democrático" hubiera sido devolver a la sociedad una parte de sus impuestos y que en última instancia sus miembros decidan a qué hacer con ellos.
 
Para cerrar esta situación actualiza la famosa estrofa de Piero:
 
"Para el pueblo
Lo que es del pueblo
Porque el pueblo se lo ganó
Para el pueblo
Lo que es del pueblo
Para el pueblo liberación."
 
 

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