Sé que están complicados, pero ...
Malú Kikuchi
Periodista. Conductora de "Cuento Chino" y "La Dama y el Bárbaro", radio El Mundo. Premio a la Libertad 2013, Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
Nos están pasando demasiadas cosas que deben evitarse y no
se evitan. Sabemos que el gobierno de Cambiemos tiene muchos problemas con
demasiadas aristas, la herencia ha sido terrible y difícil de remontar.
Pero hay hechos que no se explican. Sabemos que la
corrupción K fue institucionalizada, que casi todos los organismos de control
trabajaban para dar protección a los ladrones y no para proteger los dineros
del pueblo.
Sabemos que la Argentina debe cambiar de conductas y de
conceptos (muy difícil), sabemos que después de la insoportable era K, este
gobierno cree en el diálogo por encima de cualquier otra cosa, y eso es bueno.
Pero… En una casa de familia, los padres tratan de dialogar
con sus hijos, de explicarles porque hay cosas que se pueden hacer y otras que
no. A veces da resultado, otras no. Es entonces que los padres aclaran:
Mientras vivas en esta casa, se cumplen las reglas de esta
casa, cuando te vaya a vivir por tu cuenta, pondrás tus reglas, pero ahora son
las nuestras. Creo que todos hemos pasado por esto, como hijos y como padres.
Por eso es difícil entender que el gobierno tolere
actitudes de parte de ciertos grupos que atentan directamente contra la ley. Y
si el gobierno no hace respetar la ley, entramos en la anarquía, paso previo a
otros males.
Los alumnos de la ciudad de Buenos Aires no están de
acuerdo con la reforma educativa del año próximo. No la aceptan y toman
colegios. Tomar un edificio público o privado, es un delito penado por la ley.
Sin dejar de cuestionar a los padres, ¿qué esperan los
rectores de colegios tomados para dejar libres a los “revolucionarios”? Nada de
ausentes, libres. Si se hubiera tomado esta medida con 40 chicos, no habría
tomas.
Pero el gobierno prefiere “dialogar”. Y no importa si la
reforma se lleva a cabo, el precedente es nefasto. Al alumno que no le guste
algo, junta un grupito, algo muy simple a esa edad, y a tomar colegios. ¡Qué
ejemplo!
El jefe de Gobierno de la Ciudad dice que se puede desarmar
un corte de calle de 50 personas, pero no de 500. ¿Por qué dejar que lleguen a 500 si pueden
detener a 50? Con las policías unificadas, no hay excusas.
Van deteniendo los primeros 50 y luego a los otros y a los
otros. Las calles no se cortan ni en La Habana, ni en Miami. La gente no anda
por la calle con la cara tapada y palos en la mano. La ley no lo permite. No se
hace.
En cuanto al invento mapuche, por más que sea un tema
provincial y seamos federales, el asunto empieza a ser demasiado serio como
para que no intervenga la Nación: secesión territorial, nada menos.
RAM (Resistencia Ancestral Mapuche), grupo terrorista,
adiestrado en el manejo de armas por las FARC (estaba explicado en el disco
dura de la computadora de Raúl Reyes, Angostura, Ecuador 1/3/2008), crece.
Desde tiempos K, grupos mapuches (la mayoría se sienten
argentinos y son gente de bien), vienen ocupando tierras, hoteles, montañas,
iglesia (católica) y colegios privados. Nadie hizo nada. Ni el intendente al
que le correspondía la zona, ni el gobernador y mucho menos el gobierno K.
RAM, ni argentinos, ni chilenos, “mapuches”, pretenden un
territorio que no les corresponde (son invasores llegados de Chile), que se
encuentra entre el río Colorado y el río Negro, al que sueñan sumar el sur de
Chile.
Todo ese territorio, en principio del Pacífico al
Atlántico, conformaría “The Mapuche Nation”, por ahora con sede en Bristol, Nº6
Lodge Street, Reino Unido. El problema chileno le corresponde a Chile. El
nuestro es peor.
Los mapuches son araucanos, “inmigrantes”, la mayoría
adaptada a la Argentina, pero estos grupos terroristas que ensalzan a Marx,
adoran a Fidel y odian al capitalismo, pretenden arrancarnos un pedazo de
Nación.
Está penado por el Código Penal, desde el artículo 214 al
218; está tipificado como traición a la Patria, y lo es. ¿Por qué más allá
de intentar un diálogo imposible, el
gobierno nacional no toma medidas en serio?
Facundo Jones Huala debe ser deportado a Chile donde lo
espera un juicio por incendio, asesinato y otras menudencias. El simple
enunciado del deseo de partir la Argentina es criminal. ¿Por qué no se los
juzga? Ni siquiera se les obliga a devolver todo aquello que han ocupado
ilegalmente. ¿Somos un país sin ley, el “far west” del siglo XXI?
Tenemos leyes, tenemos un gobierno legítimo votado por el
pueblo, ¿por qué no actúan? Ya no es el huevo de la serpiente, la serpiente
nació, hay que acabar con ella antes de que siga creciendo y acabe con nuestra
unidad territorial.
Últimos 5 Artículos del Autor
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!