Líderes sindicales: Teseo y el Minotauro
Daniela Araque
Participante del Programa de Jóvenes Investigadores y Comunicadores Sociales 2018 de Fundación Atlas para una Sociedad Libre. Venezolana residente en Argentina.


          



           Antonio Canova esculpió en 1782 “Teseo y el Minotauro”, inspirándose en la leyenda que lleva el mismo nombre de su obra, en la cual el heredero al trono de Atenas, Teseo, navega rumbo a la isla de Creta para enfrentarse al minotauro. Al final logra matarlo y es precisamente este triunfo el que refleja Canova.
 
            Pese a la distancia temporal no dejó de asociar al minotauro con los líderes sindicales, sí, esos que pese a tener cuerpo de hombre tienen cara de bestia, y no, no es una exageración, son unas bestias porque han perdido todo sentido de lógica, raciocinio o capacidad cognitiva, reflejan todo lo oscuro, negativo y desalmado de la sociedad, basta ver su actitud cuando organizan marchas en las que rompen todo a su paso pero luego aparecen mostrando su lado más “humano” en la televisión mendigando sus “derechos.
 
            En la leyenda cada 7 años se enviaba a Creta 14 jóvenes de las mejores familias para ser sacrificados ante el minotauro, siguiendo la línea anterior en la actualidad son muchos más los jóvenes sacrificados, basta contar todos los jóvenes que están recibiendo educación pública adoctrinar de la mano de profesores que se sienten representados por el minotauro de Baradel. Los estamos condenando a ser devorados por una bestia, incapaces de poder defenderse porque el sistema educativo les ha impuesto la creencia de que los emprendedores son unos egoístas, los empresarios unos avaros y los sindicalistas líderes justicieros.
 
            Pero la historia no termina acá, Teseo no sólo tenía que dar muerte al minotauro sino evitar quedarse encerrado en el laberinto en el que aquel estaba preso. Y es que si, esa es la realidad de nuestras bestias, son los amos y señores del laberinto en el que están, solo ellos logran dominar dentro de sus paredes y arrastran a sus adversarios hasta su terreno para “negociar”, pero fuera de esos grandes muros no son nadie, de hecho gran parte de la sociedad se avergüenza de ellos.
 
            Las personas que defendemos las ideas de la libertad no buscamos héroes, pero vaya que da gusto ver a quienes profesan estas ideas combatir valientemente contra los minotauros y salir victoriosos, nos da gusto ver como cada vez más jóvenes se suman a nuestro lado y así evitan ser sacrificados ante los minotauros, como muchos logran ser como la princesa Ariadna y ayudar a otros a salir del laberinto de la ignorancia.
 
            Ojalá algún día logremos, al igual que Teseo, librarnos para siempre de los minotauros, tomar a nuestros jóvenes en el barco y navegar con éxito de vuelta a la armonía, hasta entonces seguiremos en el combate. 
 

Últimos 5 Artículos del Autor
[Ver mas artículos del autor]