2022, o 1984 (de George Orwell)
Osvaldo Rolleri Aragón
Investigador, especializado en Seguridad. Corresponsal desde España de Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


Estamos viviendo un proceso donde las nuevas generaciones, algunas ya en puestos de mando, no cuestionan, ni razonan lo que hacen en sus trabajos, o con sus vidas. Dan por aceptado los cambios cotidianos, que nos llevan a todos a un futuro de esclavitud.
 
Procesos
Desde hace varias décadas, con la explosión tecnológicas, se convenció a los jóvenes que con la informática sabrían todo, y con los celulares inteligentes, el mundo estaría en sus manos. Es así que grandes empresas, con procesos de alta complejidad, empezaron a conocer el comportamiento; y la posibilidad de direccionar a las personas y en especial los jóvenes. Hackers de por medio, se sesgaron elecciones, se robaron datos y con ello dinero, lo cual, siguen haciendo por todo tipo de vías sofisticadas o no. Esos cambios muy rápidos y diseminados por todo el mundo, globalización mediante, provocaron una idea que todos deben seguir esos comportamientos generales, sin cuestionamientos, “porque es así”.
 
Casos
Nadie cuestiona que los bancos pasaron todo su trabajo a sus clientes, les cobran más; y lo más importante, les trasladaron toda la responsabilidad bancaria a ellos. Cualquier circunstancia informática, quedará en cabeza del cliente y tendrá que pagar las consecuencias. Los ejecutivos dicen son directivas del Banco Central (mentira), y que ahora “el sistema es así”.
Nadie cuestiona los incrementos impositivos, o peor, las metodologías de embargar cuentas personales. Mientras, los empleados del organismo recaudador lo entienden como algo que ordenan “seres superiores”.
En los ámbitos administrativos y educativos, se admite el lenguaje inclusivo, y ya se enseña una nueva historia y se admite el adoctrinamiento, “porque viene del ministerio”.
Actualmente, tanto desde el ámbito público, como de empresas comerciales, se nos exigen cantidades de datos privados para darnos información, que después (a veces), tienen orden de no suministrarnos.
Todos somos maltratados con prolongados sistemas automáticos que no solucionan nada, y derivan a páginas que tampoco responden nuestras preguntas. Los incumplimientos del gobierno o empresas son justificados por fallas en los sistemas o la pandemia.
 
Autoridades o autoritarios
Las autoridades de la ideología que sea, están de acuerdo. Cuanto más sometimiento mejor. La pandemia fue un ejemplo mundial. No hay con quien quejarse, y si alguien se revela contra las violaciones, se le aplicará la ley (vigente o creada) con toda la dureza. Pero las personas vinculadas al poder podrán disfrutar de la libertad para hacer lo que deseen, sin restricciones. Incluso actividades corruptas y delictivas, en desmedro de sus pueblos, sin ser atacadas ni por el periodismo, ni por la justicia (solo chivos expiatorios). Y si alguien de esos ámbitos se revela será expulsado del mismo.
 
Análisis
Estamos embarcados en un proceso de degradación social creciente, donde los derechos individuales son conculcados día a día desde el poder, con el apoyo de un rebaño de aceptadores sociales con mando y poder de comunicación, que dicen lo que tiene que hacer la gente. Todo bajo la pena de ser sancionados o expulsados del sistema.
Un esclavo era una persona que comprado (o sometido) por su dueño, tenía que trabajar para él. Pero el dueño, a fin de mantenerlo trabajando, tenía a cargo su manutención y salud, aceptando que eran niveles de vida casi deplorables. Hoy somos todos esclavos de las autoridades del poder, porque se quedan con todos los frutos de nuestro trabajo, pero no nos dan nada a cambio. Nosotros tenemos que mantenernos y cuidar de nuestras vidas.
 
Derechos humanos
Luego de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), se esperaba que la situación fuera mejorando con los años. Pero después de casi 75 años, tanto las guerras, la corrupción y violaciones desde el poder han ido creciendo, con torturas, ejecuciones y hechos aberrantes, por la ambición desenfrenada de los líderes de muchos gobiernos, sin existir frenos concretos. Ejemplos como Cuba, Venezuela, Rusia, Irán, Afganistán, China, etc., son palmarios, y la lista ha ido creciendo con los años.
 
Conclusión
La dominación del hombre por el hombre, está en la raíz instintiva del ser humano. James Madison dijo: “los hombres no son ángeles”, por lo que había que restringir su poder en el gobierno. Ron Paul dijo: “Se han intentado todas las formas de autoritarismo (muchas veces) para convertir a los seres humanos libres en robots obedientes”. Orwell en “1984” desarrolla el avance del poder y la restricción sin límites, de los derechos individuales. O como versión rápida para los jóvenes, “Rebelión en la granja” del mismo autor. Inclusive, la globalización ha permitido acuerdos globales (OMS) de sometimiento por vía legal, tecnológica y burocrática. De esta forma, hoy, todas las autoridades (públicas y privadas) apretando un botón, saben “todo” de cada habitante; pero el ciudadano, no sabe nada de los que ejercen el poder. Establecida esta relación de creciente de poder unívoco, con el tiempo se llegará a la nueva esclavitud, como por ejemplo, ya lo es en China.
 

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