Santa Fe y las lecciones del paro
Carlos Mira
Periodista. Abogado. Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.


Los no-resultados de Santa Fe quizás lleven a más de uno a una reflexión. Allí una vez más, el resultado no pudo conocerse en la noche de la elección, como ya había ocurrido en las PASO. Increíblemente el escrutinio se suspendió cuando faltaba escrutar el 5% de las mesas sin que nadie diera hasta ahora una explicación razonable.
Han ocurrido muchos hechos extraños en esta elección. El candidato del FpV, Perotti, por ejemplo, sumó más de 200000 votos entre las PASO y ahora.
La situación de empate volvió a suceder entre el candidato socialista y el del PRO, pero ninguno de ellos se animó a entregar un mensaje de calma a la sociedad que, de nuevo, enfrentaba el desasosiego de no saber quién sería su gobernador.
Para Mauricio Macri el resultado puede haberse convertido en un problema interno serio. Durante meses el candidato presidencial se la pasó asegurando que ellos representaban el cambio que la sociedad reclamaba y que, por lo tanto, no debían mezclarse con ninguna fuerza que tuviera relaciones con el pasado, en una obvia referencia a Sergio Massa.
Se dice que esa estrategia responde a las directivas del consejero ecuatoriano Jaime Duran Barba que, junto a Marcos Peña, han diseñado un programa “PRO puro” que rechaza las alianzas y pretende presentarse lo más aislado posible de otras fuerzas políticas.
Es cierto que esa afirmación entra en dudas en muchas jurisdicciones del interior en donde el PRO constituye una fuerza más pequeña y no ha tenido otro remedio más que plegarse a uniones opositoras al kirchnerismo.
Pero en donde la cúpula del partido se sentía importante y con la suficiente capacidad de ganar por sus propios medios, presentó esta idea del “purismo” como si la otra realidad no existiese.
Siguiendo esa línea, Macri rechazó cualquier acuerdo con Massa para la provincia de Buenos Aires, el distrito que podría terminar eligiendo al presidente en octubre próximo. No se entiende muy bien esa lógica.
Buenos Aires es una provincia en donde el PRO no es fuerte ni tiene un candidato que traccione votos. Especuló con que la gente que vive en el conurbano y que  todos los días conmuta servicios y trabajo con la Capital, viera sus obras, sus mejoras, su sistema de transportes, escuelas y hospitales y eso produjera un efecto “boca a boca” que arrastrara a toda la provincia.
Se trata de una estrategia cuando menos naive: esperar que, como un reguero de pólvora, esas noticias de deslumbramiento corrieran por un territorio que equivale electoralmente al 40% del país es sobredimensionar el impacto de la tarea propia.
La oleada de recursos del gobierno provincial y nacional puestos a seguir subsidiando la vida bonaerense bien pueden hacer olvidar esas obras en las que Macri confía.
Pero al lado de estas sospechas,  ahora se han sumado los hechos. Santa Fe puede convertirse en un ejemplo de lo que significó la negativa a la unión. Si allí se hubiera verificado un acercamiento entre Masa y Macri, Del Sel sería hoy gobernador.
La pregunta es si este resultado implicara un replanteo de la estrategia trazada por Duran-Peña para la campaña nacional. El punto es que aun cuando ese replanteo llegue, los tiempos para concretar pactos ya habrán pasado: aun cuando se quiera retroceder en la táctica, los tiempos de la ley electoral habrán puesto un punto final a la posibilidad de unirse.
Sí, quizás, el tema impacte en la decisión de quien será el compañero de fórmula de Mauricio Macri. En efecto, para ese lugar, también se buscaba -siguiendo la línea del “PRO puro”- una persona que respondiera a esa línea y el nombre de Marcos Peña y de Rogelio Frigerio asomaban con fuerza. Los que buscaban ofrecer una propuesta más abierta postulaban a Gabriela Michetti que se había enfrentado internamente a Horacio Rodríguez Larreta en las PASO de la Capital, justamente como una variante menos “purista” del PRO (aun cuando en realidad se trataba de una opción al personalismo de Mauricio)
Si la experiencia santafecina impactara en el interior del PRO, es posible que las chances de Michetti crezcan para acompañar a Macri en la fórmula presidencial. Se trataría de un arreglo de compromiso entre las dos posturas, (la aliancista y la “purista”): Michetti claramente es alguien que ha recorrido el camino del partido desde su origen pero que, al mismo tiempo, se las ha ingeniado para conciliar las simpatías de otros segmentos sociales más alejados del jefe de gobierno.
Habrá que esperar entonces para saber cuál ha sido el impacto interno en el PRO de las elecciones de Santa Fe. Primero esperar a que esa provincia tenga un gobernador y luego, si es que Del Sel finalmente pierde, saber si todas estas especulaciones repercutirán finalmente en decisiones de orden nacional para las futuras elecciones presidenciales.
 

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